EFECTOS DE LA EDUCACIÓN Y EL EMPLEO, EN LA DINÁMICA DE LA POBREZA EN LOS HOGARES DEL PERÚ: 2001-2005
Reucher Correa Morocho
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La pobreza es un fenómeno persistente en muchas regiones del mundo; mientras que los investigadores de este tema se han concentrado en determinar no sólo que factores son los que la producen o como es que se presenta en las sociedades, sino también cual ha sido su evolución a lo largo del tiempo. Además, identifican si un individuo permanece, escapa, o ingresa a la pobreza analizando la posición de su ingreso respecto a una línea de pobreza.
Dichos estudios nos permitirán conocer la pobreza en el Perú en su multidimensionalidad y encaminar con mayor acierto las políticas económicas que permitan su reducción. Los diversos análisis relacionados con la pobreza se centran principalmente en la dinámica del ingreso, la movilidad del ingreso y claro la dinámica de la pobreza.
Así, la situación de la pobreza transitoria o permanente es finalmente una consecuencia de los cambios en los ingresos de los hogares o individuos. Esto a su vez produce la movilidad social entre dichas unidades de análisis pues pasan de un quintil a otro, donde cada uno de ellos representa el 20% de la sociedad con un determinado nivel de ingreso.
En los diversos estudios sobre la evolución de la pobreza, Bane y Ellwood(1986) mencionan que existen tres métodos que han sido utilizados: se presentan los estudios que utilizan métodos estadísticos, los cuales modelan el nivel de alguna variable como el ingreso, esto permite un rezago o error estructural complejo que captura la dinámica; las tabulaciones de frecuencia durante una estructura fija del tiempo, que permiten observar los cambios que ocurren con las variables cuando se estudian de un periodo a otro; por último, el método con probabilidades que indican la probabilidad que tienen los individuos para entrar , salir o escapar de la pobreza.
Lillard y Willis (1978), proponen una metodología econométrica para lidiar con los ciclos y la movilidad en la distribución del ingreso, de tal manera que se establece una relación entre la teoría y los aspectos dinámicos del ingreso y su distribución. Estos autores ocupan para la dinámica del ingreso la teoría del capital humano y la hipótesis del ingreso permanente, donde su variable dependiente es el logaritmo directo de los ingresos.
El modelo de ingresos tiene implicaciones de dinámica de la pobreza así como predicciones de pobreza transitoria. “el estudio de la pobreza es arbitrariamente definido por una línea de pobreza igual a un medio de las ganancias promedio de los hombres de Estados Unidos de América para el periodo de 1967 a 1973.” (Lillard y Willis: 1978, 987)
Lillard y Willis(1978) estudian la duración del individuo en la pobreza y en la frecuencia de entrar o salir de ella. En todo momento presentan una diferencia racial entre personas blancas y de color. Para estos autores, la probabilidad individual de pobreza en el periodo t afectado no sólo por su estado de pobreza en el periodo t sino también por su completa historia del estado de pobreza a priori al periodo t. Por lo tanto, la pregunta fundamental que buscan responder es si la pobreza es un status transitorio o una condición permanente de individuos y hogares.
El rol central en el análisis de la dinámica de la pobreza es la heterogeneidad de la población en la media de los ingresos relativos . En su muestra, 1041 personas blancas y 103 personas negras fueron identificadas como jefes de hogar (incluidas personas solteras) entre 18 y 58 años de edad en 1967, estas personas no estaban retiradas, imposibilitadas o eran estudiantes de tiempo completo durante el periodo, además, reportaron horas anuales positivas e ingresos cada año.
Estos autores encuentran que el componente permanente para negros es 44 por ciento mayor que para los blancos, mientras que el transitorio es aproximadamente el mismo para ambos. El componente no medido es sólo el 14 por ciento mayor para los negros. La varianza total de ingreso es aproximadamente 27 por ciento mayor para los negros, pero la varianza debida a factores no medidos (tanto permanentes como transitorios) es casi idéntica para negros y blancos cuando el grupo de variables explicativas se mantiene constante (Lillard y Willis: 1987,992).
El modelo simple que incluye sólo variables dummy como independientes, indica que el 73.1 por ciento del total de la varianza del logaritmo del ingreso representa las diferencias permanentes de los ingresos. La raza, los años de escolaridad y los años de experiencia laboral al ser introducidos en la función de ingresos, explican el 33 por ciento de la variación total del ingreso, pero explica un 44 por ciento del componente permanente (Ibid., 992 y 1006) Así, las variables explicativas en ecuaciones mas complejas reducen la varianza permanentemente de las variables no medidas.
El modelo de Lillard y Willis (1978) es un mejor predictor como ellos comentan de las personas blancas que las de color, aunque esto puede estar influenciado porque la muestra de la población negra fue muy reducida. Además, los autores están conscientes de que es falso argumentar que sólo existe un componente permanente de la pobreza y que un análisis completo de la misma debería incluir otras variables que pudieran considerar el ingreso familiar, las variaciones de la familia respecto a su composición en el tiempo, el desempleo y una variedad de otros temas (Ibid.,1007, 1008)
A diferencia de Lillard y Willis (1978) que ocupa datos panel para identificar que el componente permanente del ingreso tiene mayor impacto en la pobreza, pero que no es factible descartar los efectos transitorios en ella, comparado a que un individuo pobre no puede esperar estar fuera de la pobreza, esta posibilidad no se distingue de los datos de corte transversal, porque la posibilidad de pobreza es meramente un estado transitorio donde muchos de los individuos que están en la pobreza en un año son reemplazados por otros que estaban inicialmente fuera de ella (Lillard y Willis, 1987).
Gottschalk (1981) hace un análisis de la movilidad del ingreso centrándose en determinar la presencia de fluctuaciones transitorias o cambios permanentes en las personas con bajos ingresos. Plantea la necesidad de una política pública apropiada y enfocada a mantener el ingreso de las personas u otras políticas que alivien la carga durante el periodo de transición. Si los bajos ingresos reflejan el ciclo de vida voluntario se debe invertir el capital humano.
Los ingresos permanentemente bajos crean problemas estructurales en los mercados laborales los cuales necesitan ser dirigidos (Gottschalk: 1981, 450)
El análisis es similar al de Lillard y Willis (1978) en cuanto a sus objetivos y muestra, pues se hace también una separación racial, pero aquí el estudio se restringe a los hombres casados en edad media. Eso tiene ventajas y desventajas, ya que la exclusión de las mujeres reduce el coeficiente de movilidad que refleja una decisión de oferta laboral. Así, se centran en los patrones de ingreso de las personas que están fuertemente relacionadas a la fuerza laboral.
Gottschalk: (1981, 452), clasifica a una persona de bajos ingresos si estos fueron menores a $ 5460 US anuales, lo que recibe un trabajador de tiempo completo, es decir, un 125 por ciento de salario mínimo en 1975. A pesar de las dos recesiones el promedio de los ingresos de los esposos se incrementó de $ 12667 a $ 138008 US anuales entre 1966 y 1975. También clasificó a la gente si es que repitieron intervalos con bajos ingresos. Los esposos están clasificados en que si tuvieron bajos ingresos en al menos un año en la muestra, mas de la mitad de los años de la muestra y todos los años del periodo de la muestra .
Este autor comparó el ingreso actual del esposo con los bajos ingresos del umbral de pobreza y luego comparó sus ingresos no transitorios con el valor de dicho umbral. Encontró que había hombres con caídas transitorias por debajo del umbral de pobreza que los que tenían ingresos temporalmente por debajo del umbral de pobreza que los que tenían ingresos temporalmente por arriba del umbral. A diferencia de Gottschalk (1981), otros investigadores como Levy (1977), mostró menor movilidad si es que se incluye a la mujer como jefe de familia y Schiller (1977) al contrario encontró mayor movilidad (Gottschlk: 1981, 453)
Para Gottschalk (1981), la información demográfica y económica permite distinguir la movilidad entre las personas basada en el valor actual de los ingresos. La permanencia más que el incremento de pobres debida una transición hacia una pobreza es lo que examina este autor. Encuentra que las personas negras tienen menores ingresos, por lo que ambas probabilidades de tener temporal y permanentemente ingresos bajos es mayor para negros que para blancos. A diferencia de Lillard y willis (1978) sólo el componente permanente es mayor para los negros ya que el transitorio es aproximadamente el mismo para ambos.
Gottschlk (1981), comenta que para los negros se incrementa la probabilidad de tener bajos ingresos temporales más que el incremento de la probabilidad de tener bajos ingresos permanentes. “En este sentido, ser negro puede incrementar la movilidad” (Gottschlk: 1981, 454). Sin embargo, este autor encontró que los ingresos permanentemente bajos diminuyen la movilidad, los hogares donde el esposo tiene ingresos de baja transitoriedad en el periodo de estudio tienen una alta probabilidad de que la esposa u otro miembro de la familia se encuentre trabajando cuando menos una vez durante la muestra y de recibir asistencia pública.
Para este investigador, a pesar de que las transferencias del gobierno ayudaron a incrementar los recursos familiares, una proporción substancial los pobres tuvieron ingresos totales permanentemente bajos. La mayor variación transitoria en los ingresos fue experimentada por aquellos que estaban en el punto más alto y más bajo de la distribución de los ingresos. Ser negro, viejo, tener baja educación, o vivir en el sur de Estados Unidos, incrementó la probabilidad de tener bajos ingresos permanentemente más que el incremento de la probabilidad de tener bajos ingresos temporalmente (Gottschlk: 1981, 456)
Hutchens (1981), en el estudio que realiza, identifica los eventos que originan los inicios y los términos de los intervalos de pobreza. Esto con el motivo de saber que instrumentos de política podrían influenciar la transición dentro y fuera del bienestar. Encuentra que “Los cambios de lo ingresos del jefe de hogar es el evento mas prevaleciente” (Hutchens: 1981, 218), pero que estos eventos no ocurren como una situación de pobreza transitoria.
Así mismo, al permitir que la duración de los intervalos de pobreza afecten a las probabilidades de salida, ésta cae cuando se da una mayor duración del intervalo. Para él, los individuos que tienen ingresos permanentemente bajos se mantienen pobres durante mucho tiempo.
Bane y Ellwood (1986), pronostican la probabilidad de un individuo para escapar de la pobreza. Para ellos es importante definir los intervalos de la pobreza: su duración, inicio y termino. Estiman la extensión en que el intervalo comienza y termina, el cual consideran está asociado a los cambios en el ingreso o en la estructura de la familia. Estos autores descubren que menos del 40 por ciento de inicio de un intervalo de pobreza es causado por la caída del ingreso del jefe de hogar, mientras que el 60 por ciento de la finalización de un intervalo ocurre cuando el jefe de hogar presenta un incremento en sus ganancias. Sin embargo, la probabilidad que tiene un individuo de escapar de la pobreza el primer año es de 45%, el segundo de 28%, el tercero de 24% y solo una pequeña parte de los individuos que entran a la pobreza permanecen en ella de manera crónica. El 19% de las personas que escapan de la pobreza se debe a las transferencias recibidas. Se encuentra que la mayoría de las personas que no son pobres llegan a serlo, pero solo permanecen un corto período de tiempo inmersos en esta situación. Al mismo tiempo, descubren que la mayoría de los que son pobres en un momento dado, tendrán largos períodos de pobreza antes de que escapen de ella.
Estos investigadores, sugieren que las personas que caen en pobreza por presentar una situación desventajosa hacen uso de programas económicos únicamente por un corto período de tiempo, comparado con el hecho de que estos programas pueden ser un componente esencial en la vida de aquellos que presentan pobreza crónica. Por lo tanto, sus resultados abren la posibilidad de que la dependencia hacia estos programas sea un problema serio. Más importante aún esta el resultado de que la población pobre es extremadamente heterogénea. Argumentan que para entender las causas y los remedios potenciales de la pobreza es necesario analizar el comportamiento de los miembros secundarios de los hogares (Bane y Ellwood, 1986).
Duncan y Rogers (1987), realizan una investigación para determinar si los padres solteros enfrentan problemas económicos transitorios o permanentes en los Estados Unidos durante el período de 1970 a 1985. De 3.4 a 7.7 millones de mujeres eran madres solteras en ese período. La proporción de pobres que viven en familias donde el jefe es una mujer no adulta salta del 34 a 43 por ciento. Durante el período de estudio, la proporción de jefes de hogar ha sido tres veces mayor para mujeres negras que para blancas.
Los actores encontraron que las mujeres se vuelven jefes de hogar por que tienen hijos fuera del matrimonio y/o por disolución marital. El 6% de los niños blancos nacidos entre 1960 y 1964 nacieron de madres no casadas, en 1965 el 22% de niños blancos experimentaron separación de sus padres. Entre los niños negros, la experiencia de vivir la separación de sus padres creció del 42% al 73% (Duncan y Rogers: 1987, 171).
Para Duncan y Rogers (1987), todos los niños de cada hogar de la muestra están exactamente uno de cada cinco años fuera de la pobreza. Entonces para ello es importante la relación entre el tipo de familia y el estatus de la pobreza. Hacen un análisis cohorte de pobreza debido a que la muestra permite captar los bajos ingresos, la estructura de los hogares, así como el análisis entre las razas.
En su investigación se determinó que los niños blancos están 3.5 años en promedio con dos padres, mientras que los negros 7.8 años, de estos, los que nacen de madres no casadas están promedio 11.9 años de su infancia en una familia con un solo padre. La experiencia económica en los niños en este estudio provee información para analizar la pobreza infantil y su vínculo con la estructura familiar.
La mayoría de los niños que viven con padres solteros están por debajo de la línea de pobreza por un corto periodo de tiempo, sin embargo, la mayoría de los años de pobreza en la infancia se da con dos padres, más que con uno. Las diferencias raciales son notables, ya que esta situación fue mas prevaleciente entre los niños negros que entre blancos (Duncan y Roger: 1987, 173)
El bajo estatus económico de las familias con padres solteros y la transición que experimentan los niños de dos padres a uno, ocultan el hecho crucial de que la estructura familiar es menos importante que otros factores que afectan el bienestar económico de los hijos, como lo son los eventos en el mercado laboral, donde entrar a trabajar es imprescindible para que las familias tengan transiciones fuera de la pobreza.
Es importante según Duncan y Rogers (1987) contemplar las políticas encaminadas a mejorar el estatus económico de los hijos al mismo tiempo que brindarle atención a los problemas del mercado laboral y a los programas de transferencias públicas que afectan a las familias con dos padres.
Stevens (1994), examina los cambios en el tiempo en las tasas de salida de la pobreza y explora la frecuencia de intervalos múltiples de pobreza el periodo de tiempo que utiliza es de 1970-1987. Podría decirse que extiende el trabajo realizado por Bane y Ellwood (1986), ya que ocupa su metodología y la continúa. Sus intervalos comienzan cuando el ingreso monetario del hogar cae por debajo de la línea de pobreza el primer año y termina cuando el ingreso crece por arriba de la línea. Se centra en el estudio de la pobreza causado por viudez y encuentra que un 50 por ciento de los individuos que escapan de la pobreza en Estados Unidos regresan a ella en un periodo no mayor a 5 años.
Grootaer y Kanbur (1993) confirman la existencia de evidencia en la disminución de los estándares de vida en Costa de Marfil durante la segunda mitad de los años ochentas. En su investigación revelan que la probabilidad de escapar de la pobreza fue alta aun para los más pobres. Encuentran que estos afortunados estaban extendidos regionalmente, aunque en algunos grupos socioeconómicos los pobres tenían altas oportunidades de escapar de la pobreza generalmente se daba una caída en los estándares de vida.
Grootaer, Kanbur y Ogh (1997) realizaron un estudio de dinámica de la pobreza y el cambio en el bienestar de los hogares. Su estudio se presenta para el África sub-sahariana, específicamente para Costa de Marfil en un periodo de tres años que va de 1995-1998. La variable dependiente que usan es el cambio en el gasto per cápita familiar de un año a otro. Las variables que explican el bienestar son el capital humano: educación, edad, sexo; y los activos físicos como los negocios y las propiedades. Relaciona una caída del 2.8 por ciento del PNB con una reducción del consumo privado en un 17 por ciento en el año posterior a la caída del PNB, consecuentemente se presenta un aumento en la tasa de pobreza de un 35% a un 46%.
Un aspecto importante que invariablemente se encuentra en todos los análisis de la pobreza es la separación racial. Lillard y Willis (1978) así como DUNCAN Y ROGERS (1987), presentan en sus investigaciones estas diferencias raciales (entre blancos y negros). Además Duncan y Rogers (1987), plantean la situación de los niños de padres solteros y sus probabilidades de presentar una situación de pobreza, mientras que Lillard y Willis (1978) se basan en los jefes de familia, en un estudio que busca determinar el estado de pobreza para la gente blanca en comparación de la negra.
Freije (2001) se centra en la dinámica del ingreso para los hogares en Venezuela, permite a su vez un análisis de la evolución de la pobreza así como de la movilidad de los ingresos; plantea la necesidad de determinar los factores asociados con el cambio en el ingreso, la posición relativa y el estatus de la pobreza entre los hogares, para eso hace uso de un panel rotativo con datos correspondientes de finales de los noventas.
Este autor se pregunta:
¿ Cómo y por qué las familias caen en la pobreza: ¿cuáles son los factores asociados con los cambios en el ingreso, la posición relativa y el estatus de la pobreza entre los hogares venezolanos?
Y considera de utilidad saber cómo los individuos que están inmersos en ella escapan (Freije: 2001, 122)
El logaritmo del ingreso familiar per cápita es la variable dependiente para el estudio de los cambios en el ingreso de Freije (2001). Los datos son del segundo semestre de 1994 a 1998 debido a cambios en la muestra durante el primer semestre de 1997, forma por lo tanto, tres paneles: 1994-1995, 1995-1996 y 1997-1998, emparejando las viviendas con el mismo código de locación en dos semestres consecutivos.
Los datos emparejados tienen grandes promedios en los tamaños del hogar y pequeños ingresos reales per cápita, además hay una baja proporción de solteros y parejas sin hijos porque estos grupos no están en la misma locación. El estado matrimonial y las decisiones de fertilidad entre los miembros pueden permitir movimiento a diferentes posiciones, por lo que este autor eliminó esos datos del panel rotativo (Freije: 2001, 143)
Para robustecer la transición de pobreza, elimina las observaciones que cruzan las líneas de pobreza y que inician y terminan su transición en un intervalo de 10 % arriba y debajo de la línea. Eliminó así, 50 hogares en cada panel. La línea de pobreza definida la dividió entre cinco y luego usó la línea individual. Para computar dicha línea ajustada al tamaño de cada familia simplemente multiplicó por el número de miembros de la familia. FREIJE (2001) agrupa el número de hogares que experimentan una transición de acuerdo a eventos demográficos, económicos y mixtos.
Freije (2001), modela la dinámica de la pobreza mediante un modelo logit para la transición fuera de la pobreza (tasa de entrada). Este modelo es el utilizado por Antolín, Dang y Oxley (1999), con la excepción que no incluye la duración de la pobreza como una variable independiente.
La proporción de hogares en pobreza en dos años consecutivos es mas bajo en el periodo 1997-98 (35.6%) que el periodo previo (43.8%) donde la proporción de los hogares que escapan de la pobreza se incrementó durante este mismo periodo (de 13.4% en 1994-95 y 10.9% en 1995-96 a 15.8% en 1997-98). El cambio en el ingreso promedio fue negativo en los dos primeros paneles y positivo en el tercero (Freije: 2001,159)
Para determinar la transición hacia la pobreza, este autor incluyó los cambios que se presentan en hijos y adultos en el hogar, así como los menores ingresos no laborales y la disminución de miembros empleados. Para la transición fuera de la pobreza, incluyó los eventos opuestos. Mas adultos en el hogar implica que no hay cambios en el número de niños, no hay cambios en los miembros empleados no en el ingreso no laboral (Freije: 2001,162).
Del 5 al 10% de las transiciones de la pobreza son asociadas con los cambios en el monto del ingreso no laboral recibido por los hogares, puros cambios demográficos representan la pequeña proporción de las mismas. Los eventos juntos representan usualmente alrededor del 5% del total de las transiciones. Las parejas sin hijos tienen una distribución más balanceada de los eventos y reportan la más baja proporción de los eventos mixtos, usualmente representan más del 90% de las transiciones (Freije: 2001,167)
Freije (2001) encuentra que el jefe de hogar que inicialmente está en una situación de desempleo y que posteriormente consigue empleo presenta una mayor probabilidad de salir de la pobreza. Las transferencias y ganancias de capital tienen un impacto diferente en los hogares dependiendo de la situación inicial de cada uno. Además, los programas de seguridad social permiten salir de la pobreza en los hogares de los quintiles más bajos.
La estructura de la familia no tiene efecto en los cambios del ingreso, no importa si es una pareja o un soltero con hijos. El coeficiente del sexo del jefe del hogar no es significativo. La educación del jefe, particularmente si el jefe tiene educación técnica o universitaria, la migración del mismo y el número inicial de miembros no-jefes de hogar que trabajan, están positivamente asociadas con los cambios en el ingreso familiar. A pesar de ello, la educación es un factor importante para escapar de la pobreza pero no evita que las familias caigan en ellas (Freije: 2001, 173).
Uno de los coeficientes más grandes es el correspondiente a la pérdida de trabajo del jefe del hogar. Cambios en el tamaño del hogar tienen efectos negativos asociados con cambios en el ingreso, los hogares que incrementan su número de miembros no-jefes que trabajan en el sector formal tienden a tener altos cambios en el ingreso más que los hogares que incrementan su número de miembros no-jefes que trabajan en el sector informal o en el gobierno (Freije: 2001, 174).
Para Freije (2001) las diferencias en el sexo del jefe de hogar son de grado únicamente, nunca de dirección o significancia; sólo en el caso de la edad, la educación y la migración hay algunas diferencias. La mujer jefe de hogar es más sensitiva a los eventos demográficos y a los cambios en el mercado laboral, más que los hombres; la mujer que está por arriba de los 60 años tiene bajos cambios en los ingresos. El acceso a transferencias privadas y del gobierno tienen una asociación positiva a los cambios en el ingreso para mujeres jefes de hogares.
Una mujer jefe que tiene pequeños retornos en el mercado laboral hace que la pérdida de su trabajo tenga bajos efectos en los cambios en el ingreso. Por otro lado, usando el cambio en unidades monetarias reales, las medidas son mucho más sensibles al tamaño del hogar. El matrimonio está asociado con bajos y el divorcio con altos cambios en el ingreso de los hogares que mantienen el mismo tipo familiar (Freije: 2001,180)
Duncan y Rogers (1987), se enfocan en padres solteros (tanto mujeres como hombres), Gottschalk (1981) sólo en hombres casados y Lillard y Willis (1978), se enfocan en hombres tanto casados como solteros, además para ambos, la educación y la raza juegan un papel importante en la duración de la pobreza.
Para Stevens (1994) y Bane Y Ellwood (1986), el hecho de que el jefe del hogar sea mujer presenta una menor probabilidad de escapar de la pobreza. Mientras que para Grootaert et. Al. (1997) y Freije (2001) no existe una diferencia significativa entre el género del jefe del hogar, la probabilidad de ser pobres se debe a la cantidad de adultos hombres que viven en ese hogar pues habrá un mayor gasto que fomentará una caída en el bienestar familiar. Para Bane y Ellwood (1986) la solución que tienen los pobres de escapar de la pobreza se da a través de las transferencias. Sin embargo, para Gottschalk (1981) las transferencias no impiden que los pobres tengan ingresos totales permanentemente bajos.
Ciertamente los hogares que están más cerca de la línea de pobreza son los que tienen mayores probabilidades de caer en pobreza que aquellos que están en los quintiles con ingresos más elevados. Para los autores, los individuos que logran salir de la pobreza tienen más probabilidad de volver a caer en ella en comparación con los que nunca han caído.
Finalmente, podemos citar un listado de investigaciones referentes al tema tratado en el presente trabajo de investigación, información citada en Chacaltana (2006); así tenemos:
Los datos utilizados en el Perú, provienen de bases de datos de tipo panel correspondientes a las Encuestas Nacionales de Hogares (ENAHO) y de las Encuestas Nacionales de Niveles de Vida (ENNIV), y sus resultados son consistentes en general con la evidencia internacional. Como se puede ver en el listado siguiente, en el país se han realizado ya varios estudios en esta dirección utilizando comparaciones de dos años o hasta tres años. En cualquiera de los casos, la categoría “siempre pobre” es la mas común.
Si la pobreza es dinámica, como parecen mostrar estos estudios, seria interesante saber cual es el patrón de movilidad. Afortunadamente, el enfoque dinámico permite descomponer la tasa de pobreza a fin de identificar los flujos de entrada y los flujos de salida de la pobreza.
El hecho de citar estos estudios, nos permite situar la presente investigación en el contexto del análisis de la dinámica de la pobreza en el Perú; y no está ligado a mediciones o determinantes de la misma.