CUATRO PUERTOS DE MÉXICO, EN UN MUNDO GLOBALIZADO: ¿ENTRE LA EXCLUSIÓN Y EL CRECIMIENTO (1982-2004)?
Juan Narciso Ojeda Cárdenas
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En este sección se estudió el proceso de apertura comercial y globalización que tiene lugar en México, demostrando que existen puertos potencialmente ganadores (principales) y puertos potencialmente perdedores (secundarios). Los puertos ganadores (líderes) son Veracruz, Manzanillo y Altamira, que junto con Tampico, y Lázaro Cárdenas, concentran el 92% de la carga contenerizada (excluyendo el petróleo) y el 69.5% de total de los ingresos.
Por otro lado, en el caso de los puertos de la región del Istmo de Tehuantepec, se registra que los puertos de Salina Cruz en Oaxaca y el puerto de Coatzacoalcos en Veracruz son aparentemente puertos perdedores, ya que el comercio internacional que se realiza con el Norte (Estados Unidos) y con el Lejano Oriente y Japón , esta privilegiando los cinco primeros puertos, que coinciden con zonas industriales, metrópolis y mercados ampliados y con facilidades de infraestructura que hacen más práctico el transporte portuario. El Istmo de Tehuantepec sigue siendo una región deprimida, pese a contar con recursos petroleros y contar con empresas portuarias, que desde el lado macroeconómico son eficientes. En efecto, los puertos de Salina Cruz y de Coatzacoalcos (hay que agregar en el Istmo la terminal de Pájaritos, administrada por PEMEX)sólo están separados por 310 Kilometros, por lo que es factible, pese a las tendencias anteriores, reactivar el corredor transfronterizo, que antes de la entrada del Canal de Panamá (1914) fue la puerta del comercio entre el Atlántico (Golfo) y el Pacífico. Una estrategia de desarrollo que sea complementada con el transporte y con los convenios comerciales con el gobierno de Panamá, puede ser un punto inicial que ayude a reactivar el Istmo, que hasta la fecha se sigue considerando dentro de las veinticinco regiones más pobres de México.
En general, el intento de reactivar al Sur y Sureste de México y al Istmo de Tehuantepec, exige la presencia de actores económicos regionales, nacionales e internacionales y la confrontación de dos visiones contrapuestas, la primera que considera que desarrollar distritos industriales en estas zonas para lo cual se debe contar con empresas transnacionales que inviertan en negocios en las distintas localidades del Istmo, la segunda visión plantea que a partir de la pequeña empresas y desarrollando los medios innovadores, se puede generar un sector servicios que se articule con la actividad marítima y portuaria de la zona. Además, la presencia de PEMEX también exige desarrollar la pequeña empresa innovadora que se articule con las necesidades que demandan esta empresa gigante y de carácter global.
En todo caso, si se recoge la experiencia europea es necesario previamente contar con fondos regionales que contribuyan a elevar las carencias en educación, en ingresos y empleo que tiene la gente que habita en estos lugares y que aparece en exclusión económica y social, pese al proceso de globalización presentado desde los ochenta del Siglo XX.
De esta manera, una primera conclusión de esta sección apunta a demostrar que el proceso de privatización portuaria aplicado en México pese a demostrar aspectos positivos como el aumento de carga (con una dinámica de las exportaciones), desde el punto de vista de los ingresos, está llevando a una concentración de carga comercial y de ingresos, que contribuye a la exclusión de zonas, regiones y, desde luego, puertos y lugares de influencia de los mismos, si se evalúa los beneficios que debe dejar una empresa en los habitantes de las ciudades portuarias que aspiraban a mejorar su nivel de vida con la privatización y reestructuración portuaria iniciada desde 1994.La equidad y el bienestar social que debía incluir estos procesos no parecen privilegiar a zonas empobrecidas, como es el caso del sureste mexicano, que presenta enclaves tradicionalmente asociados al movimiento petrolero. Lo anterior hace complicada cualquier política de desarrollo regional que se diseñe para apoyar a los habitantes del Sureste que han estado olvidados del Centro.