EL CAPITAL INTELECTUAL EN LA COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS EXPORTADORAS DEL ESTADO DE OAXACA
Karla de los Ángeles Pablo Calderón
Es una medida de desempeño financiero, que combina el concepto tradicional de ingreso residual con los principios de finanzas corporativas modernas, sosteniendo que todo capital tiene un costo y que las ganancias más que el costo de capital crean valor para los accionistas.
Abundantes estudios recientes reflejan que las políticas eficientes de recursos humanos generan importantes incrementos de productividad a largo plazo tal como lo señalan en sus estudios Lon Genecker, Dwyer y Stansfield o Ichniowski, Shaw y Prennushi ya que logran la ventaja competitiva y mejoran los resultados empresariales.
Las rentas obtenidas por la empresa pueden deberse no exclusivamente a la posesión de los mejores recursos humanos, sino a que hayan sido utilizados mejor que en las empresas de la competencia, mediante el diseño de políticas adecuadas en este ámbito.
Este modelo estipula que la dirección de recursos humanos debe resultar útil para:
a) Sintetizar información sobre los conocimientos específicos de la empresa, las relaciones, las habilidades y los valores de los empleados. Dicha información resulta de vital importancia para atraer y proteger los recursos humanos con competencias superiores a las de los competidores, de esa forma, mantener la ventaja competitiva. Se trata de realizar un inventario de los recursos y capacidades desarrolladas a partir de los recursos humanos de la empresa con la intención de analizar las fortalezas y debilidades de la empresa en esta tarea.
b) Contribuir al desarrollo y utilización de aquellas competencias que constituyan elementos útiles para aprovechar las oportunidades del entorno y atenuar las amenazas. Para ello, la dirección de recursos humanos deberá movilizar los recursos mediante la contratación, elaboración de mercados laborales internos eficientes y la formación de capital humano específico.
c) Contribuir al mantenimiento de dichos recursos y capacidades valiosos en la empresa, mediante el desarrollo de los adecuados sistemas de motivación financiera y no financiera.
El problema se plantea cuando buscamos un indicador adecuado del capital intelectual desarrollado en la empresa, en virtud de que el concepto engloba una serie de intangibles de muy difícil valoración .
Así con el transcurso del tiempo las investigaciones del capital intelectual continúan siendo el nuevo factor de la competitividad en la era del conocimiento y superando el concepto tradicional de desarrollo científico y tecnológico, situándolo en la capacidad creativa sistémica para promover la innovación, apoyado en recientes enfoques educativos (tanto formales, como empresariales) que enfaticen el aprender a aprender, el aprender a emprender y el aprender haciendo en los propios procesos del trabajo productivo .