EFECTOS DE LA EDUCACIÓN Y EL EMPLEO, EN LA DINÁMICA DE LA POBREZA EN LOS HOGARES DEL PERÚ: 2001-2005
Reucher Correa Morocho
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“Cualquier definición de pobreza incluye un nivel dado de bienestar, por debajo del cual una persona será considerada como pobre.” (Garza, 2000) Una vez seleccionados los indicadores para la medición de la pobreza y que se ha justificado esa selección, existen dos formas para saber si un hogar o individuo puede ser clasificado como pobre o no pobre. Una de estas vías es conocer el ingreso y evaluar si éste le permite al hogar o al individuo cubrir los gastos de la canasta alimentaria de referencia. Una segunda forma consiste en determinar si el gasto efectivo por el hogar o el individuo supera o no el valor de la mencionada canasta.
Dicen Pradhan y Ravallion (2000) que para definir una línea de pobreza se debe empezar por predeterminar el conjunto de necesidades básicas que corresponden a una buena salud y a una vida activa, normalmente son los requerimientos nutricionales los que figuran predominantemente. En cuanto a la línea de pobreza la definen como: “el valor en términos monetarios del bienestar económico individual, como lo es el gasto en todos los bienes y servicios, en el cual estas necesidades básicas se encuentran en unos precios dados y con referencias probadas. La gente es juzgada como pobre sí y sólo sí su gasto está por debajo de esta línea, y la medición de la pobreza se estima en la distribución censurada (como el índice head-count dado para la proporción que esta debajo de la línea) Las diferencias metodológicas de esta aproximación se conoce que producirán diferentes medidas de pobreza. ”
Para Ravallion (1993), determinar una línea de pobreza a usar es importante para responder a dos preguntas claves, la primera es la denominada identificación del problema: ¿Qué individuos son pobres y qué tan pobres lo son? En cuanto a la segunda, hace referencia a un problema agregado: ¿Cuánta pobreza hay?
En la literatura existen dos líneas de pobreza principalmente, una es la absoluta y la otra es la relativa. El uso de cada una de ellas depende del investigador y del estudio que lleve a cabo, por esto toda línea de pobreza es subjetiva desde el momento en que el uso de esta se establece porque se considera la más adecuada. Ravallion define la línea de pobreza absoluta:
“una línea de pobreza absoluta es aquella que se fija en términos de los indicadores estándares de vida usados y esta fija por arriba del dominio entero en las comparaciones de pobreza. Entonces las comparaciones de pobreza absolutas juzgarán a dos personas con base al nivel de consumo real como pobres o no pobres” (1993, 25) “la línea de pobreza relativa trata de capturar la desigualdad en la distribución del ingreso que se puede pensar como dependiente de la curva de Lorenz” (1993, 30).
El Banco Mundial considera en pobreza extrema a una persona cuyos ingresos (o gastos) promedios diarios son menores a un dólar estadounidense y, en pobreza moderada si aquellos son menores de dos dólares por día. Dado que estas líneas de pobreza se utilizan en comparaciones internacionales y el poder adquisitivo de un dólar difiere entre países, las líneas deben ajustarse para tener en cuenta la paridad del poder de adquisición (PPA) de cada país (Banco Mundial [metas del milenio]: 2000) Las líneas de pobreza vinculan estrechamente la pobreza con la desigualdad económica. Para relacionar estos tres conceptos el razonamiento es el siguiente: si existe un aumento del nivel de pobreza, no se puede aseverar que la desigualdad sea mayor porque los ingresos de los pobres estén cayendo, a su vez un aumento del grado de desigualdad no conlleva un aumento mayor de la pobreza pues podría ser una mayor dispersión de los ingresos de los individuos u hogares que están por arriba de la línea de pobreza la que responda a este aumento en la desigualdad. Es decir, la línea de pobreza absoluta sirve para determinar en qué ocasiones y por qué el grado de desigualdad no explica la magnitud de la pobreza.
Puede concluirse que la línea de pobreza extrema es el valor de los bienes necesarios para adquirir los requerimientos básicos nutricionales, mientras que la moderada es el valor de la canasta de bienes que provee las determinadas necesidades sociales de una sociedad particular. Toda línea es subjetiva porque depende del juicio del investigador. Estas definiciones generalmente se encuentran en de bate entre los diversos investigadores, por esto existen diferentes medidas y por consiguiente diferentes resultados en los estudios sobre la pobreza.