CUATRO PUERTOS DE MÉXICO, EN UN MUNDO GLOBALIZADO: ¿ENTRE LA EXCLUSIÓN Y EL CRECIMIENTO (1982-2004)?
Juan Narciso Ojeda Cárdenas
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Este punto busca desarrollar los conceptos de: ganador y perdedor , aplicado al caso de los puertos de México, que como se sabe compiten entre si. Se trata de probar la existencia de puertos “ganadores” y “perdedores” en la actual fase de globalización (mundializacion,para otros) y que se caracteriza, como ya se vio,por la apertura comercial empezada en 1980 en México. Para lo anterior se elabora una tipología en el marco de una nueva geografia portuaria, que permita diferenciar a los puertos que “ganan” de los puertos que “pierden”.
No solo se trata de estratificar y diferenciar a dichos puertos sinó encontrar las causas que explican por qué ganan y pierden, a la luz de la competencia entre las costas de un país y en el marco de la competencia que se produce en el comercio internacional, que busca puertos baratos, competitividad en los mismos y distancias menores entre el origen y el destino.
Es prudente al respecto, citar a Zaki Laidi (1997:16) cuando afirma:
“La competencia entre territorios se desarrolla en varios niveles: entre grandes regiones del mundo, entre naciones, entre espacios infranacionales y entre empresas Esto es lo que, en el dominio económico, se llama atractividad. Habría atracción de Asia porque su potencial de crecimiento es mayor que el de Africa; se preferiría Inglaterra sobre Francia porque su infraestructura es más abundante y moderna”. “Esta exacerbación de la competencia entre territorios tiene efectos evidentes de polarización económica y social. “Se puede comprobar casi por doquier en el mundo una tendencia de la globalización a polarizar los espacios ya polarizados”.
David Romo y Guillermo Abdel (Comercio Exterior, marzo 2005:205) se preguntan también: ¿las regiones compiten entre si?“Ellos afirman que es posible responder que si”. “Las regiones compiten por empresas que buscan una ubicación,así como por individuos talentosos en busca de empleo”.“Segun autores como Charles y Benneworth, dicen los autores, el debate crucial con respecto a la competitividad regional gira en torno a la relacion entre la competitividad de las compañías y la repercusión que esta tiene en la competitividad de los territorios relacionados con éstas, ya sea mediante su propiedad o su ubicación” (D. Romo y G.Abdel, op. cit)”.
Por su parte la UNCTAD dice:
“Hoy en día los puertos se hallan ante tres tipos de competencia: la competencia entre puertos, la competencia dentro de un puerto y la competencia del transporte intermodal”. Además, el profesor R. Goss (1990, Vol. 7:274) divide la competencia entre puertos en tres categorías: competencia entre sectores enteros de puertos o costas enteras; competencia entre puertos en diferentes países; y competencia entre puertos en un mismo país (ver UNCTAD, 1992:41, 85).”
Similarmente Manuel Mindreau (CIES-CIUP, Lima, 15 de diciembre de 2001: 7) afirma citando a Jacob Viner:
“en todo caso, la cuestión fundamental consiste en dirimir si la concentración de flujos económicos y la coordinación de políticas exteriores de distintos estados puede derivar de las llamadas”fuerzas naturales”(proximidad geográfica, complementariedad y convergencia económica, comercio intra-industrias, etc) o bien de políticas gubernamentales formuladas sobre la base de intereses comunes y la creación de nuevas identidades”
El tema como tal es relevante y se incorpora en distintas disciplinas como: la economía, la geografía, el desarrollo regional y las relaciones internacionales, que se producen entre los países (país centro y país periférico; país centro, país semiperiférico y país periférico; o país desarrollado y país en desarrollo; este último es productor especialmente de materias primas o comodities) .
El trabajo contempla no solo quedarse en el diagnóstico y en la medición sino, busca, a partir de los resultados conseguidos, elaborar una estrategia de carácter territorial y de negocios que derive en una propuesta de desarrollo, para buscar el despegue de los puertos y ciudades que precisamente estarían excluídos de la competencia internacional. Se considera ciudades y puertos pobres típicos de nuestras costas latinoamericanas y que recuerdan los antiguos enclaves de materias primas, caracterizados por exportar: cobre, oro, plata, zinc, y petróleo, que poco dejaron a las ciudades en donde se reubicaron dichas empresas extractivas.
Recordemos que tradicionalmente para geógrafos, economistas e historiadores se consideraba que (Pierre Veltz, 1999:54):
”el territorio estaba fuertemente jerarquizado, la jerarquía se reflejaba sobre todo en macrodiferencias, entre entidades nacionales, regionales, y urbanas, y era gradual y contínua” ”Centros y periferias se diferenciaban claramente :se oponían sosteniéndose mutuamente: según los casos, el centro vive de las ganancias obtenidas en la periferia, y la periferia de la redistribución de las riquezas del centro; y por último , el mundo se organizaba en función de las distancias :las relaciones económicas o sociales eran tanto más intensas cuanto menor fue la distancia”.
En las tendencias actuales el mismo autor Pierre Veltz afirma que esta concepción ha cambiado.”Ahora el territorio es a la vez más homogéneo a gran escala y más fraccionado a pequeña escala”.Ademas, “las jerarquías parecen cada vez menos graduales y contínuas”. “En tercer orden,considera que el esquema centro-periferia ha pasado de moda con relaciones geográficas y sociales asimétricas. “Ahora la periferia alimenta al centro tanto en el propio sentido de la palabra como en sentido figurado, y se beneficia de las recaídas del centro o bien los procesos coexisten (Pierre Veltz, 1999:56).De allí justifica que: ´”la separacion Norte-Sur, es cada vez menos pertinente”. “Aparecen núcleos intensos de desarrollo en el antiguo Sur, a la vez que la miseria y la exclusión reaparecen en el corazón de las zonas más avanzadas del Norte”.Por último, concluye Pierre Veltz de que a escala nacional, las macrodiferencias entre regiones encubren, como ya se ha señalado, desigualdades locales considerables” (Pierre Veltz, 1999:57).
Bajo esta razonamiento Veltz considera la desaparición progresiva, pero rápida, del mundo bien organizado por la proximidad y la distancia geométrica .Afirma:”en un universo de transportes lentos y costosos, este tipo de orden es evidente: las relaciones sociales o económicas de primer orden son siempre las relaciones de proximidad: los espacios están claramente escalonados e incluídos unos en otros como bien lo muestra Braudel (Pierre Veltz, 1999:58).”Los grandes centros tiene precisamente como función el articular los espacios de proximidad y los mundos lejanos, construyendo y explorando esas enormes diferencias de potencial que constituyen su riqueza y su capacidad de dominación (Pierre Veltz, 1999:58). Finalmente, a partir de estos análisis el autor citado propone el: “el territorio de redes versus el territorio de zonas “, que decidamente se aplicarían a los puertos.
Regresando luego de esta digresión teórica valiosa para los puertos, debe considerarse que la medición de encontrar un puerto potencialmente perdedor o en declive,viene ligado a la necesidad de buscar primero convertirlo en ganador y en segundo orden, lograr que este puerto, como centro de negocios, sea un detonante para el desarrollo regional, ya que se observa que las ciudades y puertos de zonas costeras en muchos casos se encuentran marginadas y atrasadas, estando los habitantes de estos lugares en condiciones de pobreza o extrema pobreza.
En otras palabras, el tema apunta a considerar un desarrollo con equidad en los procesos económicos y sociales actuales, ya que como lo plantean algunos autores no se presenta los naturales procesos de convergencia que arguye la escuela neoclásica, sino más bien procesos de divergencia, en donde pocos grupos económicos y sociales (burocracia estatal algunas familias, empresas, y sindicatos) son favorecidos con el crecimiento y con el desarrollo que consiguen las empresas, que son denominadas exitosas o ganadoras en el capitalismo global que se vive y que se encuentran instalados en todos los lugares del territorio, buscando el excedente económico natural en los procesos capitalistas, como bien lo apunto Veltz.
En el caso de México se estudia el problema en el contexto de los países periféricos, subdesarrollados, atrasados o dependientes,considerando como modelo lo que sucede con los puertos y ciudades latinoamericanas, bajo el criterio de poseer en general estructuras económicas y sociales similares y estar pasando un proceso de apertura comercial que se expresa en la reducción acelerada de los aranceles de importación ,que facilita la entrada de mercancías (importaciones) del país foráneo (generalmente proveniente del país centro o desarrollado) .
Es decir,nos interesa estudiar los casos de las regiones y puertos latinoamericanos, buscando aspectos comunes e interpretativos que permitan compararlos con la experiencia de las regiones y puertos de México, que son el objeto central de la investigación.
Pueden utilizarse con criterio pedagógico los datos de las ciudades globales y de puertos y regiones del mundo desarrollado, que en este caso buscan contribuir a conocer las semejanzas y diferencias aplicando las mismas a los puertos pobres de Latinoamérica.
Al respecto, recientes investigaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (Alejandro Micco y Natalia Pérez, BID abril, 2002; A Micco y N. Perez , BID, marzo 15, 2001; y BID, 2001:172-174) afirman que las variables de eficiencia portuaria “en parte se encuentra explicada en las diferencias de infraestructura fisica de los puertos, los autores dicen que muchos de los puertos menos eficientes son el resultado de un entorno regulatorio e institucional insuficiente que impide la competencia, alienta las mafias organizadas y retrasa la introducción de técnicas modernas de manejo de carga y gestión portuaria”. Operativamente esta eficiencia se mide con un máximo de siete y un mínimo de uno, y se considera el trámite en días en aduanas, y se incluye los costos de manejo de un contenedor en el puerto (en dólares por teu) .
También se incorpora en este indicador la calidad de la infraestructura portuaria,el entorno regulatorio e institucional(servicios portuarios obligatorios); y por último la variable denominada:’’mafias organizadas” ). Se deduce de esta propuesta la consideración de un puerto como una unidad microeconómica que tiene indicadores empresariales que dependen principalmente de su gestión y eficiencia administrativa.
En su caso la experiencia de México en el período 1982-2004 estudia una tipología de puertos ganadores y perdedores, mediante un conjunto de indicadores nacionales que privilegian el desarrollo regional y el territorio , bajo una perspectiva sistémica y comparativa y con indicadores de carácter macroeconómico como son :porcentaje de carga contenerizada, respecto al total nacional; carga petrolera respecto al total trasladado por los puertos; carga general manejada, ingresos del puerto, ventas realizadas, ganancias conseguidas e impacto regional en la zona de influencia, medido por indicadores de: equidad, pobreza y empleo. En este caso el sector institucional que se considera ha cambiado debido al proceso de concesión y privatización portuaria, seguido por los puertos desde 1994, nos llevará a demostrar los cambios positivos en eficiencia y desarrollo portuario existentes y que se reflejan en casos como Veracruz, Altamira y Manzanillo, que son los puertos ganadores de México y que se verán más adelante en los casos presentados.
Conceptualmente primero se discute la pertinencia de usar los términos de “ganadores” o “perdedores” en la economía de las empresas del mundo global y en las regiones de nuestros países, para expresar el éxito o fracaso de una empresa.
¿Cuándo se utiliza la categoría de ganador se consideran las ganancias, las ventas, los empleos generados la ampliación de mercados conseguidos, la competitividad alcanzada o el impacto social que tendría una empresa aliviando y mejorando la situación económica de los habitantes, en donde se ubica la empresa o puerto?
En general, el uso del concepto ganador o perdedor, aplicado a los negocios y en la economía tradicional es de común uso en autores como Porter, Mankiv, Samuelson, en general pensadores que se ubican en la escuela neoclásica. Pero también últimamente autores (Benko y Lipietz, por ejemplo) que provienen de la escuela regulacionista francesa utilizan esta categoría para hablar de los distritos industriales que hacen ricas a muchas regiones de los países desarrollados. En contraste, a partir de los estudios que mostraban atrasos en regiones industriales europeas se comenzó a utilizar el concepto de regiones “perdedoras”, paradigma que se ha puesto de moda en los estudios de la CEPAL, de algunos autores mexicanos y de otros investigadores latinoamericanos. .
En todo caso, debe advertirse que el uso del concepto de “ganador” o “perdedor” (principalmente desde la perspectiva económica no social)es arbitrario y mercadológico, generalizándose sin tener en cuenta los indicadores que lo sustentan. De allí porque puede ser poco científico usarlo sin tener claro el concepto y lo peligroso que significaría extrapolarlo sin entender sus fundamentos, contextos económicos y sociales, períodos de tiempo en que se inscriben y sugerir políticas alternativas que no aclaran el uso del concepto y que pueden llevar a los diagnósticos equivocados realizados
Es clave en este tenor de ideas no olvidar los que plantean: Ivan Silva (2003:20), Anne-Laure Szary (1997:22) y Sergio Boisier (1998:5-69):
En el primer caso dice Iván Silva:
“En realidad, esta clasificación (de territorios dinámicos y con alto PIB per cápita de potencialmente ganadores) persigue, en primera instancia, tratar de buscar interpretaciones a lo que está pasando en términos regionales en los distintos países, y en este sentido este esquema de análisis probablemente abrirá una serie de preguntas para las cuales será necesario procesar otra información si se pretende dar una respuesta acertada. Se habla de regiones “potencialmente ganadoras”, ya que por la dinámica, misma de los acontecimientos económicos ser ganador hoy en día no significa, necesariamente serlo mañana; esa es una situación que para mantenerla requiere de políticas y actitudes muy proactivas frente al proceso de internacionalización de la economía mundial”.
En segundo orden, dice Anne Szary:
”hay que tener cuidado sin embargo de considerar demasiado rápido las regiones mejor integradas a los circuitos de exportación como”ganadoras” desde todos los puntos de vista”.”Las especializaciones económicas deben ser puestas bajo la mirada de los indicadores sociales para matizar a veces muy fuertemente la apreciación de ciertas situaciones””Parece en efecto, que incluso las regiones”ganadoras” en los mercados internacionales no se benefician siempre de un nivel de desarrollo al cual ellas podrían pretender”.
Tambien Sergio Bosier va más allá al identificar los casos de desarrollo regional “exitoso”, considerando que el criterio de éxito sería la cristalización de un proceso de (al menos) crecimiento económico nítido en términos de una área geográfica y habiendo estructurado un centro de acumulación, como por ejemplo, lo que se observaría en Argentina en relación a Córdoba y Buenos Aires. Estima que en el caso de América Latina la mayoría de los observadores estarían de acuerdo en anotar casos como los de Guadalajara en México, San Pedro Sula en Honduras, Carabobo en Venezuela, Medellín en Colombia, Santa Cruz de la sierra de Bolivia, Concepción en Chile, Córdoba y Neuquén en Argentina, Curitiba (Parana) y Santa Catarina en Brasil; últimamente en una perspectiva más amplia y más atractiva, pero aún en su fase inicial,Ceara también en el Brasil”.
Precisamente Sergio Boiser (julio-diciembre de 1998:761) dice:
”se ha puesto de moda hacer referencias a regiones “ganadoras” y “perdedoras” (Benko y Lipietz, 1992; Daher, 1994),hay que tener cuidado con las sobresimplificaciones y con el reduccionismo , porque, a menos, que se desee volver al equilibrio”casseliano”, siempre y en cualquier período, hay regiones “ganadoras” y regiones “perdedoras, ”lo importante es descubrir por qué razón algunas ganan y otras pierden”;
De acuerdo a esas primeras limitaciones es válido realizar un primer razonamiento que nos lleve a discutir el uso liberal de esos conceptos criticados por unos y utilizados por otros.
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¿No será que el criterio de ganador o perdedor esconde una concepción del mundo equivocado que piensa en forma errónea al considerar los fenómenos en estudio como dicotómicos (binario) o lineales y que se mueven considerando solo los dos polos de verdad, o las dos caras de una moneda, olvidando que en el mundo real existe matices , colores y no solo el bien o el mal.
Es decir, en el mundo que vivimos existen una variedad de opciones como son los colores del arco iris, como son las diversas variantes de desarrollo, como lo significan las diferentes razas que pueblan el mundo, como son las diversas alternativas que ocurren en el mundo de la distancia y que afecta al transporte pese al justo a tiempo y pese a la importancia que cumple el internet para acelerar los movimientos económicos y financieros, vigentes en los negocios de todo el planeta.
La diversidad de casos y experiencias, la nueva revalorización de la teoría demostraría que en los paradigmas de las ciencias sociales no existe una sola verdad y que es un media verdad hablar del vaso medio lleno o medio vacío .Por lo anterior, el uso del lenguaje técnico aplicado a las ciencias sociales, no puede ser estático ni lineal sino se va ajustando a los cambios de la realidad misma, que presenta una variedad de situaciones en el tiempo y en el espacio, en un mundo que es relativo y que constantemente renueva sus paradigmas.
Esta primera discusion conceptual del término de ganador o perdedor puede ser rica en matices, ya que develaría los supuestos que esconde el término y la pertinencia o no de usarlo cuando Benko y Lipietz hablaron de regiones que “ganan” o” pierden” en 1992.
¿Si esta concepción es exclusivamente economicista, ¿cómo debería articularse esta visión de ganador o perdedor si se piensa en el desarrollo de un país, de una región, de una ciudad, de un puerto o de una empresa, a la luz de los protagonistas del desarrollo?.
Es decir, si se incorpora al énfasis económico, el contenido social expresado por los que deben ser los beneficiarios del desarrollo (los más pobres y que generalmente son excluídos del circuito económico y social) ¿.Cómo quedaría constituido este nuevo paradigma?. ¿Qué elementos consideraría, qué puntos incluiría, cómo se mediría los aspectos económicos que afectan el campo social?
En otras palabras,una región ganadora no debe serla solo bajo criterios económicos, sino también bajo los aspectos sociales que anteriormente señaló Sergio Boisier y otros investigadores ubicados en la escuela y enfoque que publica sus trabajos en la Revista EURE de la Universidad Catolica de Chile y que tienen filiación con los “regulacionista franceses” .
En todo caso, un criterio más amplio de análisis exige considerar los aspectos históricos, los ámbitos de corto, mediano y largo plazos (aquí entran los aspectos de las estructuras económicas y sociales propuestos por los franceses), los aspectos del modelo económico de estabilización y apertura comercial vigentes en los últimos años del Siglo XX y primero años del Siglo XXI.
Por ello, la construcción del concepto de puertos potencialmente ganadores y puertos potencialmente perdedores o en declive, se vincularán al ciclo económico mexicano y considerarán cuatro estadios bien tipificados que más adelante se presentan asociando el movimiento portuario al ciclo económico que sigue el país .
¿Puede hablarse de ganador y perdedor comparando una región con otra de un país determinado (por ejemplo, se habla que en México las regiones ganadores se ubican en la actualidad en el Centro y el Norte ;mientras que las perdedoras son las del Sur (Chiapas y Oaxaca), según el modelo económico y de apertura comercial aplicado desde la década de los ochenta .
¿Puede hablarse de ganadores y perdedores entre países de distintos bloques económicos de países desarrollados o en desarrollo?
¿Puede considerarse los criterios de ganador y perdedor en el caso de puertos y empresas que están incorporadas en el mundo global,mediante redes, espacios de flujos y que expresarían la figura del archipiélago de Pierre Veltz?
La propuesta de Benko y Lipietz de regiones que ganan y pierden se ubica entonces en los criterios del nuevo paradigma de la geografía económica y se enmarca en el contexto de la aglomeración de empresas que conforman un distrito industrial. Los autores confirman que:”en síntesis, las regiones que ganan son las redes de distritos, con distritos de redes metropolitanos de tamaño medio que se relacionan con las redes, con las aglomeraciones, con los espacios, con el poder y en suma, con las metrópolis”.
La discusión que pretende realizar este trabajo debe primero revisar las distintas tipologías y los diferentes enfoques existentes en el campo de ganador y perdedor aclarando su uso, definiendo los conceptos y operativizando el mismo ligado a lo que se define como región ganadora y región perdedora.
Igualmente, y bajo los mismos criterios se debe realizar similar operación en el caso de los puertos .Evidentemente ya se aclaró que no se puede considerar una región igual a un puerto, por lo que preliminarmente se considera que una ciudad costera puede tener un puerto que puede ser ganador o perdedor, según el caso. La idea de linealidad en este caso se pone en tela de juicio ya que probablemente la característica de un puerto como empresa comercial o centro de negocios no puede ser igual al concepto de región que se ubica en un contexto económico y ámbito territorial más amplio.
En este sentido la bibliografía consultada, especialmente en lo que se refiere a los puertos, ayudaría a contextualizar dichos conceptos y a precisar como el movimiento de contenedores, el de carga comercial no contenerizada,el movimiento petrolero o de otros productos con poco o mucho valor agregado, permiten entender las bondades de un puerto que lo harían ganador o perdedor del comercio internacional, si se compara el puerto en estudio con otros puertos de su territorio.
Comparativamente el concepto construído se apoyará también en ejemplos de los países desarrollados, analizando la información y características de puertos ganadores como Barcelona en España, Long Beach en los Angeles (de la costa oeste de los Estados Unidos) y de Singapur, para encontrar que está detrás de su movimiento dinámico de mercancías y que los hace exitosos en el comercio internacional del mundo desarrollado.
Un reciente trabajo sobre los puertos de Perú y denominado”Plan Nacional de Desarrollo Portuario”(www.mtc.gob.pe del 20 de septiembre del 2004), presenta las últimas tendencias de puertos que movilizan contenedores y que permiten conocer la importancia de los mismos y los movimientos del comercio internacional, que se realiza a través de mercados como China, India, Japón y Estados Unidos, que junto con la Unión Europea se constituyen los líderes del comercio mundial (ver cuadro II-2).
Adicionalmente el cuadro II-3 adjunto presenta puntualmente las tendencias poblacionales actuales y las proyecciones de mercados y población para el año 2050, que demuestra como la tríada conocida de países puede cambiar con la presencia dominante de China e India(la tríada hasta ahora la conforman Estados Unidos, los paises europeos y Japón).
¿De qué forma el aspecto geográfico se vuelve determinístico y de qué forma la lotería de productos básicos marca o no las características que tendrían un puerto? Aquí se está pensando a la manera de Carlos Díaz Alejandro, quién consideró que los países latinoamericanos eran premiados, ya que sus recursos naturales les daban un orden importante en el comercio internacional.Otros autores discuten esta lotería y la plantean como perdición, ya que los países productores de materias primas se concentran en estas riquezas naturales y no incorporan a estos productos básicos un valor agregado clave para su despegue industrial. En todo caso, los últimos trabajos del desarrollo presentan países exitosos como Australia y Chile que basan su comercio internacional en los productos básicos, no generándose la maldición que hablaban los autores para los países latinoamericanos.Como en todos los casos son conceptos relativos que por generalizarse deben contrastarse en los distintos casos de países periféricos o países desarrollados.
Tanto la visión de la región como del puerto debe estar ligadas al concepto de ciudad- puerto para permitir poder derivar los eslabones que necesita el trabajo y medir el impacto del nivel de vida en la gente que habita en la ciudad-puerto , que precisamente preocupa al estudiar el Sureste de México.
¿Un puerto potencialmente ganador garantizaría o no un mayor nivel de vida en la población trabajadora y que habita en dicha ciudad y puerto?. Las primeras evidencias empíricas revisadas y los casos vistos de América Latina darían la respuesta de que nó.¿Cómo hacer para que empresas exitosas, florecientes y con indicadores sólidos de sostenibilidad tengan una responsabilidad social que exige invertir en la zona en donde tienen sus instalaciones y genera utilidades .Como lo plantea Miriám Cardozo en el artículo ”Las Empresas y su responsabilidad en el campo social (2003, UAEM:163-187) es necesario que un tercer actor ingrese a apoyar a los más pobres no solo el estado, ni las organizaciones civiles , deben ser las mismas empresas que asuman compromisos de financiar proyectos y programas de ámbito local y que se focalicen en los habitantes pobres de sus ciudades de origen .Los casos de la Administración Portuaria de Veracruz (API de Veracruz), del puerto de Salina Cruz, de la empresa PEMEX en México o de la empresa TISUR, con el puerto de Matarani en el sur peruano, demuestran que en ninguno de los casos se asume el compromiso de apoyar a los habitantes locales que reclaman con razón ser favorecidos con recursos que se usan de la zona y que generalmente se exportan, beneficiando a grupos pequeños de esos lugares . La mayoría de los habitantes de esos territorios están excluídos de los beneficios del desarrollo.
Pese a que existen casos paradigmáticos no se pueden olvidar que también hay modelos de éxito en empresas que invierten en la zona donde se instalan. Un primer ejemplo es el de la empresa cementera Cruz Azul (de carácter cooperativo) en México, que tiene una ciudad importante en Lagunas, Oaxaca. Un segundo caso más participativo, es Parque Industrial de Villa Salvador en Lima (Perú).Por último, y sin ser exhaustivo hay el modelo participativo del puerto de Ilo en el Sur del Perú (departamento y región de Moquegua), en donde el municipio recibe apoyos financieros de la empresa de cobre Souther Peru, de capitales norteamericanos.En este último caso, se puso de moda el concepto de presupuesto participativo que ha permitido financiar obras y servicios en los habitantes de esta pequeña ciudad del Sur peruano , siguiendo el ejemplo de Porto Alegre en el Brasil, cuna de la experiencia más importante de este campo .
En conclusión el uso del concepto”ganador” o “perdedor”aplicado a las regiones es relativo y exige aclarar si el concepto es usado bajo los criterios ecónomicos o sociales.Si el análisis es exclusivamente económico como lo usa Benko y Lipietz afirmaríamos que las regiones puede ser potencialmente”ganadores” siempre y cuando estos indicadores tiene un componente social en donde los frutos de esa ganancia también tiene correas de transmisión para llegar a los habitantes más pobres de esas ciudades y puertos. ¿Si esto es cierto porqué en muchas regiones y lugares de América Latina y en México se mantienen focos de pobreza y exclusión.No será que el modelo de reestructuración portuaria y privatización que acompaña a la política económica genera grandes grupos de población excluídas de los beneficios económicos y sociales? Por lo anterior, el uso de los conceptos de ganador y perdedor en regiones, ciudades y puertos exigiría ser contrastados con el uso de categorías más integrales, como los de exclusión económica y social, lo que derivará en integrar mejor el paradigma para probar o negar lo que ya se adelantó, que la globalización y apertura comercial aumenta y polariza la pobreza.
A continuación y bajo esa idea rectora, se estudiará la exclusión económica y social, que se convierte en un enfoque o paradigma potente si se quiere evaluar los resultados de la política neoliberal aplicada, ya que este enfoque parte de una perspectiva distinta y trata de entender el funcionamiento del sistema económico que privilegia a unos pocos y atrasa a grandes grupos de población, justificando la idea del ”malestar de la globalización”difundida por Stiglitz y otros pensadores críticos al paradigma dominante.