Wilian de Jesús Aguilar Cordero
Tejiendo sueños y tiñendo fracasos: experiencias de mujeres artesanas en una comunidad maya en Yucatán, México .
5.2.1. Introducción
En este apartado analizamos dos momentos importantes en la formación y construcción del grupo Ixchel de mujeres artesanas de la comunidad maya de Sahcabá, Yucatán, México. Primero, se destaca la forma en que las mujeres del grupo lograron llegar a acuerdos con sus cónyuges y pudieron reacomodar sus actividades domésticas, lo que les permitió involucrarse con mayor tiempo en la organización y la administración del grupo. En segundo lugar, se analizan las situaciones que las mujeres enfrentaron, conflictos internos y cómo se concentró la toma de decisiones en una persona. Se explica cómo esta concentración de poder contribuyó a la ruptura y eventual desintegración del grupo. Las situaciones mencionadas son explicadas a partir de las propias experiencias de las mujeres del grupo Ixchel (figura 18).
Como vimos en el capítulo IV, la historia del grupo Ixchel tienen su origen en 1992 con el proyecto “Alternativas agroforestales para la ex zona henequenera” que se sustentó en dos diagnósticos, uno sobre el estado nutricional de la población de Sahcabá, y el segundo sobre aspectos socioeconómicos y necesidades de actividades productivas en la población. De este último diagnóstico surgió la propuesta del proyecto “Diversificación de tejidos de productos de henequén” que fue el pivote para apoyar y fortalecer la propuesta y solicitud de las mujeres interesadas en organizarse como un grupo de productoras artesanales y cuyo objetivo fue incrementar los ingresos familiares a través de la comercialización de productos de henequén y difundir la aplicación de sistemas tradicionales de aprovechamiento de recursos naturales. Es así como en el mes de Febrero de 1994 en Sahcabá se crea el Grupo de Tejedoras de Henequén que posteriormente se llamó Ixchel, sus cinco fundadoras realizaron actividades como la hechura de cortes más finos y diseños con bordados en productos como carpetas, bolsas, juegos de manteles, portavasos y cigarreras; y pruebas de obtención de tintes naturales a partir de especies vegetales como el chukum (Habardia albicans), tzalam (Lysiloma latisiliquum), zapote (Pouteria mammosa), cho´o´ (Dalea scandens vco. paucifolia) y achiote (Bixa orellana).
En cuanto a la organización del grupo acordaron reunirse una vez a la semana para la distribución de actividades, discusión de problemas y planteamiento de soluciones. Asimismo a través de PROTROPICO se gestionó un apoyo inicial otorgado en 1994 por el Programa de Acción Forestal (PROAFT) para la compra de materia prima y herramientas de trabajo. También aprendieron a través de la capacitación de PROTROPICO mejorar el teñido con tintes naturales, identificar y localizar las especies de tintes en el monte. Elaboraron muestrarios de tejidos artesanales de fibra de henequén (sosquil) teñidos a partir de raíces y cortezas arbóreas, como el tamay (Zuelenia guidonia) y el choluul (Apoplanesia paniculada), así como un muestrario de productos terminales.
La organización del grupo permitió a las mujeres artesanas participar en diversas ferias artesanales organizadas por el Gobierno del Estado de Yucatán a través de instituciones como la Casa de las Artesanías; ventas directas en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootencia (FMVZ) y en la misma población de Sahcabá. A fines de 1997 la Asociación Mexicana de Arte y Cultura Popular A.C. (AMACUP) establece contrato con el grupo Ixchel para comprar sus productos pero con la condición de manufacturar sólo diseños de ésta empresa, que no muy convencidas las mujeres aceptaron. La producción del grupo estaba más encaminada al turismo nacional y era entregada a esta comercializadora. Sin embargo, ellas continuaban vendiendo en pequeña escala al comercio local, en ferias y en sus hogares; aun hoy de manera individual comercian en sus casas algunos productos.