Tesis doctorales de Economía


TERRITORIO, ESTADO Y SOCIEDAD EN CHILE. LA DIALÉCTICA DE LA DESCENTRALIZACIÓN: ENTRE LA GEOGRAFÍA Y LA GOBERNABILIDAD

Sergio Boisier Etcheverry


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1.3. Planteamiento del trabajo, visión a vol d´oiseau de la historia pertinente y metodología

La dialéctica descentralización/centralismo no se habría resuelto a favor de una incipiente descentralización y regionalización del país, si no hubiese aparecido un “deus ex machina”, un demiurgo, una suerte de elemento catalítico, que sacude casi simultáneamente la naturaleza física del país y también su práctica política, e introduce secundariamente un elemento de carácter más técnico, pero no por ello menos importante.

Se trata, por un lado, de los desastrosos terremotos y maremotos de 1960 (el sismo de mayor intensidad registrado en la historia conocida de la humanidad) y por otro, pocos años después, del cambio sustancial en el “proyecto nacional” de Chile.

La situación catastrófica en nueve provincias del Sur del país en 1960 empuja al gobierno de la época a reestructurar el Ministerio de Economía para adicionarle tareas de Fomento y Reconstrucción al tiempo que además se entrega a la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) responsabilidades en dicha reconstrucción al designarla como Secretaría Técnica de los recién creados Comités Provinciales de Desarrollo (COPRODE´s), especie de “consejos público/privados de desarrollo” en cada una de las 25 provincias de la época. Para dar sustento a su labor la CORFO procede a firmar un amplio Convenio de Cooperación Técnica con la Universidad de Chile a fin de disponer de un respaldo técnico a su encomienda. 5 Los estudios de la Universidad de Chile– particularmente en la región denominada en ese momento como Región VAC, por Valparaíso, Aconcagua, y Coquimbo (provincias componentes), sirvieron de semillero de ideas y de “in job training” para un grupo de profesionales que posteriormente asumirían importantes funciones en la planificación regional. Por lo demás, ya en los años cincuenta la CORFO había hecho el primer levantamiento de cuentas sociales regionales en Chile, específicamente en la provincia de Magallanes y en 1950 había publicado la monumental Geografía Económica de Chile, obra en la cual se identificaban seis regiones en el país.

La misma Universidad de Chile, a través del Centro de Planificación (dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas) se había adentrado desde fines de los cincuenta en el tema regional e igual cosa haría en los sesenta la Universidad de Concepción, también empujada por un convenio con CORFO.

Por otro lado, la campaña presidencial que llevó a Eduardo Frei Montalva a la jefatura del Estado desde 1964 hasta 1970 (y su campaña frustrada de 1958) convocó exitosamente a una proporción significativa de la intelligenztia del país, con una importante presencia de economistas y entre ellos la eminente figura de Jorge Ahumada, un destacado intelectual de la CEPAL y un connotado especialista en desarrollo económico. Ahumada escribió y publicó un libro: En vez de la miseria, (1957), un notable ensayo sobre el subdesarrollo chileno y una provocativa propuesta de cambio, asumida por el candidato como una verdadera plataforma electoral; de hecho, una vez en el gobierno, Frei crea la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) para poner en práctica su propuesta de gobierno (incluso se dice que esta oficina habría sido creada “para” Jorge Ahumada, el que lamentablemente falleció a poco andar). Ahumada propuso la creación de cuatro polos de crecimiento a lo largo del país (en Antofagasta, Valparaíso, Concepción, y Puerto Montt) para lograr un crecimiento geográficamente más balanceado puesto que él mismo apuntaba al centralismo productivo como uno de los escollos para el desarrollo nacional. En 1962, durante la campaña presidencial, se realizó en la ciudad de Santiago (6/9 de diciembre de 1962) un Congreso Nacional de Profesionales y Técnicos de la Democracia Cristiana e Independientes, en apoyo a la candidatura presidencial de Eduardo Frei Montalva, en el cual se reclamó por:… “descentralizar territorialmente los poderes de decisión en todos los servicios administrativos, mediante la creación de zonas, a cargo de jefes responsables, legalmente facultados para resolver en definitiva los asuntos normales u ordinarios propios del servicio, que se susciten o planteen en su territorio” (sublineado de este autor).

También la CORFO firma un convenio con la Universidad de Concepción, en el marco del cual se prepara un estudio sobre la (posterior) Región del Bío-Bío.

Las deliberaciones del Congreso fueron conocidas con el título de El Libro Azul del Gobierno de Frei (el color azul es el color emblemático de la Democracia Cristiana, el partido de Frei), aunque su título exacto era Informe preliminar para un programa de gobierno de la democracia cristiana (1962). Si bien el planteamiento era una reacción en contra del exagerado nivel burocrático de la administración pública chilena, de todos modos engarzaría bien con la propuesta más propiamente económica de los polos de crecimiento de Ahumada. Un año después, en el mes de Noviembre, se realizaría en Concepción, segunda ciudad de Chile y primera en su regionalismo histórico, un Congreso de Planificación Regional, también dentro del contexto de la campaña presidencial de Frei, reunión en la cual se consolidó la idea de una región compuesta por las provincias de Concepción, Ñuble, Arauco, Bío–Bío, y Malleco.

De este Congreso de Planificación Regional emanó un documento seminal–Bases para un plan de desarrollo económico y social de la región–también conocido como El libro verde (en una alusión al carácter forestal de la región) del cual es importante destacar algunas de sus ideas. En primer lugar, la definición de región la que, a partir de la definición dada por el Diccionario de la Lengua Española (18.a edición), será completada al señalarse: “En resumen, lo que permite definir una región y, por tanto, lo que la caracteriza, son su clima, su topografía, su producción, su población, su cultura, su historia, etc. Estos elementos de homogeneidad sirven para diferenciar entre sí las diversas áreas regionales”.

Más adelante el informe hace suya una conceptualización de un importante arquitecto de la época quien desde el Ministerio de Obras Públicas sostenía: “…la región es una unidad muy particular: una especie de ente vivo, caracterizado, capaz de desarrollarse, que puede vegetar o morir. Tiene relaciones con otros entes–las regiones vecinas–con las cuales puede ayudarse y completarse o tratar de absorberse mutuamente.

¿En qué otro país, con excepción de Chile, era necesario en esa época presentar un certificado con respaldo notarial para atestiguar que se estaba vivo al momento de efectuar personalmente un trámite cualquiera ante el Estado?

Esos entes regionales pueden estar latentes, activos o simplemente nacer de un esfuerzo técnico considerable. La condición de orgánico no debe interpretarse como que son capaces de vivir por sí solos. Esto quiere decir que son solamente órganos completos, pero que cumplen con funciones parciales que deben ser complementadas entre sí”. Finalmente el Congreso afirma la idea de una Unidad del Bío–Bío, es decir, de una región conformada por las provincias de Ñuble, Concepción, Arauco, Bío–Bío, y Malleco, con el río Bío–Bío como elemento simbólico y estructurante, que devendrá en la principal región chilena en la primera regionalización y que continuará siéndolo aún después de la segregación de la provincia de Malleco (para conformar con la provincia de Cautín la actual Región de la Araucanía) hecha durante el Gobierno Militar.

Es importante recordar también que Eduardo Frei–antes de iniciar su carrera propiamente política–había ejercido como Director del diario El Tarapacá en la ciudad de Iquique, en el Norte de Chile, y había escrito en esa época un libro: Chile desconocido, (1937) en el cual denunciaba el asfixiante peso de la capital sobre las provincias. Frei Montalva tenía una predisposición a favor de un nuevo arreglo geográfico/administrativo del país que contrabalanceara el predominio de la capital y eso explica su propuesta de reforma constitucional al inicio de su administración (propuesta aprobada en la Cámara de Diputados pero rechazada en el Senado y que modificaba el régimen de gobierno y administración interior del país creando regiones). Había pues en el gobierno, un clima favorable a una iniciativa regionalizadora.

Parece necesario reproducir algunos párrafos del libro de Frei Montalva, escrito en 1937, como un homenaje a la lucidez de este estadista: “Desde luego hay un fenómeno espiritual, una actitud en el provinciano que es profundamente perjudicial para el presente y para el provenir de su propia personalidad como ser individual y para su región como elemento colectivo: un complejo de inferioridad diríamos” (1937:126). […] “No creemos que esto sólo se alcance con una especie de descentralización administrativa exclusivamente. Es preciso que toda la vida nacional tienda a descongestionarse dando personalidad y responsabilidad a las regiones diferentes. Pero esto en forma graduada” (op.cit.: 131). Y más adelante señala con prudencia ejemplar: “Esto indica que en esta materia hay que proceder con cautela sin perder los beneficios de una centralización que permite la unidad en la acción y una descentralización que permita la multiplicidad, que es la vida misma” (op.cit.: 131). Agrega: “Consejos económicos regionales, o corporaciones cuyas facultades se estudiarían detenidamente, serían de manifiesta utilidad […] A todo esto debiera agregarse la descentralización de ciertos servicios que pueden y deben considerar mejor las provincias” […] Pero no sólo es una descentralización económica y administrativa. También hay que cuidar del aspecto cultural mejorando los establecimientos y enviando verdaderas misiones culturales 9 (op.cit.: 135). Y termina diciendo: “Claro es que todo este proceso descentralizador no debe hacer perder la unidad nacional” (op.cit.; 136).

Fue necesario esperar treinta años para que el Estado chileno se hiciera cargo de este lenguaje humanista.

No deja de ser curioso que actualmente–2005–el Ministerio de Cultura ha puesto en práctica una iniciativa denominada Sismos Culturales Regionales, verdaderas expediciones culturales a las regiones.

“Únicos en la variedad, variados en la unidad”, se podría decir, como lo hace Umberto Ecco en El nombre de la rosa. La cita de Frei se justifica tanto por la visión de hombre de Estado del posteriormente Presidente Frei Montalva como por el presidencialismo cesarista chileno en el cual la visión y la conducción del Jefe de Estado son decisivas.


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