EL RIESGO DE DESASTRES: UNA REFLEXIÓN FILOSÓFICA
Carmen Delia Almaguer Riverón
La metodología utilizada en la investigación combina estrategias metodológicas cualitativas y cuantitativas: utiliza la entrevista estructurada como técnica del paradigma cuantitativo y la entrevista a informantes claves.
Los métodos cualitativo – cuantitativo y las técnicas a ellos inherentes pueden aplicarse conjuntamente según las exigencias de la situación investigada, ellos pueden complementarse en el estudio de un mismo fenómeno, esto se denomina triangulación metodológica y se utiliza para corregir los inevitables sesgos presentes en ambos paradigmas. En este caso se utiliza para explorar y describir las diferentes percepciones del riesgo en los habitantes del “Consejo Popular Rolo Monterrey”.
La metodología cualitativa es de gran utilidad para el análisis de los fenómenos complejos, para el estudio de casos, para la descripción y estudio de unidades naturales como organizaciones y comunidades concretas. (Pérez, 1994).
La metodología cualitativa se asume teniendo en cuenta que permite al investigador ver el escenario y a las personas desde una perspectiva holística; las personas, los escenarios o los grupos no son reducidos a variables, sino considerados como un todo en el contexto de su pasado y de las situaciones en las que se hallan.
La investigación desarrollada puede clasificarse como un caso de estudio de tipo interpretativo. Los estudios de casos de tipo interpretativo contienen descripciones ricas y densas que se utilizan para ilustrar, defender o desafiar presupuestos teóricos defendidos, antes de recoger los datos. Según Pérez (1994), los estudios de casos presentan las ventajas siguientes:
• Representan un método apropiado para investigar a pequeña escala en un marco limitado de tiempo, de espacio y de recursos.
• Pueden servir a múltiples audiencias y por tanto contribuir a la democratización en la toma de decisiones.
• Considerados como productos pueden formar un archivo de material descriptivo lo suficientemente rico como para admitir interpretaciones posteriores.
• Los estudios de casos son “un paso a la acción”, parten de ella y contribuyen a ella al dar la posibilidad de introducirlas en la práctica, sus resultados son útiles para el trazado de estrategias de desarrollo comunitario, para el autodesarrollo individual e institucional.
El diseño metodológico del estudio de caso que se presenta parte de las consideraciones teóricas y metodológicas presentes en los estudios sobre percepción social del riesgo descritos, así como de los estudios de percepción desarrollados en Cuba por el Centro de Información, Gestión y Educación Ambiental y el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, (CIGEA- CIPS) .
El estudio sobre la percepción social del riesgo ante situaciones de desastres naturales y tecnológicos selecciona al Consejo Popular Rolo Monterrey por considerarse su población permanentemente expuesta a peligros diversos. Se valoró la metodología elaborada para el “Estudio de apreciación de los peligros de desastres”. “Caracterización de la percepción del peligro ante desastres naturales en comunidades en lugares críticos” propuesta por el Equipo de Estructura Social y Desigualdades del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, (CIPS) del CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente) cuyos objetivos eran:
• Organizar y orientar la realización de los estudios sobre percepción del peligro ante fenómenos naturales.
• Caracterizar las percepciones sobre peligros ante fenómenos naturales en poblaciones expuestas a eventos definidos.
• Identificar grupos por niveles de vulnerabilidad ante el peligro.
La metodología propuesta por el (CIPS) permite la clasificación de la población atendiendo a sus percepciones sobre los peligros en tres grupos: percepción alta, media y baja empleando para ello un esquema descriptivo de amplia utilización en los estudios de percepciones: la tríada conocimiento – sensibilidad – disposición al cambio, que son las categorías básicas asociadas a la incorporación de un concepto de sostenibilidad en la actividad cotidiana de los diversos actores sociales.
Resultan valiosas en ella además, las dimensiones y variables que a partir de la tríada antes mencionada se definen, al abarcar estas las diferentes fases del ciclo de reducción de desastres (prevención, preparativos, respuesta y recuperación)
La metodología propuesta por el (CIPS) , no obstante lo analizado, no se consideró apropiada para la presente investigación ya que la misma sólo contempló algunos peligros de carácter natural (fuertes vientos, penetraciones del mar e intensas lluvias), excluyendo otros de igual índole y de significativa importancia para el territorio de Moa; al mismo tiempo, no previó el estudio de la percepción de peligros tecnológicos, ni la posible falta de memoria histórica y/o experiencia de desastres en la población, lo que a nuestro juicio no permite su aplicación a este contexto y por consiguiente la diversidad de escenarios posibles de riesgo y niveles igualmente diferentes de vulnerabilidad.
Para el contexto minero de Moa dadas las características industriales del territorio y su ubicación geográfica, se consideró la necesidad de explorar un número mayor de peligros de carácter natural así como el estudio de las percepciones sobre los peligros tecnológicos también previstos en la Directiva No. 1 del Vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional proponiendo para ello el empleo del paradigma psicométrico como parte del instrumento diseñado y aplicado, evaluando diez atributos del peligro al incluir la percepción sobre la vulnerabilidad y no nueve atributos como Puy y Aragonés (1997) y Slovic y Weber (2002) lo que supone un enriquecimiento del método en su aplicación.
Emplear el paradigma psicométrico resulta útil en tanto las técnicas psicométricas son apropiadas para identificar similitudes y diferencias entre los grupos con respecto a las percepciones de riesgo, lo que permite contribuir positivamente a la comunicación del riesgo.
Como parte de la fase de diseño del estudio, se construyó un instrumento de medida consistente en una entrevista estructurada para evaluar las percepciones del riesgo en situaciones de desastres naturales y tecnológicos con las adecuaciones antes explicadas. En el proceso de obtención de la información se consideró útil el uso de la entrevista estructurada como instrumento de recogida que homogeniza, para todos los individuos de la muestra, la información recogida a través de las preguntas planteadas.
El estudio de percepción del riesgo estuvo dirigido a:
• Identificar la percepción del riesgo en la población del Consejo Popular Rolo Monterrey a partir de conocer cuáles son los principales peligros percibidos por su población.
• Analizar las diferencias respecto a los principales peligros identificados por la población del Consejo Popular según variables sociodemográficas tales como edad, sexo y nivel de escolaridad.
• Analizar las diferencias en la percepción de los peligros percibidos en los estratos objetos de estudio.
• Obtener la jerarquía de peligros percibidos en cada estrato estudiado y en el Consejo Popular en general.
• Estudiar las diferentes dimensiones cualitativas del riesgo según el enfoque psicométrico incorporando la dimensión vulnerabilidad a las nueve características clásicas estudiadas desde este enfoque.
• Conocer mediante entrevistas en profundidad a actores claves, los riesgos, peligros y vulnerabilidades presentes en el territorio y en particular en el Consejo Popular objeto de estudio.
• Diseño y composición de la entrevista estructurada.
Para estudiar las características socio-demográficas de los individuos entrevistados se consideraron las variables edad, sexo, nivel de escolaridad y ocupación, ya que en varios estudios ha sido comprobada existe cierta relación entre estas y las percepciones de peligros y riesgos según la literatura consultada. (Slovic y Weber, 2002; Puy y Aragonés, 1997)
Con la finalidad de medir las diferentes variables o atributos del riesgo en los habitantes expuestos, se empleó el enfoque psicométrico antes mencionado, consistente en la combinación de una Escala del tipo Likert de 5 puntos con un diferencial semántico, otorgándose un punto como puntuación mínima al ítem y 5 puntos a una respuesta que otorga el valor máximo al ítem propuesto.
La elección de la escala de Likert, supone que la percepción de un sujeto viene dada por el valor obtenido en cada proposición o ítem. Cabe resaltar que se utiliza esta técnica porque cada ítem se refiere a un atributo específico de la percepción del riesgo; otra cuestión a destacar de la escala escogida, es que utiliza una categorización del continuo de percepción del sujeto, graduada según la intensidad. Como la valoración que ofrecen los sujetos no supone una distribución uniforme en el continuo y no está asegurado que haya intervalos iguales, el resultado cuantitativo de la escala es de naturaleza ordinal, sin embargo, lo común es que se le trabaje como de razón o intervalo.
El análisis de los datos permite la creación del perfil característico de la percepción para cada tipo de peligro. Siguiendo la tradición psicométrica, se calcula la media aritmética de las valoraciones dadas por los sujetos a cada peligro en cada atributo o característica. A partir de esta información se construye una representación gráfica del perfil de cada peligro, y la comparación de los diferentes perfiles, ofrece una panorámica descriptiva de las valoraciones realizadas por los habitantes en cada barrio.
En este esquema de análisis, se puede sustituir la media aritmética por otro índice de tendencia central como la mediana o la moda, también es posible incluir una valoración de la dispersión como la variancia (si se opta por usar medidas basadas en momentos de la distribución), o la amplitud intercuartil (si se opta por usar medidas basadas en ordenaciones).
Una estrategia para resumir la estructura de datos obtenidos es el análisis de regresión múltiple aplicado a cada riesgo, de esta forma, se utiliza la medida de riesgo global como variable criterio y la puntuación en cada atributo como variables predictoras y con ello se obtiene, para cada peligro, la combinación lineal de atributos del riesgo que mejor predice el riesgo total percibido.
La entrevista estructurada está formada por 3 preguntas. (Anexo 5)
• La pregunta No 1, explora una única variable: el conocimiento por parte de los habitantes del Consejo Popular sobre los diferentes peligros que pueden afectarlos, y recaba información, sobre los principales peligros que el sujeto identifica en función de lo que pudiera considerar su “exposición personal”. Esta cuestión explora aquellos peligros que los individuos consideran como más importantes, ya sea por su experiencia personal, actitudes o creencias, lo cual permite comprender cuáles son los peligros a los que los sujetos se sienten mayormente expuestos, los que valoran que les afectan o pudieran afectar directamente.
• La pregunta No 2 busca evaluar los diferentes variables o atributos del riesgo (variables numeradas de A1 a A11)
• La pregunta (G1) es de tipo general y se dirige a obtener una estimación de la variable magnitud del riesgo percibido. La pregunta incorpora aclaraciones para estandarizar la gravedad de los desenlaces que se deben considerar (pérdidas de salud muy graves) y la latencia (tanto las consecuencias que suponen pérdidas de salud a corto plazo, como a medio o largo plazo).
Para la pregunta No. 2, y atendiendo a un tipo específico de peligro, las variables son:
A1: explora el factor conocimiento que tiene el sujeto sobre el peligro.
A2: explora el factor conocimiento que el sujeto atribuye a los responsables de la prevención, en íntima relación con el conocimiento de los responsables, con la confianza en ellos y con la aceptación de las medidas preventivas que se proponen.
A3: explora la respuesta emocional de temor, la característica más predictiva del riesgo global percibido.
A4: evalúa el concepto “vulnerabilidad” o “susceptibilidad” ante el peligro, cuestión central en la gestión del riesgo.
A5: explora la percepción del sujeto sobre la novedad o antigüedad del peligro, dado que la familiaridad con el peligro puede generar su no reconocimiento.
A6: evalúa la percepción de la gravedad de las consecuencias, la que se corresponde con la magnitud de la pérdida, que es una de las variables constitutivas de la definición técnica de riesgo.
A7: busca conocer la percepción sobre la voluntariedad o involuntariedad en la exposición al peligro.
A8: se centra en el grado de control percibido, que permite descartar actitudes fatalistas (pasa cuando pasa y yo no lo puedo evitar), o por el contrario sentimientos de invulnerabilidad (a mi no me sucederá esto porque soy más habilidoso, tengo mayor experiencia, etc.)
A9: trata de explorar tanto la visión que el sujeto tiene de su capacidad para realizar acciones preventivas (reducir la probabilidad de aparición del daño), como de realizar actuaciones para reducir el impacto del daño.
A10: explora el potencial catastrófico que se atribuye al peligro, atributo que mantiene una relación alta y positiva con el riesgo total percibido.
• A11: explora la percepción sobre la demora de las consecuencias, parámetro crítico en el momento de explicar las actitudes y el comportamiento.
• Selección de la muestra
Como parte de la fase de diseño del estudio se procedió a la determinación del tipo de muestreo y el tamaño muestral necesarios. Dado que el estudio está encaminado a determinar parámetros, es decir se pretende hacer inferencias a valores poblacionales (proporciones, razones) a partir de una muestra, se planteó hacer un muestreo aleatorio estratificado en la población adulta mayor de 16 años, teniendo en cuenta la distribución geográfica de la población a estudiar y sus diferentes características socioeconómicas así como el grado de exposición a los peligros, se tomaron los diferentes barrios del Consejo Popular como estratos .
Para ello es necesario precisar:
• El nivel de confianza o seguridad (1-α). El nivel de confianza prefijado da lugar a un coeficiente (Zα). En este caso se escoge una seguridad del 95%, por lo que Zα = 1,96.
• La precisión (d) que se desea para el estudio, la misma se estima en un 5%.
• Una idea del valor aproximado de los parámetros que se quieren medir. En este caso por no tener referencia de estudios previos, se utiliza el valor p =q= 0,5 (50%) que maximiza el tamaño muestral.
A través de la fórmula :
Se calcula el número de unidades de análisis necesarias (n) para tener una muestra probabilística, que sea estadísticamente significativa y permita la inferencia de los parámetros estudiados a toda la población (N) del Consejo Popular (Fig. 2).
Figura 2. Elementos de la inferencia estadística
Teniendo en cuenta que la población total del Consejo Popular es N=3994 habitantes y el tamaño de la muestra obtenido es n=200, la fracción para cada estrato será :
En la Tabla 3 se muestran los resultados de los cálculos obtenidos para cada uno de los barrios del Consejo Popular a través de la fórmula anterior.