Alejandro Díaz Garay
El impacto de la migración de connacionales hacia Estados Unidos se ve reflejado en su forma de vestir, los gustos musicales, los deportes que practican, los programas televisivos, entre otros. Sin embargo, para efectos de este estudio el impacto que interesa es el generado por las remesas familiares y colectivas. Estas son el componente más visible de la migración a nivel individual y comunitario. Los migrantes generan valor y parte de éste se transfiere a sus comunidades de origen, generalmente al seno de la familia nuclear, en la lucha por mejorar los niveles de bienestar.
A nivel municipal, 75 de los 76 municipios que tenía la entidad en el año 2000 registraron flujos migratorios internacionales en algún grado. Como se mencionó en el apartado anterior, en promedio el 7.9 por ciento de los hogares guerrerenses recibía remesas familiares enviadas desde Estados Unidos (CONAPO, 2002). La mayor dependencia se observó en el municipio de Cocula, perteneciente a la región Norte del estado, con 33.7 puntos porcentuales. En contrapartida, la menor captación de remesas se dio en el municipio de Acatepec, ubicado en la región Montaña, con apenas el 0.1 por ciento. El único municipio que no registró envío de remesas fue Xochistlahuaca, perteneciente a la región Costa Chica, aunque sí se reportan desplazamientos de población migrante a nivel internacional entre 1995 y el año 2000 (INEGI, 2001b).
En el 2003, las remesas familiares enviadas a Guerrero fueron de 699 millones de dólares y cuatro años después crecieron un 77.4 por ciento alcanzando 1,240 millones de dólares (figura 2.13).
Es notorio apreciar el ascenso de forma ininterrumpida de las remesas familiares desde 2003 hasta 2007. Sin embargo, mientras que del 2005 al 2006 crecieron a una tasa del 23.5 por ciento, para el periodo del 2006 al 2007 perdieron 20 puntos porcentuales. Esta disminución en el ritmo de crecimiento de las remesas familiares es una realidad nacional. El Banco de México (2007) señala que la tasa de crecimiento anual de las remesas cerró en 1.4 por ciento mientras que en el mismo lapso de 2006 el crecimiento anual llegó a 20.4 por ciento en México. Las causas de tal disminución se deben al endurecimiento de las medidas para atenuar la migración ilegal a Estados Unidos, la desaceleración en el sector de la construcción y las expectativas de menor crecimiento en la economía de aquel país.
2.2.2 Impacto macroeconómico de las remesas familiares
Si se compara estos ingresos provenientes del exterior con los ingresos públicos del gobierno estatal es posible apreciar la magnitud e impacto de las remesas familiares en la economía de Guerrero. Desde el punto de vista del equilibrio fiscal, los ingresos deben equipararse con los egresos. Ahora bien, si se comparan las remesas con el presupuesto de egresos de la entidad, convirtiéndolas primero en pesos para luego obtener la relación de proporcionalidad que guardan, es posible medir el impacto de las remesas familiares en términos de los ingresos o gasto del gobierno estatal.
El gasto público del estado de Guerrero se financia primordialmente con recursos provenientes de las participaciones, aportaciones y subsidios federales. Sólo el 3 por ciento de los recursos son producto del esfuerzo recaudatorio del Estado. En el año de 2007 el Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados en Guerrero fue de 25,800 millones de pesos. Esto representó un incremento porcentual del 5 por ciento respecto al año anterior, a precios corrientes. Por su parte, las remesas en el 2007 alcanzaron la cifra de 13 mil 635 millones de pesos. Su crecimiento en términos porcentuales fue de 2.7 por ciento respecto al año anterior, a precios corrientes (tabla 2.2).
Al dividir las remesas entre el Presupuesto de Egresos de Guerrero se observa que esta proporción ha ido en aumento al pasar del 46 por ciento en el año 2004 al 54 por ciento en el año 2006; para el año 2007 hay la pérdida de un punto porcentual. Esto se debió fundamentalmente a la disminución en el ritmo de crecimiento de las remesas.
Los estados que reciben más ingresos por remesas como proporción del PIB son Michoacán (16%) y Zacatecas (9%), seguidos por entidades que no son de gran tradición migratoria, Oaxaca (8%) y Guerrero (8%). La más alta dependencia es de 16 puntos porcentuales del PIB estatal respectivo y el promedio nacional es de 2.7 por ciento. No obstante la alta dependencia de remesas, el Informe sobre Desarrollo Humano. México 2006-2007 (PNUD, 2007) señala que si bien el impacto de las remesas en los hogares es positivo, desde el punto de vista intertemporal y de desarrollo local, regional y nacional, una estrategia basada en las remesas no es el mejor escenario para el desarrollo de Guerrero ni de México.
Las remesas familiares impactan en todos los niveles de las economías de ambos países. Los trabajadores mexicanos indocumentados y legales en Estados Unidos contribuyen con sus cuotas al financiamiento de los sistemas de seguridad social y de pensiones, inclusive con números de seguridad social falsos. Aparentemente estas aportaciones representan un pasivo del sistema de protección social estadounidense con los trabajadores mexicanos. Sin embargo, dadas las condiciones en que se recaudan estos recursos, en realidad se traducen en un subsidio de los trabajadores mexicanos al sistema de aquel país.
La migración internacional por motivos laborales hace que Guerrero se pierda la oportunidad de beneficiarse de la estructura demográfica y de las bajas tasas de dependencia, así como la ampliación de cobertura y fortalecimiento del sistema de protección social. El llamado bono demográfico del país se convertirá pronto en un pagaré demográfico. El estar perdiendo progresivamente fuerza laboral durante las edades de más alta productividad no contribuye al crecimiento de la economía guerrerense, ni a los fondos de protección social. Algunos migrantes volverán al país cuando no puedan ser contratados en Estados Unidos dada su vejez y demandarán servicios de salud, sociales y el derecho a una vida digna (PNUD, 2007).