Alejandro Díaz Garay
Los antecedentes históricos de los clubes en los Estados Unidos se remontan a Nueva York y Chicago, con los inmigrantes judíos del Sur y Este de Europa en el siglo XIX. Estas organizaciones llegaron a tener en 1920 aproximadamente 3,000 clubes. Las comunidades migrantes tenían como finalidad luchar en contra de la discriminación social y laboral de la que eran objeto. Con los años derivaron en organizaciones mutualistas, ofreciendo seguro de vida y servicios médicos a sus miembros, así como derechos de funeral y repatriación de cadáveres. Otras experiencias de organizaciones europeas en Estados Unidos fueron las de inmigrantes italianos, polacos y checos (Bada, 2003, 2006; IME, 2004,)
Las primeras organizaciones mutualistas mexicanas que se conocieron fueron las Comisiones Honoríficas, que existieron tanto en Los Ángeles como en Chicago en los años 20’s del siglo pasado. Éstas eran organizadas a través de los consulados y su fin era llevar a cabo fiestas patrias y proporcionar asesoría a los nuevos migrantes para adaptarse pronto a su nueva vida. Cinco años después, surgiría la Confederación de Sociedades Mexicanas de los Estados Unidos de América, aglutinando en torno a sí a 35 sociedades mutualistas mexicanas. El fin último que perseguían estas asociaciones era de autoayuda y ofrecían apoyos económicos por desempleo, enfermedad, accidentes o gastos funerarios. Ayudaban a los nuevos migrantes a ajustarse a su nuevo entorno, a paliar la discriminación y a proteger a sus miembros del choque cultural y económico inherente a las diferencias del idioma, costumbres, relación laboral, clima, entre otros factores, de los lugares de destino en comparación con sus lugares de origen. Con el paso del tiempo y el surgimiento de la segunda generación, estas organizaciones fueron desapareciendo a mediados del siglo XX (Bada, 2006).
Al aprobarse la Ley IRCA en 1986, el auge por las organizaciones de migrantes volvió a resurgir en los años 90’s, aunque desde los 70’s se tenían registrados esfuerzos aislados por parte de oriundos de Zacatecas y San Luis Potosí.
Los clubes de oriundos o Hometown Associations (HTA por sus siglas en inglés) tienen una larga historia, pero fue a partir de la creación del Programa de Comunidades Mexicanas en el Extranjero (PCME) de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 1990, cuando se les dio un gran impulso por medio del apoyo del gobierno mexicano. Desde entonces se crearon un gran número de clubes y federaciones de oriundos, lo cual aumentó considerablemente su impacto en sus localidades de residencia (IME, 2004).
En la actualidad, en Chicago coexisten más de 500 agrupaciones mexicanas localizadas en distintos ámbitos de participación: 120 comunidades religiosas, 170 concilios escolares y más de 280 clubes y asociaciones de migrantes. Tal ha sido el impacto en la ciudad de destino que en las comunidades de base religiosas se oficia misa en español; los concilios escolares son una especie de junta directiva paritaria sobre la cual recae la máxima autoridad y cada vez son más escuelas con mayoría de estudiantes de origen mexicano; los clubes de migrantes originarios de 13 entidades federativas, celebran anualmente igual cantidad de eventos culturales evocando a sus raíces (Dante Gómez, entrevista, Chicago, 2006).
De acuerdo con los objetivos de cada una de las organizaciones, se distinguen dos radios de acción. En primer lugar, la búsqueda de soluciones para problemas y necesidades inherentes a su residencia en Estados Unidos: inmigración, educación, salud, cultura, vivienda, adicciones, delincuencia, servicios de la ciudad En segundo lugar, el mutualismo, consistente en los fondos para contingencias y repatriación de cadáveres y la interacción con comunidades de origen a través de programas de gobierno para fortalecer la infraestructura mediante la introducción de servicios públicos.
Cabe mencionar, además, la existencia de diversas organizaciones gremiales, como sindicatos donde participan muy activamente los mexicanos, así como cámaras de comercio y asociaciones empresariales hispanas y mexicanas.
En nuestra circunscripción tenemos registro de 285 clubes de oriundos, que han constituido, en su mayoría, 14 federaciones y asociaciones de clubes de 11 estados de origen. Sin embargo, existen 33 clubes de estados donde hay federación, que han optado por mantenerse independientes, y 26 clubes de estados donde aún no se ha constituido ninguna federación. Esto quiere decir que tenemos registro de 214 agrupados en federaciones o asociaciones de oriundos. (Ídem.)
Las organizaciones comunitarias de migrantes de origen mexicanos radicados en Chicago, generalmente se agrupan en un nivel de organización más elevado: las federaciones y los clubes de oriundos. Ambas afilian a clubes comunitarios. Algunas de las federaciones, a su vez se agrupan en torno a la Confederación de Federaciones (Confemex), entendiendo por esta la integración de las federaciones con una representación geográfica a escala nacional. Sn embargo, existen clubes de migrantes independientes, que no pertenecen ni a las federaciones ni a los clubes de oriundos de la entidad respectiva, por considerar que detrás de la organización social existen interés políticos de algunos líderes, gobiernos estatales o federales en México.
La Confemex surge en 1999, tras imponer un impuesto al cruce de vehículos de Estados Unidos hacia México desde $400 hasta $800 dólares, dependiendo del vehículo, las presidentas de Durango Unidos y de la Federación de Clubes Unidos por los Zacatecanos, Marcia Soto y Rosalía Ruíz, respectivamente, iniciaron un movimiento de protesta por considerar a dicha ley como una imposición del gobierno mexicano.
De manera inesperada logramos juntar 200 organizaciones para protestar sobre el impuesto, dispuestos a boicotear 5 productos mexicanos e incendiar 2 carros en la Av. Michigan, frente a las oficinas del Consulado mexicano... Después de un día y medio, logramos derogar la nueva ley y nos dimos cuenta de que unidos podemos lograr muchas cosas... (Marcia Soto, entrevista, Chicago, 2006).
En el 2006 la Confemex aglutinaba a 9 federaciones mexicanas: Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Zacatecas. Tiene como misión trabajar binacionalmente con la comunidad mexicana y lograr una vida mas digna y justa para sus familias tanto en Estados Unidos como en México. A su vez, cada federación trabajaba para mejorar las condiciones de sus pueblos de origen (tabla 3.1).
Uno de los objetivos que persigue Confemex, es realizar talleres de capacitación para detectar nuevos liderazgos entre la comunidad migrante. En octubre de 2006 se hizo una convocatoria para todos los clubes de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades. El poder de convocatoria de estas estructuras quedó en entredicho, debido a una asistencia muy baja de entre las organizaciones migrantes esperadas, dándole la razón a las organizaciones que cuestionaban justamente la falta de representatividad. Particularmente, los Clubes Unidos Guerrerenses del Medio Oeste desde su ruptura con la Federación de Guerrerenses han sido muy críticos con estas organizaciones a las que asocian con el Partido Revolucionario Institucional.