Susana Delfina Bautista Alvarado
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP
(226 páginas, 1.12 Mb) pulsando aquí
3.1.3.2.4. Delegación
Dirigir es complejo ya que para obtener resultados se ha de organizar el trabajo de empleados y colaboradores. Difícilmente se puede hacer todo el trabajo de una dirección, jefatura o sección, tiene que distribuir las tareas y permitir que otro tome decisiones en cuanto a la tarea asignada, con la finalidad de tener tiempo para realizar aquello que solo el directivo puede ejecutar.
Se delega autoridad cuando un superior otorga libertad a un subordinado para tomar decisiones. El propósito principal de la delegación es hacer posible la organización. Es claro que los superiores no pueden delegar autoridad que no poseen y tampoco pueden delegar toda su autoridad.
El proceso de la delegación implica: a) determinar los resultados que se esperan, b) asignar tareas, c) delegar autoridad para llevar a cabo las tareas, d) asignar responsabilidad derivada de la ejecución de la tarea.
3.1.3.2.5. Evaluación
La evaluación constituye una herramienta de dirección imprescindible en la actividad administrativa. En esta relación la dirección busca siempre un fin eminentemente práctico e impactante, a partir de obtener resultados, de ahí, que pone en acción su habilidad de evaluación para conocer que tan bien o mal está logrando sus propósitos y poder tomar las medidas oportunas, ya sea para la retroalimentación, la reformulación o cambio de acciones.
La evaluación es considerada en esta investigación como una estrategia que relaciona el comportamiento del sujeto con las estrategias de la organización, para reconocer y determinar las dinámicas diversas en el desarrollo de la tarea eficiente y asertiva en la organización.
3.1.3.2.6 Liderazgo
El liderazgo como ya se había mencionado es una habilidad que forma parte de la función de dirección. En una organización formal, un director es el responsable de ejercer las funciones que integran la administración tales como, la planeación, la organización, el control y la dirección. Siendo está última en la que la habilidad de liderazgo se requiere desarrollar con el objeto de que emerja el líder a partir de aplicar el liderazgo, (ver figura 3.2). Ya que las actividades administrativas son como capullos latentes hasta que el líder estimula el poder de motivación en las personas y las guía hacia el logro de las metas. Es evidente que las formas de dirigir y liderar en la actualidad se integran y son diferentes a las que se dicen en forma tradicional, es decir ya no únicamente se ordena y manda, sino además se convence, y participa con los otros.
La dirección y el liderazgo son diferentes y a la vez se integran, aún cuando en las definiciones sobre liderazgo no se aprecia con claridad, se considera que Warren Bennis ha sido un autor que precisa a partir de considerar los roles de director y líder al manifestar las diferencias entre estos (ver tabla 3.1).
El liderazgo es el aspecto humano de la dirección, y se puede decir que la forma de ejercer dicho liderazgo es el estilo, por su parte dice Keith David es la habilidad para persuadir a otros a que busquen objetivos definidos con entusiasmo.