Ismael Esquivel Gámez
2.2.1 Introducción
Los profundos cambios acaecidos en la última década sugieren que ya no es posible sobrevivir como empresa, por el mero hecho de trabajar más dentro de los límites internos y menos aún, utilizando prácticas y herramientas tradicionales; la empresa que se limite a trabajar más duro y más rápido, muy probablemente no será competitiva en el mercado global de los años por venir. De acuerdo a Cubillo [2], uno de los elementos esenciales para el éxito empresarial lo constituye el desarrollo de:
Una capacidad de percepción de los factores del ambiente externo, es decir, el desarrollo de mecanismos que permitan detectar y evaluar, con anticipación, oportunidades y amenazas para la empresa; esto incluye por ejemplo, la capacidad para dar respuestas a interrogantes tales: qué están haciendo los competidores y qué son capaces de hacer?; cuáles son las suposiciones o premisas bajo las cuales ellos operan?; probabilidad de nuevos desarrollos tecnológicos y de nuevos productos y su impacto en el sector; nuevos mercados, etc.
Una capacidad de percepción de los factores del ambiente interno tales como: el clima organizacional; la situación financiera y la capacidad de endeudamiento de la empresa; las habilidades y destrezas de los recursos humanos y sus necesidades de entrenamiento, etc., los cuales determinan en gran medida, las debilidades y fortalezas de la empresa.
Una capacidad para anticipar la probabilidad de escenarios, la evolución de problemas y de soluciones asociadas.
En fin, el propósito general es el de reducir la incertidumbre y permitir que la empresa formule un repertorio de maniobras estratégicas ofensivas y defensivas, que le permitan desarrollar y mantener ventajas competitivas en un entorno altamente cambiante.
Ante esta situación se presenta a la inteligencia empresarial (IE) también llamada organizacional o de negocios, como la herramienta fundamental para lograr dicho propósito.
2.2.2 Conceptos básicos
Para Sosa y Cobo [3], previo a la definición de Inteligencia Empresarial, se hace necesario clarificar algunos conceptos que suelen usarse con la libertad que la costumbre de usar sinónimos proporciona. Estos son: dato, información, conocimiento e inteligencia.
DATO: Elementos de conocimiento que carecen de significado por si mismos, cadena de caracteres asociada a un concepto. Su naturaleza es cuantitativa.
INFORMACIÓN: Es un dato o conjunto de datos, elaborado y situado en un contexto, de forma que tiene un significado para alguien en un momento y lugar determinados.
CONOCIMIENTO: Es la información como comprensión. Se halla indisolublemente ligado a la práctica y su difusión e intercambio se realiza a través del lenguaje.
INTELIGENCIA: Es información evaluada y analizada, que se caracteriza por contener elementos de juicio para poder seguir un curso de acción. Posibilita la toma de decisiones porque proporciona un grado de previsión de aquello que puede llegar a causar impacto en la organización.
Las anteriores definiciones permiten encontrar la relación entre información e inteligencia. Dado que la inteligencia se puede definir como el conjunto de habilidades innatas o adquiridas, sumadas a los conocimientos acumulados, que nos permiten interpretar y solucionar los desafíos permanentes de sobrevivencia, se puede encontrar que la relación Información – Inteligencia se define a partir de que la Síntesis y análisis pueden transformar datos en información y que para transformar información en inteligencia es necesario aplicar experiencia y discernimiento.