EL CAPITAL INTELECTUAL EN LA COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS EXPORTADORAS DEL ESTADO DE OAXACA
Karla de los Ángeles Pablo Calderón
La empresa de hoy no es la misma que la de ayer, cotidianamente surgen cambios en el mundo que influyen notoriamente en el diario accionar de cada empresa; con esto, cada uno de los componentes de ésta deben moldearse para ajustarse de forma óptima a estos acontecimientos. Tradicionalmente se consideraba que la empresa debía estar conformada por los recursos humanos, financieros y materiales; sin embargo en este momento a pesar de que se continúan integrando las empresas con estos tres elementos, se requiere además, se utilice el conocimiento, las habilidades y actitudes de las personas que harán posible que los recursos humanos sean pro-activos; es decir que tengan iniciativa para que sean capaces de realizar las actividades inherentes a su puesto con independencia; tomando las decisiones necesarias y correctas para el buen funcionamiento de la empresa y con esto se pueda lograr no sólo el crecimiento económico sino también el desarrollo humano de los integrantes de las compañías.
Bajo esta perspectiva, se considera al trabajador como el poseedor de los conocimientos, habilidades, actitudes, y destrezas (capital humano) así como de aquellos conocimientos desarrollados y explicitados (toda información que permanece cuando los empleados se han ido a casa como son las bases de datos, etc.) por las organizaciones (capital estructural) siendo que ambos tipos de capital conforman al capital intelectual , por lo que es a éste elemento a quien debe dársele real importancia a tal grado que se considere al recurso humano capaz de valerse por sí mismo y que el trabajador ceda lo mejor de sí a su labor, generando una satisfacción personal, grupal y en consecuencia considerarlo como una herramienta estratégica (de competitividad) necesaria para enfrentar los nuevos desafíos del entorno.
Por lo que, al momento de visualizar las regiones que conforman nuestro país, se percibe en ellas un rezago industrial ya que carecen de un modelo de desarrollo exitoso , puesto que carecen de aquellos procesos para obtener habilidades y competitividad global; en virtud de que muchas empresas del país han estado muy vinculadas al sistema político mexicano reflejando la inexistencia de algún modelo idóneo que incorpore el conocimiento, las capacidades y habilidades de los recursos humanos con relación a la productividad, sabiendo que para las empresas más competitivas a escala mundial los activos más valiosos y productivos son las personas.
La misma situación se percibe en el sector empresarial del estado de Oaxaca ya que el fenómeno de la globalización hace imposible que la mayoría de las empresas interactúen con compañías de otras regiones de manera congruente con el entorno, manteniendo su visión reduccionista , por lo que éstas han olvidando que al mejorar su producción lograrán trabajar de manera eficaz en el cumplimiento de los objetivos previstos en la etapa de la planeación.
El estado de Oaxaca, según la información obtenida en la Dirección General de Población, se ubica en el tercer lugar en el contexto nacional por el alto grado de marginación, antecediéndole Chiapas y Guerrero. Estos tres Estados, se localizan en la región sur del país donde se refleja la falta de oportunidades para acceder a los servicios básicos de educación y salud, a su vez, las condiciones de vivienda son precarias, por la falta de disponibilidad de drenaje y agua potable.
La población económicamente activa, en el año 1980, fue de 858,283 personas; el 72.8% se ubicó en el sector primario, el 9.3% en el secundario y el resto en el sector terciario; asimismo se siguen registrando cambios importantes en esta década siendo que en el año 1990 el 52.9% de la población ocupada se situó en el sector primario y para el año 2000 ese porcentaje descendió al 41.1%; en este lapso, el sector secundario únicamente varió de 16.4% a 19.4% y la economía se dirigió al sector terciario en un porcentaje que se tornó entre el 19.4% y el 37.5% respectivamente.
Lo anterior, evidencia un proceso de terciarización de la economía, enfocándose a un crecimiento del subsector servicios no profesionales predominante de las economías subdesarrolladas como la del estado de Oaxaca . Este sector de absorción de fuerza de trabajo proporciona empleo tanto en el sector formal como en el informal y es propio de la inestabilidad laboral y los bajos niveles de ingreso.
A pesar de la diversificación económica del estado de Oaxaca, el sector agropecuario es una de las principales fuentes de ocupación, por lo que es necesario elevar las oportunidades de la población para obtener una mejor calidad de vida no sólo en el sector agropecuario sino que los habitantes de las regiones puedan estar inmersos en el sector secundario o terciario.
Adicionalmente puede decirse que la población del estado de Oaxaca se encuentra inmersa en la desigualdad regional y en la pobreza así como en la falta de acceso a la educación y a la capacitación, aspectos que son necesarios superar para orientar a los recursos humanos hacia la formación y actualización del capital intelectual de las empresas. Estas deficiencias se perciben puesto que la región de los Valles Centrales es la única que tiene el menor porcentaje de población analfabeta en un 12.12%, incrementándose considerablemente en las demás regiones con índices de analfabetismo que fluctúan desde un 20% hasta un 38.76%. Por lo que se refiere a los alumnos en el nivel medio superior, de 44,879 alumnos inscritos en el año 2002 únicamente 5417 alumnos egresaron y el 5.16% de éstos se titularon; esta situación refleja las condiciones en las que se encuentra la mano de obra disponible del Estado para enfrentar los retos de la globalización.
También se debe reconocer que en el estado de Oaxaca la mayoría de las empresas no son competitivas considerando que los volúmenes de producción son insuficientes para conseguir su exportación, en virtud de que únicamente se destina la producción al interior de las regiones del Estado o en ocasiones al mercado nacional. En consecuencia las empresas necesitan mejorar y para lograrlo se han realizado diversos estudios de calidad, de producción, de costos, de precio, de estructura organizacional, etc., pero al trabajador no se le ha considerado como una parte integral de la empresa, por lo que esta investigación pretende determinar la relación que existe entre el capital intelectual y la competitividad de las empresas exportadoras en las regiones de los Valles Centrales, el Papaloapan y el Istmo del estado de Oaxaca. Igualmente debe existir un cambio, transformación, reinvención, etc; y no solamente en los administradores sino también en los empleados debiendo ser rápido y agradable; para lo cual se deben aplicar los recursos materiales y financieros necesarios para que los integrantes de las empresas a través de programas y proyectos enfocados al uso de nuevas tecnologías, competencias y habilidades logren incrementar su capacidad de producción; beneficiando a la organización y en consecuencia a las regiones del Estado.
De las ocho regiones del Estado de Oaxaca, los Valles Centrales, Papaloapan y el Istmo tienen los más altos niveles de alfabetismo, el mayor número de egresados del nivel medio superior con o sin título inmerso en las empresas exportadoras más importantes; por tal motivo se considera que son las regiones idóneas para realizar esta investigación que pretende contribuir al conocimiento existente acerca de la relación entre el capital intelectual y la competitividad de las empresas exportadoras de las tres regiones del estado de Oaxaca antes citadas; haciendo posible que se logre un desarrollo regional y transformando la concepción que los empresarios tienen de sus recursos humanos para obtener un beneficio común.
Existen diversos estudios acerca del capital intelectual y la competitividad; según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos se pone de relieve la urgente necesidad de instrumentar estrategias eficaces para impulsar el aprendizaje de por vida para todos, de fortalecer la capacidad de adaptación, de adquirir nuevas habilidades y competencias; destacando la importancia del aprendizaje de por vida como factor determinante del crecimiento a largo plazo en un modelo de economía del conocimiento . Así, tal necesidad se reconoce de manera abierta en diversos ámbitos (públicos y privados), pero no se actúa para atenderla; mientras tanto, muchas organizaciones y países siguen resistiendo apenas las marejadas de la agresiva competencia de los mercados mundiales, sobreviviendo a la deriva.
Por todo lo anterior, se plantea la siguiente pregunta que guiará a la investigación:
¿Cuál es la relación del capital intelectual y la competitividad de las empresas exportadoras de las regiones de los Valles Centrales, el Papaloapan y el Istmo en el estado de Oaxaca?