Darbelio Agatón Lorenzo
La movilidad de las poblaciones, puede ser estudiada y analizada desde distintas teorías, tal como lo señalan Durand y Massey (2003). Sin embargo la teoría del capital social, es la que en mayor medida se ha enfocado al estudio de la estructura familiar, entre los defensores de esta teoría destacan: Tabutin y Bartiaux (1986), Goldani (1983), Alfredo Jaramillo (1972), Carlos Echarri (2003), Manuel Ondorica (2002), Brígida García (1999), Rodolfo Tuirán (1990), quienes han tomado en cuenta en sus investigaciones sobre estructura familiar variables demográficas tales como, la fecundidad y la mortalidad.
Dentro de esta corriente ideológica teórica se destacan los trabajos de Virgilio Partida y el mismo Rodolfo Tuirán (2002), quienes en su investigación conjunta realizada sobre la “Evolución futura de la población mexicana: envejecimiento y bono demográfico”, agregan para su estudio además de las variables anteriormente citadas, la variable de la migración internacional.
Aspecto de suma importancia, ya que sientan las bases de la discusión teórica, ante el vacío existente en México sobre los cambios dinámicos en la estructura familiar, provocada a raíz de la emigración internacional.
Aún cuando Partida y Tuirán realizan en su trabajo un estudio sobre la conformación de la estructura familiar producto de la migración internacional a nivel nacional, no profundizan en la importancia que tiene este fenómeno, en la conformación de las nuevas estructuras familiares en las regiones y localidades expulsoras de un país, como tampoco en la importancia que ésta genera en el desarrollo regional. De ahí la relevancia de la presente investigación, que aporta una visión microregional-local al estudio de las transformaciones demográficas y su impacto en algunos aspectos sociales y económicos de las familias.
Cómo lo señala Montoya (2006) la migración internacional es un fenómeno complejo y determinado por múltiples factores y diversos efectos sociales, económicos y políticos, tanto para los países de origen como para los de destino y de transito. Este fenómeno ha jugado un papel decisivo en los procesos demográficos, sociales y económicos del mundo y en particular de América Latina y América del Norte, con mayor impacto durante la última década del siglo XX y lo que va del presente.
El Consejo Nacional de Población advierte que “la migración de mexicanos a Estados Unidos es un proceso dinámico en el que interactúan una diversidad de factores históricos, económicos, sociales y culturales, los que actualmente animan la corriente migratoria” (CONAPO, 1997) ya sea para trabajar o establecerse en aquel país.
Efectivamente, vemos que las localidades de estudio de la presente investigación, están inmersas en este proceso dinámico migratorio, y no son ajenas a las causas y orígenes del fenómeno como lo señala Montoya, es así que, la migración internacional, tiene un papel preponderante en las transformaciones en sus distintas acepciones que sufren los hogares de estas comunidades expulsoras de migrantes internacionales.
Existe insuficiente investigación que oriente a un análisis más profundo del fenómeno migratorio y sus efectos en la estructura familiar. Por consiguiente la importancia del presente estudio que apoye a dilucidar y comprender qué está pasando en los hogares donde existe un emigrante internacional, desde la perspectiva demográfica, social y económica, al estar siendo expulsados uno o varios de sus miembros de ese núcleo familiar, que por distintas razones, como lo señala el Consejo Nacional de Población (1997) o el propio Montoya (2006), que por un sinnúmero de factores, se ven en la necesidad de emigrar y dejar todo en sus lugares de origen con el firme propósito de mejorar sus condiciones de vida.