Sergio Boisier Etcheverry
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Como muchos especialistas en diferentes campos, quien escribe fue requerido durante la campaña presidencial de la actual Presidenta, para hacer llegar sugerencias sobre su especialidad a fin de ayudar a configurar el programa de gobierno. En el entendido que las proposiciones enviadas mantienen intacta su validez, en parte quizás por no haber sido tomadas en cuenta, son reproducidas acá.
BREVES SUGERENCIAS PARA UNA POLÍTICA DE DESCENTRALIZACIÓN REGIONAL EN CHILE
1.– Se da por descontada la necesidad de avanzar en el plano político/institucional mediante la elección popular de los Consejeros Regionales a lo menos, y de un Presidente Regional jurídicamente diferente del Intendente que seguirá a cargo de la representación del Estado y del Presidente de la República en la región; en una primera instancia este Presidente podría ser elegido por los Consejeros o designado por el Presidente de la República de entre una terna propuesta por el Consejo.
2.– Parece indispensable elevar el nivel profesional (en términos de conocimiento contemporáneo sobre los procesos de crecimiento económico y desarrollo societal) de la tecno–burocracia pública regional. Para ello el Estado debe convenir una asociación de largo plazo con la AUR (Asociación de Universidades Regionales) para establecer un programa de postgrado (diplomado y maestría) en estas materias. Esto es una deuda pendiente por parte del Estado que data desde la década de los sesenta. Hay que recordar el exitoso programa ODEPLAN/UCATÓLICA para preparar especialistas en proyectos, a modo de ejemplo.
3.– La “cuestión regional” sigue, después de cuarenta años, siendo un tema de las élites y no de la ciudadanía. Hay que trasformar el tema en un tema ciudadano y ello requiere de una sistemática campaña de divulgación y de fundamentación de las ventajas de la descentralización.
4.– Casi no se ha avanzado, y ello está relacionado con el punto anterior, en la cultura regional como base de un sentimiento de fuerte identidad regional; a lo sumo, la reiteración de un discurso ha provocado una cierta autoreferencia numérica de la gente a su región (“soy de la quinta”), algo que suscitaría la admiración de Pierre Bourdieu, si estuviese vivo, porque sería difícil encontrar una prueba más convincente de la validez de su teoría acerca del poder y capital simbólico, pero que se transforma, en el caso comentado, en una deformación grotesca de la construcción del ser. El ser humano es el único ser al cual se le va el ser en la construcción de su ser dijo Heidegger. No podría afirmarse que hay una ausencia completa de culturas locales, puesto que existen a nivel de provincias y/o de localidades, de manera que se dispone de una materia prima que requiere de difusión, socialización y de sincretismo regional.
5.– Hay que colocar el tema territorial en su intersección con el tema de la desigualdad en la distribución del ingreso interpersonal y con la equidad, porque éste sí es un tema que preocupa a la sociedad. Para ello son más importantes los argumentos que muestran la validez de la intersección que las cifras empíricas y los sofisticados análisis de convergencia.
6.– Hay que colocar el tema territorial en la intersección con el tema del comercio internacional, la globalización y los TLC, haciendo ver las oportunidades de beneficios regionales, que por lo demás, ya comienzan a ser evidentes.
7.– El Estado debe ser mucho más potente en estimular la investigación científica pertinente a cada región o grupo de regiones, premiando decididamente la asociatividad entre los sistemas de I&D y productivo.
8.– La posibilidad de asociación entre los gobiernos regionales y el sector privado para promoción del desarrollo regional no debe quedar limitada a actividades sin fines de lucro. Necesidad de sociedades mixtas para hacer negocios, como desarrollo de infraestructura, o desarrollo urbano, o desarrollo turístico.
9.– La cuestión territorial es por definición transversal; se requiere de una suerte de Ministro Encargado del Desarrollo Territorial que se ubique como asesor presidencial por sobre el MIDEPLAN y la SUBDERE y hay que elevar el nivel profesional de ambas entidades.
10.–Hay que diseñar una política territorial que devuelva al Estado su competencia irrenunciable de hacer conducción territorial.
Ahora hay que agregar que hasta el momento de escribir estas líneas (mediados del 2006), se ha escuchado en Chile con profusión la expresión “gobierno ciudadano”, tanto por parte de personeros del propio gobierno que apuntan con ello a la instalación de un gobierno “cercano a la gente”, o sea, muy sintonizado con lo que la población anota como preocupaciones principales, como por parte de la oposición, que pregunta: ¿qué es esto?, ¿acaso un gobierno al margen del Parlamento y al margen de los partidos políticos? En cualquier caso la expresión “gobierno ciudadano” evoca, qué duda cabe, un modo de hacer gobierno más descentralizado, la forma más obvia de estar “cerca de la gente” y, por cierto entonces, un gobierno más territorialmente descentralizado.
Pero hay algo de “wishful thinking” en esto ya que la actual Presidenta no fue particularmente explícita con respecto a la dupla descentralización/desarrollo regional durante la campaña presidencial ni tampoco durante los primeros meses de su gobierno; este tema no formó parte de las primeras cien medidas de gobierno tomadas al cabo de los primeros noventa días de ejercicio, excepción hecha del lanzamiento de las Agencias Regionales de Desarrollo Productivo, algo no menor.
Sin embargo, el Consejo Nacional para la Regionalización y la Descentralización (CONAREDE), una asociación de la sociedad civil que agrupa a personas de relevancia en el tema, ha publicado un documento del cual se extraen los párrafos siguientes, los que reflejan un inclaudicable optimismo que parece buscar y quizás haber encontrado respaldo en acciones concretas. Quien escribe coincide en gran medida con la posición de esta entidad y por tanto hace suyo el texto siguiente.
El programa de Gobierno de la Presidenta de la República comprometido por la Presidenta Michelle Bachelet con la ciudadanía y el futuro de Chile, expresa claramente una voluntad de iniciar un nuevo estilo de hacer política y una nueva etapa en la política de desarrollo del país, para lo cual compromete la creación de “Agencias Regionales de Desarrollo”, con carácter prioritario, dentro del plazo de los primeros 100 días de Gobierno.
Tanto durante como después de la campaña, Michelle Bachelet ha puesto explícitamente de manifiesto su voluntad de instaurar un nuevo estilo de hacer política. Se han resaltado las citas provenientes tanto de la propia candidata como de su programa de gobierno.
“un gobierno más cercano a la gente”, “…con sello ciudadano”, “disminuir las brechas sociales y territoriales”, “más poder y oportunidades para las regiones”, para lo cual ha designado a un nuevo equipo de colaboradores, con nuevos ideas e impulsos.
La voluntad explícita de iniciar una nueva etapa de la política de desarrollo del país, con nuevos impulsos, de no hacer más de lo mismo, se expresa, entre otros, en los siguientes componentes del programa de Michelle Bachelet: “Chile ha retomado con fuerza la senda del crecimiento, sustentándose en una fuerte base institucional, política y económica…Tenemos hoy la oportunidad histórica de convertir lo que podría ser un impulso transitorio en un factor de desarrollo duradero. Chile debe innovar en torno a sus ventajas comparativas invirtiendo en ciencia, tecnología aplicada y formación de recursos humanos.” A su vez, el propósito de crecer más y mejor y de reducir las disparidades y de fortalecer la capacidad de emprendimiento, gestión y productividad, particularmente de las PYMES, y de hacerlo en un mejor balance territorial del desarrollo y en el entorno concreto de las empresas, reiteradamente se pone de relieve en el programa: “Chile deberá potenciar fuertemente sus pequeñas y medianas empresas y también nuevas empresas. De allí emergen emprendedores, que con sus nuevas ideas y productos aumentan la competitividad. La política hacia las Pymes no será asistencial, sino una política de desarrollo.” También se hace explícita la intención de profundizar el proceso de descentralización y de fortalecer las capacidades de gestión autónoma de las comunidades locales y regionales: “El desafío hoy es que las regiones y comunas y su gente dispongan de las capacidades y las herramientas para gestionar su destino. Ese es el desafío que asumiré en el próximo gobierno de la concertación”.
El compromiso de Michelle Bachelet con un desarrollo armónico de Chile, con una significativa reducción de las desigualdades sociales y territoriales, también se puso de manifiesto en el compromiso solemne que suscribió el 24 de Mayo 2005 con el Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile, CONAREDE. Este compromiso comprende un conjunto coherente de 10 Reformas Estratégicas de Regionalización, en el plano político, económico, administrativo y de mayor participación ciudadana, y las correspondientes 30 medidas para su puesta en práctica (www.conarede.cl).172 Como principal medida para mejorar la institucionalidad para el desarrollo territorialmente equilibrado, el programa de gobierno de Michelle Bachelet compromete, específicamente.
“…mejoraremos la coordinación de las instituciones de fomento en las regiones y los fondos del FNDR. Para ello se crearán las Agencias Regionales de Desarrollo en todas las regiones del país. Una prioridad de estas agencias será coordinar los diversos programas de apoyo a las PYMES en el nivel regional mejorando al acceso para los usuarios y mejorando la efectividad de los programas.” Es decir, establece claramente la necesidad de crear, en cada región, una oferta estatal mejor organizada y coordinada, un mejor entorno para el tejido empresarial, pertinente a las necesidades de cada sistema productivo local y regional En el Plan de las 36 medidas prioritarias comprometidas para los primeros 100 días de Gobierno, a su vez se establece: “Crearemos nuevas Agencias de Desarrollo Regional por Región y Provincia” Por su parte, a lo menos cuatro de las 10 Reformas Estratégicas de Regionalización suscritas por Michelle Bachelet con el CONAREDE173 se relacionan directamente con el sentido y organización que debe caracterizar a las Agencias, como son: • Incentivos a la Inversión Regional • Reconocimiento a la Diversidad de los Territorios, como principal riqueza y potencial para el desarrollo de Chile y su competitividad global • Flexibilización de la Institucionalidad Pública, con introducción de criterios de diferenciación territorial en sus políticas e instrumentos.
• Creación de Servicios Públicos y Fondos de dependencia Regional, traspasando a los Gobiernos Regionales la capacidad de articular territorialmente sus principales recursos y decisiones.
Por lo tanto, estas reformas comprometidas establecen un marco estratégico coherente para la creación de un instrumento nuevo, con la misión y nombre de Agencias Regionales de Desarrollo, la que, consecuentemente, deben ser capaces de adecuarse en forma diferenciada a las variadas realidades y a la rica diversidad característica de los territorios regionales, de articular los diferentes instrumentos públicos de aplicación local, y de cumplir con el principio de dependencia regional, ciertamente dentro del marco de políticas generales establecido en el nivel central.
El compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet de crear Agencias Regionales de Desarrollo en cada región de Chile, abre una oportunidad inédita e histórica de instalar, en estrecha interacción con los respectivos actores del desarrollo local y regional eficientes “Sistemas Regionales de Innovación para el Desarrollo”, adecuados a los retos de la actual etapa de desarrollo del país. En tal sentido, estas Agencias se entienden como instrumentos regionalmente diferenciados, descentralizados y articuladores de nivel meso–regional, que concebidos de este modo, permitirán, por primera vez: • Instalar redes de inteligencia competitiva en cada región de Chile, vinculadas con las potencialidades singulares de su respectivo entorno.
Dichas reformas también fueron suscritas por los otros tres candidatos presidenciales así como por el 90% de los Senadores y Diputados electos en regiones, hecho que crea condiciones propicias para construir una Agenda Concordada de Reformas de Regionalización entre el Gobierno, el Parlamento (Concertación y oposición).
• Institucionalizar el enfoque sistémico territorial como primer y principal marco de referencia para las iniciativas diferenciadas de innovación y desarrollo local y regional • Lograr la necesaria articulación y el consecuente efecto sinergético entre los diferentes instrumentos de planificación, fomento y desarrollo, en su mayoría dispersos, descoordinados y con frecuencia sobrepuestos entre sí.
• Fortalecer significativamente la asociatividad público–privada–académica • Acoplar las pequeñas y medianas empresa con las líneas de desarrollo de mayor potencial de desarrollo de cada región.
• Construir políticas de desarrollo de largo plazo en los territorios Todo ello permitirá abrir más y mejores oportunidades de desarrollo en cada región, aprovechar en plenitud todo su potencial endógeno, tanto natural y productivo como humano e institucional, a partir de los recursos disponibles, generar mejores niveles de empleo productivo de calidad y una mayor capacidad de atracción y retención de capital humano calificado, especialmente talentos jóvenes, así como de inversiones de origen externo; en definitiva, permitirá reducir significativamente las desigualdades sociales y territoriales y generar mejores condiciones de vida en las diferentes comunidades locales y regionales del país.
El 03/05/06 el Consejo de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) aprobó la creación de Agencias Regionales de Desarrollo Productivo en todas las regiones, las que funcionarán como Comités de CORFO. De esta manera esta promesa programática se hizo realidad antes de cumplirse los cien días del nuevo gobierno. El gobierno apunta a que este proceso sea “gradual” a lo largo del país, con un accionar flexible de acuerdo a la realidad de cada región. Una mirada retrospectiva a la historia contemporánea de Chile en el campo de las acciones públicas da pié para dudar de la “gradualidad” y de la “flexibilidad”. Cada Agencia será liderada por un Consejo Estratégico Público–Privado compuesto por nueve personas (el Intendente, que lo preside, el SEREMI de Economía, un representante de CORFO y uno de SERCOTEC y cinco participantes adicionales, tres del sector privado y dos del público). Las principales tareas de las Agencias se darán en torno a tres ejes: las Agendas Regionales de Desarrollo Productivo, las Cadenas Productivas Regionales y Locales (clusters) y los Sistemas de Información sobre Oportunidades Productivas. En el Presupuesto de la Nación para el año 2007 se hace una asignación de US $ 100 millones a las nuevas agencias.
Es también oportuno traer a colación un análisis FADO174 (Fortalezas, Amenazas, Desafíos, Oportunidades) sobre el estado actual de la cuestión regional en Chile,175 tanto en la versión de este autor como en la versión del informe de asesoría a la SUBDERE del SERVILAB.