Mauro Alberto Sánchez Hernández
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INTRODUCCIÓN
Si consideramos que la expedición de una Ley de Fiscalización Superior y la expedición de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, implican la creación de los Órganos o entes responsables de la ejecución o práctica de la fiscalización superior y de la rendición de cuentas con transparencia, respectivamente, ¿Cuál es el modelo que se está siguiendo para la creación de las citadas leyes ¿Qué expectativas tiene la sociedad y los propios integrantes de los poderes gubernamentales en relación con estos nuevos entes? y ¿Cuál debe ser la organización interna de estos entes, considerando las atribuciones que les son conferidas en estas nuevas disposiciones constitucionales y leyes específicas?.
Por si no fueran suficientes, no debe olvidarse la particularidad de estos tipos de entes, que siendo de naturaleza eminentemente técnica, deben coexistir en estrecha relación con los poderes del Estado y con el nivel de gobierno municipal, donde se encuentran representadas las fuerzas políticas de cada entidad federativa o del paìs en su conjunto.
Las tareas de promoción de la cultura de rendición de cuentas y la transparencia son inherentes a los propios entes de fiscalización y de transparencia, de allí que debe atenderse la difusión de sus actividades, atribuciones y resultados, mediante un programa de difusión tanto a nivel interno como externo, de tal manera que la ciudadanía conozca el que, el quién, el cómo, el dónde, el cuándo y el por qué, de la actuación de estos órganos, que están encaminados a cumplir una misión fundamental, que puede expresarse de la siguiente manera: “coadyuvar a la obtención de mejor calidad de vida de la sociedad a través de la fiscalización, de la rendición de cuentas del desempeño y de la transparencia, de la administración de los entes públicos”
Durante la investigación efectuada, hemos expresado que la transparencia, la rendición de cuentas y la fiscalización superior, son un trinomio inseparable para impulsar y arraigar la cultura democrática en México, en beneficio de la sociedad.
La transparencia, la rendición de cuentas y la fiscalización superior, se constituyen como elementos fundamentales de la democracia y de la Reforma del Estado, que deben ser fortalecidos para avanzar en la lucha contra la opacidad, la corrupción y la impunidad.
El sistema nacional de rendición de cuentas y la transparencia, tienen como pilares fundamentales a Las Entidades de Fiscalización Superior y de Transparencia.
Hasta este momento, en el Estado de Oaxaca, el Ejecutivo del Estado y la H. Cámara de Diputados, no se han dado a la tarea de trabajar seriamente en la emisión de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública (la autorizada entrará en vigor hasta dentro de 18 meses, de acuerdo a lo que dispone el Decreto nùm. 310 publicado en el periódico oficial del gobierno del Estado de Oaxaca el día 16 de Septiembre del año 2006, el cual en su artículo primero transitorio expresa:
“Primero: La presente Ley entrará en vigor a los 18 meses posteriores a su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Oaxaca” ) y la Ley de Fiscalización Superior no presenta visos de ser una realidad en el corto plazo. En la última semana del mes de mayo del 2006, a cinco años de haberse creado la Ley Federal de Transparencia, la sociedad oaxaqueña sigue pugnando a través de la realización de foros, consultas ciudadanas, expresiones en los medios masivos de comunicación, noticiarios, etc. por dar vigencia, al ejercicio democrático de la rendición de cuentas. La Ley de Transparencia en la administración pública del mundo entero se ha convertido en un elemento consustancial de desarrollo democrático y modernidad. Es uno de los pocos instrumentos que los ciudadanos tienen para pedir cuentas a sus gobernantes, con la Ley y el Instituto de Transparencia se evalúa hoy a los gobiernos.
Es oportuno señalar que a dos años de haber entrado en funciones, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) enfrenta aún resistencias de funcionarios e instituciones para responder a las demandas de mayor información y transparencia en el manejo de recursos públicos.
En materia de transparencia, Oaxaca con Hidalgo y Chiapas, no cuentan con una Ley de transparencia en vigor y por lo tanto no cumple con los requisitos indispensables que garanticen un “mínimo de transparencia”, el IFAI anunció que a partir de mayo de 2006, las entidades tendrán la posibilidad de adoptar un sistema denominado Informe x, que permitirá a sus ciudadanos realizar consultas electrónicas. Según el IFAI, la importancia de aplicar este sistema radica en que los ciudadanos realizan la mayoría de consultas por la vía electrónica. De acuerdo con el estudio “la transparencia en México: examen de las leyes estatales”, realizado por el IFAI, solo cinco estados están actualmente en posibilidades de “tecnologizar” sus sistemas de acceso a la información: Jalisco, Nuevo León, Campeche, Chihuahua y Distrito Federal.
Será necesario el trabajo de las comisiones correspondientes en la Cámara de Diputados estatal, para discutir todos los temas inherentes al caso, realizar un análisis profundo que considere la diversidad de opiniones, de los entes gubernamentales, del sector privado, de los dirigentes empresariales, obreros, campesinos y populares; de los colegios de profesionistas y de la sociedad en general, si no se pasa de ahí no se podrá concluir en los dictámenes serios, objetivos y profesionales, de los ordenamientos legales requeridos para Oaxaca. Construir un cuerpo de leyes a la medida en la materia, conlleva el germen del atraso, de la regresión, en el que muy probablemente sería mejor no hacer nada al respecto.
También es necesario reconocer que es indispensable contar con la voluntad política del Poder Ejecutivo del Estado, para realizar los proyectos citados, toda vez que la Cámara de Diputados local, está conformada mayoritariamente por un partido político al que pertenece el mismo Poder Ejecutivo, hecho que hace imprescindible contar con dicha voluntad.
A últimas fechas, entes gubernamentales de nivel estatal, han externado que para que exista una Ley de Transparencia en el Estado, hace falta la modernización y automatización de los sistemas operativos del Ejecutivo; nuestro punto de vista es que esta circunstancia no es excluyente con el proceso de creación de la legislación correspondiente a la Transparencia y a la Fiscalización Superior, asì como su entrada en vigor inmediata, pues el Estado de Oaxaca se ha quedado a la zaga en esta materia.
Se requiere pues, la construcción de instituciones que contribuyan a crear una democracia que trascienda los procedimientos electorales. La alternancia no basta para tener gobiernos eficaces y honestos, pues se requiere también, de instituciones que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Cuál es el mejor camino para lograr, una más efectiva transparencia y rendición de cuentas de los gobernantes las respuestas pueden ser muy variadas, entre otras, debe señalarse la función fiscalizadora del Congreso como una de las vías más eficaces. También la transparencia y el acceso a la información son procesos que garantizan el control ciudadano de las autoridades. De igual manera destaca la importancia de las elecciones como mecanismo ideal para calificar el buen desempeño de los servidores públicos y de los partidos políticos que gobiernan.
Por su parte, los medios de comunicación honestos se constituyen como instrumentos para prevenir, conocer y denunciar los abusos de poder. Y en la lista, no debemos dejar de mencionar, el control judicial de los actos de gobierno y la vigilancia meticulosa de las organizaciones civiles.
La transparencia, la rendición de cuentas y la fiscalización superior, están acreditados como temas del mayor interés ciudadano y de investigadores, servidores públicos y de la sociedad en general.
Sin duda alguna, un tema central del debate público, gira en torno a la forma de construir gobiernos más transparentes capaces de conformar adecuados sistemas de rendición de cuentas, y que además, sean más eficientes y ofrezcan resultados positivos a sus respectivas sociedades.
La función fiscalizadora, así como la transparencia y la rendición de cuentas, deben ejercerse en condiciones que permitan afianzar su credibilidad y, consecuentemente, promover la solidaridad ciudadana. Ésta conduce, cuando se fortalece a las instituciones que actúan con profesionalismo, rectitud y transparencia, y cuando al ciudadano le queda claro, que no se trata de una mera simulación, cuyo resultado final pudiera ser el desencanto social.
En la actualidad, la sociedades demandan la reinvención de gobiernos comprometidos, que privilegien, en cualquier momento y circunstancia, el interés superior de la nación sobre los intereses particulares o de grupo.
En este contexto, la transparencia, la rendición de cuentas y la fiscalización superior, se constituyen en un trinomio inseparable, que debemos impulsar, para arraigarlo en la cultura democrática de nuestro país, en beneficio de la sociedad a la que todos nos debemos.
Es obligación de los Órganos de Fiscalización Superior, así como de los Institutos de Transparencia y Acceso a la Información Pública, convertirse en entidades promotoras de la transparencia, la eficiencia y mejora contínua de los servicios públicos, garantes para la sociedad, de que los recursos públicos son recaudados, administrados y aplicados, con honestidad, transparencia, economía y eficiencia.