Wilian de Jesús Aguilar Cordero
Las actividades de investigación, docencia/capacitación y vinculación/promoción están muy relacionadas a la problemática rural regional y ya se han logrado aportar algunas soluciones viables a las necesidades del entorno. Después de más de diez años PROTROPICO es reconocido en la región por los diversos actores, un ejemplo de lo anterior son las solicitudes que se reciben para apoyar diversas actividades, que van desde solicitudes de asesoría a grupos campesinos como de consultoría a instituciones que inician sus actividades en la Península de Yucatán.
Las metas propuestas al inicio de PROTROPICO se han logrado y se han iniciado algunos cambios, tales como, a partir del 2000 se decidió seguir el funcionamiento con base en los proyectos de investigación en desarrollo y los que fueran aprobados durante el 2000. Se ha coordinado la elaboración de los Ordenamiento Ecológicos Territoriales del Estado de Yucatán y de los Municipios de Mérida, Umán y Kanasín, así como consultorías para los diagnósticos realizados por el Banco Mundial para el establecimiento del Corredor Biológico Mesoamericano, lo que ha llevado trabajar en regiones nuevas (Zona Costera y Calakmul) y durante el 2003 se inició el proceso de conformación de Cuerpos Académicos.
Dentro de las líneas de Investigación del Cuerpo Académico Manejo y Conservación de Recursos Naturales Tropicales (PROTROPICO) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UADY, se tienen:
a) Agroecología Tropical y
b) Rehabilitación de ecosistemas.
4.2.2. PROTROPICO-UADY. Inicios del proceso de intervención comunitaria en la comunidad maya de Sahcaba: los grupos Yaxcol e Ixchel.
La historia del vínculo de PROTROPICO-UADY-Mujeres artesanas de Sahcabá inicia en 1992 con el proyecto “Alternativas agroforestales para la zona henequenera”. Dos años después se realizaron dos actividades de investigación en Sahcabá: “Diagnóstico del Estado Nutricional de la población” y “Diagnóstico rural participativo de la población”. Con el diagnóstico rural se conocieron las actividades productivas de la comunidad y se determinaron opciones productivas para ayudar a la gente (Medellín et-al, 1994). Una fue el proyecto “Diversificación de tejidos de productos de henequén” que fue el pivote para apoyar y fortalecer la propuesta y solicitud de las mujeres interesadas en organizarse como un grupo de productoras artesanales y el otro grupo fue el de campesinos milperos que se interesaron en la propuesta de trabajar la milpa intensiva a través de abonos verdes y cultivos de cobertera (Figura 5).