ACUMULACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DE CAPACIDADES DURANTE LA GESTIÓN TECNOLÓGICA: CASO CEMEX
Carlos Arturo Torres Gastelú
A partir de las perspectivas teóricas previamente analizadas, se construyo el marco teórico que apoyó el análisis del estudio de caso.
El primer elemento en común en ambas perspectivas, se da al considerar a la tecnología como un componente de las capacidades. Mientras que la perspectiva de las capacidades se orienta a otorgarle un papel implícito, y resalta la participación de las dimensiones del individuo y la organización. La perspectiva de las tecnologías de colaboración le otorga un papel central, al convertirlo en el sujeto de estudio, aunque considera al individuo y a la organización como factores que afectan el entorno.
En segundo lugar, ambas perspectivas consideran como fin último la adquisición y asimilación del conocimiento. Mientras que la perspectiva teórica de las capacidades hace énfasis en las habilidades, adiestramiento y experiencia de los individuos y de la organización; la perspectiva teórica de las herramientas de colaboración reconoce el papel de las TICs, que se han convertido en el facilitador más efectivo de la información y la diseminación del conocimiento en el mundo. Es decir, la primera analiza al poseedor del conocimiento, la segunda al repositorio del conocimiento. El punto en común que las une es el “entorno” propiciado por la organización que otorga el “porqué” del conocimiento.
En tercer lugar, ambas perspectivas se orientan a estudiar las formas como una empresa ha logrado destacar en su entorno. Mientras que la perspectiva teórica de las capacidades busca explicar la forma en que las organizaciones consiguen destacar y generar rendimiento y eficiencia en sus procesos internos como un medio en el que se generan elementos diferenciadores de su competencia. La perspectiva de las tecnologías de colaboración apuesta a que la implementación y uso correcto de éstas han contribuido a incrementar el rendimiento y eficiencia de las organizaciones.
Finalmente, ambas perspectivas reconocen el papel que juegan las habilidades de los individuos, el desarrollo de un entorno y cultura organizacional adecuados y los ajustes internos estructurales y organizacionales que se desarrollan por el dominio y utilización de la tecnología en las actividades rutinarias de los individuos, y que han favorecido la acumulación de capacidades en las organizaciones.
En resumen, ambas perspectivas teóricas reconocen el papel de las dimensiones del individuo, de la organización y de la tecnología. Sin embargo, son complementarias para el estudio y comprensión del papel que ha desempeñado la gestión de las TICs en CEMEX.
Por ello consideramos que si solamente nos hubiéramos apoyado en la perspectiva de las capacidades, el papel de la dimensión de la tecnología quedaría minimizado, porque la mayoría de los estudios se han enfocado en los procesos de producción y en la medición del grado de acumulación de capacidades.
Lo mismo ocurriría si se hubiera considerado tan sólo a la perspectiva teórica de las herramientas de colaboración, pues esta perspectiva cuenta con una gama de estudios sobre la implementación de tecnologías, pero no ahondan sobre el tipo de repercusiones que tuvieron en las organizaciones, ni la forma como se relacionan con la estrategia corporativa y cómo todo ello redunda en la gestión y socialización de capacidades en una empresa.
Los aportes que brindan ambas perspectivas, apoyan la descripción de los procesos de gestión y socialización de capacidades en CEMEX, porque permiten construir un marco explicativo de la forma como una empresa mexicana ha logrado conjugar sus procesos de negocio, la difusión de su cultura organizacional entre sus integrantes y la asimilación de las TICs en la creación de un marco conceptual y estratégico que representa los esfuerzos continuos de esta organización para lograr destacarse en los mercados internacionales.
El papel que ha adoptado CEMEX tiene que ver con haber encarado el reto de la asimilación de las tecnologías de colaboración, pero abarcando, además de la dimensión tecnológica, la dimensión individual, cultural y organizacional.
Es decir, enfrentó los cambios que debían hacerse en las estructuras organizacionales, en los procesos y en el comportamiento de los individuos. Para ello, se apoyó en su propia experiencia y habilidades en la gestión, en proveedores de tecnología especializada, y en su socio tecnológico en la ejecución de las acciones corporativas encaminadas a estandarizar procesos, inducir la asimilación de las nuevas tecnologías y fomentar el arraigo de hábitos de trabajo en las actividades de coordinación y comunicación en los individuos.
De ahí que la gestión de las TICs se haya convertido en una herramienta estratégica que se perfila como una competencia tecnológica central, la cual está sustentada en la gestión y socialización de las capacidades que se desarrollan en este documento.
El proceso de gestión y socialización de capacidades está alineada con la estrategia corporativa, porque se ha enfocado en apuntalar la comprensión y diseminación de los valores estratégicos de compartir y colaborar, como un recurso que pretende mantener la eficiencia y competitividad de la empresa.