Tesis doctorales de Economía


TERRITORIO, ESTADO Y SOCIEDAD EN CHILE. LA DIALÉCTICA DE LA DESCENTRALIZACIÓN: ENTRE LA GEOGRAFÍA Y LA GOBERNABILIDAD

Sergio Boisier Etcheverry


Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP (339 páginas, 2.01 Mb) pulsando aquí

 

 

 

B) Tres preguntas centrales

Hay tres preguntas centrales que deberán ser dilucidadas en el curso del texto: i) ¿qué explica que la geografía del país demande descentralización?; ii) ¿qué explica que el Estado chileno se construya en torno a un centralismo recalcitrante?; iii) ¿cómo se explica la síntesis contemporánea? De las respuestas debería surgir una explicación de la situación actual de Chile en materia de descentralización, trunca, como podría denominarse, pero que aún así, logra resquebrajar la férrea estructura centralizada del Estado, aún cuando el apego a una concepción del Estado, unitaria en extremo hasta hoy, no haya podido ser modificada.

No obstante que la geografía y la historia mantienen una fuerte recursividad en el tiempo, a veces es la geografía la que genera hechos y a veces son los hechos los que afectan la geografía, la dialéctica entre ellas –que acá se postula como una tesis central– obliga sumergirse con cierta profundidad en ambos campos a fin de entender a cabalidad la situación actual en materia de regionalización, descentralización, crecimiento, y desarrollo en el territorio. Ello explica sendos capítulos de esta obra dedicados a estos temas. Después de todo no puede haber sido meramente casual el hecho de que hasta hace poco, en este país, la carrera universitaria profesional de pedagogía en historia era al mismo tiempo pedagogía en geografía; no existía, como hoy, la profesión de geógrafo como tal, ni la de historiador a secas.

Así, sin ser historiador, sin ser geógrafo, la naturaleza de la obra obliga a quien escribe a intentar un enfoque transdisciplinario, en el cual los dos campos citados se entrecruzan, además, con la economía, la sociología, la psicología, la politología y el derecho. No se trata, como puede apreciarse, de un esfuerzo menor. Hay que entender el desarrollo de esta obra como una muy modesta contribución a generar un cognitivismo polivalente en ciencias sociales aplicadas que, preciso es reconocerlo, harta falta hace. Hay que entender la economía aplicada como una praxis interactiva entre varios campos disciplinarios.

Como economista profesional me siento muy identificado con la definición keynesiana de este tipo de profesional: “Debe ser, de algún modo, matemático, historiador, estadista, filósofo; manejar símbolos y hablar con palabras; contemplar lo particular desde el prisma de lo general, abordar lo abstracto y lo concreto con el mismo vuelo de la idea. Debe estudiar el presente a la luz del pasado y con la vista puesta en el futuro”, una cita reproducida por Cuadrado et. alli. (1999:xx) en Introducción a la Política Económica.

Todas estas características atribuidas por Lord Keynes al economista estarán de un modo u otro presentes en este trabajo. Es notable que esta cita se reproduzca en un texto, magnífico por lo demás, que emana de un Departamento de Economía Aplicada, que tiende, como todos ellos, a mostrar una preferencia por el formalismo aritmético, matemático y modelístico, lejos del pensamiento del economista inglés, quien sin duda sostendría que la economía aplicada es, como su propio nombre lo indica, cualquier puesta en práctica de principios derivados de la teoría económica, es cierto, pero siendo igualmente cierto que es imposible pretender aislar dicha aplicación de su obvia interrelación con los seres humanos y con su conducta individual y colectiva; nadie reacciona a un alza de precios exclusivamente por la racionalidad económica. Mal que mal, Douglass North mereció un Premio Nóbel por sostener la capacidad sólo relativa de la ciencia económica para explicar las decisiones de las personas.

Ni Smith, que no era un economista profesional, ni Marshall ni Keynes ni Schumpeter ni Hirschmann ni Sen han privilegiado el formalismo cuantitativo por sobre el razonamiento. Es cierto que la economía tiene pretenciones de ciencia, pero de ciencia social, no de ciencia dura, pero también es cierto que no puede, la ciencia económica, quedarse sólo en el discurso por bien estructurado que éste sea; muchas hipótesis deben ser sometidas a falsación empírica, aunque muchas otras no son susceptibles de verificaciones fáciles. En el mundo de la ciencia económica también se produce una división del trabajo, entre quienes proponen ideas o nuevos enfoques (epistemólogos) y quienes se ocupan de la información, la formalización, la interpretación de datos y en definitiva, de probar o rechazar aquello que vale la pena someter a la verificación empírica cuidadosa.

Al escribir esta Tesis he tenido siempre presente las observaciones y prescripciones de Humberto Eco en Cómo se hace una tesis (2005) y en particular los criterios para evaluar la cientificidad (pp.43/48): a) la existencia de un objeto (de investigación) reconocible y definido de tal modo que también sea reconocible por los demás. En este caso el objeto es la política territorial seguida por Chile en los últimos cuarenta años; b) la 1 Hay una tercera edición de este texto, fechada en el año 2005.

Ciertamente se dirán cosas en el texto que jamás han sido dichas en relación al objeto, como por ejemplo, la característica de ser la política territorial chilena el resultado de una casualidad lateral; c) la investigación tiene que ser útil a los demás. Se supone que cualquier avance que clarifique la verdadera naturaleza de la cosa investigada constituye una ayuda para otros que deseen incursionar en el tema, ya sea como investigadores o como practitioners ; d) la investigación debe suministrar elementos para la verificación y refutación de las hipótesis que presenta, cuestión que se resuelve mediante el recurso a la historia escrita y oral así como a la información fáctica, que respalda la afirmación o la tesis de la escasa efectividad de la acción pública en este caso.

El lenguaje usado en este “discurso doctoral” tiene un contenido quizás no menor de metáforas. Muchos ven en la metáfora una figura decorativa y ornamental del lenguaje, impropia del lenguaje “científico”. No obstante, “figuras literarias como la metáfora han sido esenciales para la creación de conceptos, pues buena parte de los conceptos nuevos de la ciencia y de la filosofía se han creado mediante metáforas” (Betancur; 2006, 10) Al escribir esta Tesis también me he adcrito al postulado de Wallerstein (1999) acerca de la naturaleza histórica de los sistemas complejos y viceversa.

En efecto, señala Wallerstein: “Sin embargo parece obvio que lo que es histórico es sistémico y lo que es sistémico es histórico. Todos los fenómenos complejos tienen reglas, fuerzas constrictivas, tendencias o principios rectores, es decir, estructuras. Cualquier estructura real (en contraposición a estructuras imaginarias) tiene particularidades debido a su génesis, su historia de vida y su entorno, y por ende tiene una historia que es clave para su manera de funcionar. [Los sistemas históricos] tienen tres características definitorias: son relativamente autónomos, o sea, funcionan en esencia en términos de las consecuencias de sus procesos internos; tienen límites temporales, es decir, tienen principio y fin; tienen límites espaciales, aunque este espacio puede cambiar en el transcurso de la vida”. Se verá más adelante la forma cómo estos juicios se aplican a la investigación en curso.

Muchas personas, colegas, amigos, funcionarios, colaboraron amicalmente entregando información, acceso a documentos y aportaron comentarios que han enriquecido el estudio. Todos participan de los méritos, si los hay, pero sólo el autor es responsable por los deméritos, que seguro los hay. A riesgo de omisiones involuntarias, Florencio Ceballos, Bernardino Sanhueza, Eduardo Palma, Fernando Ordóñez, Federico Arenas, José Abalos, Iván Silva, Pablo Matus, (sin cuya ayuda no habría podido adentrarme en la historia de la geografía chilena), John Friedmann, Walter Stöhr (ambos, maestros y amigos), todos cuentan con mi gratitud y amistad.

He tenido la extraordinaria suerte de contar con profesores–amigos de tremenda importancia en este desafío: Rubén Garrido Yserte, Tomás Mancha Navarro y, sobre todo, Juan Ramón Cuadrado Roura, principal responsable de haberme incitado a esta aventura intelectual. Mi gratitud es muy grande con ellos, pero es todavía inferior a mi amistad.

En el año 1964 me gradué como economista en la Universidad de Chile y en el año 1967 obtuve un Master in Regional Science en el Departamento de Ciencia Regional en la Universidad de Pennsylvania en los Estados Unidos y ahora, cuarenta años más tarde pretendo un Doctorado en la Universidad de Alcalá. Toda una aventura.

Esta aventura académica e intelectual está dedicada a Antonia e Ignacia; ambas aprenderán que, sin importar cuándo, siempre es posible plantar un nuevo árbol y escribir otro libro.

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE CHILE 2005 Artículo 3 EL ESTADO DE CHILE ES UNITARIO La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada, o desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley.

Los órganos del Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del país y el desarrollo equitativo entre las regiones, provincias y comunas del territorio nacional.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios