Juvencio Jaramillo Garza
El correcto manejo de las variables que componen la actividad de la empresa y su operatividad permiten una rentabilidad financiera positiva a las PYMES. El horizonte del tiempo de la planeación en buena medida lo fija el giro del negocio, por ejemplo para PEMEX la planeación la hace en un entorno de 30 años, mientras que Dell Corporation la hace para un período de 3 a 5 años (Rodríguez, 2005).
El administrador financiero de la PYME debe elaborar un enlace entre las estrategias y la operatividad de la empresa para así poderla operar de tal forma que genere rentabilidad financiera. De los puntos relevantes que se deben observar en el nivel de actividad para la operatividad financiera de la empresa son: conocimiento de la empresa, entender su entorno económico y la proyección financiera, los supuestos que se están considerando y la opinión de los accionistas.
El nivel de actividad de la empresa se planea cuando se elaboran las estrategias del desempeño financiero de las ventas, costo de ventas, de la utilidad bruta, gastos de ventas, y de administración y por consecuencia la utilidad de operación, los gastos.
A continuación se detallan algunas consideraciones de las variables económicas que impactan en el desempeño financiero de la empresa.
A) Ventas: Para el desempeño eficiente de esta variable debe tomarse en cuenta la demanda del sector industrial, las técnicas o modelos cuantitativos, que otros renglones componentes participan al respecto, tales como los ingresos del giro de la empresa deben ser superiores a los costos y gastos y así generar una rentabilidad financiera positiva para la PYME. Se debe administrar en forma prudente el costo de ventas para que no se incremente y esto vaya afectar en forma negativa a las ventas y por ende a la rentabilidad financiera. Shields y Shields (2005) mencionan que los impulsores drivers de los ingresos o ventas están bajo el control de la empresa.
B) Costo de Ventas: Seleccionar la técnica de costeo absorbente y/o costeo variable o directo, para lograr un desempeño eficiente de esta variable. El costo de ventas debe ser menor a las ventas netas y así otorgar un margen razonable que permita impactar en forma positiva a la rentabilidad financiera de la empresa.
C) Margen de contribución: debe ser lo suficientemente grande para que cubra todos los demás gastos y de esta forma impacte a la rentabilidad financiera de manera positiva. Es recomendable hacer análisis de razones financieras y de benchmarking para ver cómo está desempeñándose la empresa respecto a la competencia local, regional, nacional e internacional.
D) Gastos de operación: Los gastos de administración y venta deben adelgazarse y de esta manera apoyar en forma eficiente al desempeño financiero de la empresa y así tener la posibilidad de lograr una rentabilidad financiera favorable.
E) Utilidad de operación: La diferencia de las ventas menos los costos de ventas y los gastos de operación nos da la utilidad de operación. Aquí es el momento de identificar qué variables de costos y gastos están impactando en forma positiva o negativa a las utilidades de las PYMES y se puede elaborar un benchmarking con las empresas de la competencia o con las de la industria en general. La utilidad de operación debe permitir cubrir los gastos financieros y los impuestos, para que de esta manera favorezca en forma positiva a la rentabilidad financiera de la empresa.
Cuando la utilidad de operación es igual a los ingresos totales menos los costos fijos y variables, la empresa se encuentra en el punto de equilibrio (Van Horne y Wachowicz, 1994).
F) Depreciaciones y amortizaciones: Las depreciaciones se proyectan de acuerdo al tipo de activo es la duración de vida del activo y la amortización en función del monto total y la cantidad de consumo por período hasta agotar dicho monto. Estos gastos virtuales benefician en forma positiva a la rentabilidad financiera de la empresa y a su vez también al flujo neto de efectivo de la empresa. La depreciación juega un rol importante en los cálculos de los impuestos y surge porque al calcular el ingreso ganado por la empresa durante un ejercicio contable específico, trata de armonizar los ingresos y los gastos, y no porque trate de acoplar las entradas y salidas de efectivo (Besley y Brigham, 2005).
G) Gastos financieros: Es la cantidad de intereses a pagar esto de acuerdo a las deudas contraídas, los intereses pagados deben generar mayores beneficios respecto a la deuda contraída y por ende una mejor rentabilidad financiera.
H) Impuestos: La empresa debe elaborar una planeación fiscal en forma detallada para que se analicen las situaciones a favor y en contra y se implementen las estrategias fiscales donde se observen los cargos o créditos diferidos a la utilidad gravable y así beneficiar a la rentabilidad financiera de la empresa. Van Horne y Wachowicz (1994), mencionan que son pocas las decisiones de negocios que no resultan afectadas, en forma directa o indirecta, por los impuestos.
I) Utilidad neta: Es la diferencia entre la utilidad antes de impuestos menos los impuestos correspondientes y es aquí donde se refleja la rentabilidad financiera de la empresa. Exponen Copeland, Weston y, Shastri (2005) que este ingreso después de impuestos no es el flujo de efectivo de la empresa ya que falta regresarse las depreciaciones y otros gastos virtuales. Las utilidades netas de la empresa pueden ser reinvertidas, o proporcionarles a los dueños por medio de los dividendos o una combinación de las dos anteriormente mencionadas, tomando en cuenta generar una rentabilidad financiera favorable para la empresa.
J) Cuentas por cobrar: Desarrollar un buen manejo de esta variable impacta el desempeño de la rentabilidad financiera. Elaborar la proyección en función de días de ventas, desde el enfoque financiero ver la meta global de inversión en el capital de trabajo neto, políticas de crédito y establecer control de antigüedad de saldos. Las políticas y procedimientos de cuentas por cobrar se deben enfocar a generar una rentabilidad financiera positiva a la empresa. En cuanto a los créditos, según Besley y Brigham (2005) otorgan las empresas a los clientes una de las principales variables controladas que afectan a la demanda de los productos; se encuentra la política de crédito y por lo tanto impacta en forma positiva o negativa a la rentabilidad financiera de la empresa.
K) Inventarios: El costo de los inventarios debe ser administrado en forma eficiente para que así permita a la empresa tener una rentabilidad financiera positiva. Besley y Brigham (2005) señalan que las empresas tienen inventarios ya sea por que en la demanda no se tiene un pronóstico con certeza y/o porque necesita un cierto tiempo para convertir un producto de tal forma que se pueda vender.
L) Proveedores: Similar a inventarios debe administrarse esta variable para lograr un desempeño eficiente en lo relacionado al financiamiento tomando como base días de venta o días de costo de ventas, analizar cuánto es la parte gratuita de financiamiento que nos otorgan los proveedores. Las empresas deben usar todo el crédito comercial gratuito lo más que puedan, pero deben emplear el crédito comercial oneroso sólo si este es más económico que otras alternativas de financiamiento de corto plazo (Besley y Brigham, 2005). Los proveedores explican que ofrecen a menudo descuentos a los clientes que pagan dentro de un período estipulado. Las variables de inventarios, cuentas por cobrar y cuentas por pagar bien manejadas impactan en el plazo medio en la maduración de la empresa.
M) Gastos acumulados: Representado por el pasivo laboral y pagos de impuestos, tomando en cuenta que este tipo de gastos se incrementa en forma espontánea a medida que se incrementan las operaciones de la empresa y además por este tipo de costos la empresa no paga intereses (Besley, Brigham, 2005). Una planeación fiscal bien diseñada en cuanto a gastos acumulados impacta en forma positiva a la rentabilidad financiera de la empresa.
N) Préstamos bancarios: Se deben analizar los vencimientos, montos, intereses, plazo, las líneas de crédito, los saldos compensatorios entre otros. Los préstamos bancarios aplicados a los proyectos de inversión deben permitir a la empresa que tenga una sana rentabilidad financiera. Estos préstamos indican tienen el segundo nivel de importancia en el crédito comercial como una fuente de financiamiento a corto plazo (Besley y Brigham, 2005). En la elección de un banco debe analizarse la disponibilidad para apoyar proyectos de alto riesgo, asesoría y consejos empresariales, la lealtad de la clientela, la especialización, el tamaño del préstamo, banca comercial, otros servicios entre otros.
Las buenas relaciones de los administradores financieros de la empresa con los directivos de los bancos permitirán a la empresa tener créditos más blandos los cuales impactarán en forma positiva la rentabilidad financiera de la empresa. La cartera de préstamos a las PYMES que poseen los bancos está inversamente relacionada con el tamaño del banco Moya (2005); Keeton (1996); Levonian y Soller, (1995) y Peek y Rosengren (1998).
Los bancos de mayor tamaño tienen una propensión a prestar menos a las PYMES, entre tanto que los bancos de menor tamaño tienen una cartera de préstamos mayor hacia la PYME. Esto se denomina la Hipótesis de las Barreras del Banco Grande (Berger, Klaper y Udell, 2001).
Una vez realizado lo anterior se deben crear estrategias en cuanto a la planeación de la estructura de capital de la empresa y de esta manera se determinen los faltantes o sobrantes de recursos, como financiar el crecimiento y así determinar para el futuro el compromiso del riesgo financiero que se asumirá como empresa. Esto es cuánto se va a financiar con deuda y cuánto con recursos propios y en función de ello se decide contratar o emitir deuda nueva y a su vez ver el plazo, moneda, tipo de interés. Tomando en cuenta esto calcular el costo de capital probable para cada una de las fuentes de financiamiento y así calcular el costo de capital promedio ponderado con alguna de las herramientas acreditadas y esta será la tasa de descuento que se tomará en cuenta para calcular el valor del negocio. La interrelación de la planeación financiera, los presupuestos y la administración del efectivo permitirán a la empresa propiciar una probabilidad más alta de generar una rentabilidad financiera para la empresa.
El flujo de efectivo nos debe permitir administrar en forma óptima el cobrar y pagar oportunamente, hacer inversiones rentables en la mesa de dinero, administrar en forma eficiente los saldos en las cuentas bancarias, planear la disposición de créditos. A consecuencia de la globalización se ha dado la apertura de fronteras lo que ha generado un esforzado intercambio de flujos financieros entre países, estableciendo un escenario de duradera incertidumbre financiera, que se convierte en varios tipos de riesgo. Uno de los problemas que enfrenta las PYMES es la falta de financiamiento y esto provoca que no tengan procesos productivos eficientes, aunado a la inestabilidad económica que caracteriza a nuestro país, afectando los costos y los beneficios de los empresarios. Otro de los problemas graves es la falta de competitividad e inestabilidad de precios en el mercado, que impactan claramente al mercado interno y, por lo tanto a las exportaciones de las PYMES.
Los gerentes financieros de la empresa para impactar favorablemente a la rentabilidad financiera de la misma deben contar con buenos controles, experiencia administrativa, realizar una buena gestión del capital neto de trabajo, tomar en cuenta la oferta global y el comportamiento de la economía del destino de sus exportaciones y así tener una mejor participación en el mercado competitivo, efecto que se reflejará en el incremento de ventas netas y las utilidades de la empresa. Resultado de acuerdo con Mendoza (2007) en “la creación de valor que preserve e incremente la salud financiera del negocio, optimizando su productividad, logrando que su competitividad resulte en mejor rentabilidad para la empresa y sus accionistas, además de que contribuya a consolidar y acrecentar la solvencia y prestigio empresarial con un énfasis hacia una cultura de administración con base en el flujo de efectivo”.