Alejandro Díaz Garay
El censo estadounidense del 2000 contó un total de 281.4 millones de habitantes residentes en Estados Unidos. De estos, 35.3 millones dijeron ser de origen hispano. Los mexicanos representaron el 7.3 por ciento, los puertorriqueños el 1.2, los cubanos el 0.4 por ciento y otros hispanos constituyeron el 3.6 por ciento del total de la población (tabla 1.3).
1.2.1 Regiones de destino de los emigrantes en Estados Unidos
Los lugares de llegada de los migrantes mexicanos están determinados por los contactos, las relaciones, las amistades, y sobre todo, por familiares. Los jóvenes deciden migrar para probar suerte no tanto por necesidades económicas, pero ignoran que ese viaje puede determinar el rumbo de su vida. La elección del lugar de destino está en función de la extensión y la difusión de la red de relaciones que cada uno tenga; del capital social de cada migrante (Durand y Massey, 2003).
Entre los años de 1990 y el 2000 la población mexicana residente en Estados Unidos creció a una tasa del 52 por ciento, mientras que la población total de ese país creció a tan sólo 13.2 por ciento. De los 20.6 millones de mexicanos el 55.3 por ciento vivía en el oeste, el 31.7 por ciento en el sur, el 10.7 por ciento en la región central y el 2.3 por ciento en el noreste (Census Bureau, 2001).
La migración de México hacia Estados Unidos ha sido mayoritariamente unidireccional, influida por la vecindad entre ambos países. La guerra de 1846-1848 y la cesión de territorio mexicano fueron factores determinantes. En el siglo XX la Revolución Mexicana y la Guerra de los Cristeros propiciaron nuevos desplazamientos hacia el vecino país del norte. La participación activa de Estados Unidos en la I y II Guerra Mundial facilitó la emigración de connacionales durante ese periodo. No obstante, la crisis mundial de 1929 propicio la expulsión masiva de inmigrantes mexicanos radicando en Estados Unidos. La resultante ha sido la pérdida de por lo menos 20 millones de mano de obra hasta el año 2000.
Si bien existen connacionales en los 51 estados que conforman al vecino país del norte, en sólo 4 de ellos se concentra el 76.7 por ciento del total de la población mexicana: California, 8.5 millones; Texas, 5.1 millones, Arizona, 1.1 millones e Illinois, 1.1 millones (Idem.). Este último ha sido el estado predilecto de alguna comunidad guerrerense no determinada, según datos de la encuesta del Proyecto Mexicano de Migración para 71 comunidades, que alcanzó una concentración poblacional de 93.6 por ciento (Durand y Massey, 2003). El principal atractivo ha sido el salario de las industrias y del sector terciario.
En el marco de la globalización neoliberal, la más acabada expresión económica, política y social del régimen de producción capitalista, se han abatido las fronteras de las mercancías, pero siguen las restricciones del libre flujo de mano de obra. No obstante, el flujo de migrantes se duplicó en un lapso de 25 años y el monto de remesas crece todavía a mayores tasas. (Delgado y Favela, 2004).
El censo estadounidense del 2000 también reveló que la ciudad donde mayormente viven mexicanos es el condado de Los Angeles, California (3 millones); en segundo lugar aparece el condado de Harris, Houston, Texas (815,000); en tercer lugar, el condado de Cook, Chicago, Illinois (786,000).