Juvencio Jaramillo Garza
A) Comportamiento de la inversión extranjera 1993-2007. El TLCAN entró en operación en enero de 1994, decisión que se buscó implantar desde el ascenso a la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, junto con sus homólogos Brian Mulroney de Canadá y George Bush, de los Estados Unidos, quienes se dieron a la tarea de crear la zona de integración comercial de América del norte (Miller, 2002).
La tabla 1.1, describe la evolución de la inversión extranjera de México del año 1988 al 2007.
De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), de la tabla 1, actualmente, la inversión directa es cuatro veces mayor en 2007, que la obtenida en 1993, lo cual es un resultado positivo. En esta misma tabla, se puede apreciar el movimiento que han tenido los capitales de México, en donde en el año 2007, se captó inversión extranjera por $18,396.7 millones de dólares, superior a la obtenida en 1993, de $4,388.8 millones de dólares.
La inversión extranjera directa (IED) ha venido en aumento, situación que influye positivamente en la creación de alianzas estratégicas con empresas locales, tanto para crecer a nivel nacional como en el mercado internacional. Sin embargo, limita el proceso nacional de industrialización, que generalmente está en función de esta variable; la IED genera la compra de activos, lo que provoca desempleo por la adquisición de tecnologías de punta.
El total de IED, entre 1994-2007, recibió un flujo de $294,973 millones de dólares, con un promedio anual de $21,070 millones de dólares.
Con la entrada en vigor del TLCAN, en el año de 1994, México logra captar $12,362 millones de dólares, cifra superior en 84% a la de 1993, lo que representó el 4.88% de los flujos de inversión extranjera directa a nivel mundial. En los años sucesivos, el flujo de IED sufre variaciones de tal manera que, en el año 2005, nuestra captación alcanzó la cifra récord de $16,000 millones de dólares US, esto de acuerdo al reporte de flujos de capital a mercados emergentes del mes de enero del 2007.
Las adquisiciones de activos influye en forma positiva a la balanza de pagos de nuestro país, en las reservas internacionales y el tipo de cambio, sin embargo, también impacta en contra de la competitividad de las empresas mexicanas exportadoras, teniendo en cuenta que el peso se ha mantenido fuerte frente al dólar y que con los dólares que reciben, han tenido que hacer frente al pago de gastos e insumos cada día más caros en pesos, como son los sueldos, la energía y los combustibles utilizados en los procesos de producción y sobre todo en los últimos dos insumos que mensualmente, por decreto, reciben aumento.
México debe impulsar políticas públicas que generen un clima idóneo y competitivo para el desarrollo de los negocios en nuestro país. Por lo que es importante plantearnos, ¿Qué factores impiden atraer mayor inversión extranjera? Para los que administran la agenda neoliberal, su repuesta seguramente sería que faltan las reformas estructurales.
Como país, podemos ser ineficientemente competitivos, pero en la realidad ¿Quién decide el nivel de competitividad? Nuestro costo de mano de obra es más barato que el de Estados Unidos, sin embargo es más competitivo Estados Unidos, un país con pleno empleo. No obstante, ¿Existirán datos duros a este respecto? Lo que sí sabemos es que en ese país el salario es de $5.15 dólares la hora como mínimo y por lo general los mexicanos ganan aproximadamente $110 dólares al mes, lo que resulta que un norteamericano puede generar en 21 horas laborales, lo que en México cuesta 160 horas de trabajo al menos, es decir, ganan 8 veces más (Juárez, 2006).
De acuerdo a lo anterior, se tiene empleo en los Estados Unidos al margen de que paga mejor la mano de obra que México. Si ese no es el problema, ¿Cuál sería entonces?, ¿La educación?, ¿La legislación?, ¿Las tasas fiscales? Tal parece que existen varios espacios donde incidir. Sin embargo, en este momento debemos considerar que Estados Unidos pasa actualmente por una fuerte crisis. En ese sentido, (Campuzano, 2008) menciona que “la economía de Estados Unidos enfrenta aun un descenso importante en el crecimiento al cual se ha incorporado una importante presión inflacionaria”.
El impacto de la inversión extranjera con la apertura comercial ha generado importantes beneficios para México en términos de comercio, empleo, salarios, divisas y un entorno de certidumbre para los negocios.
B) Comportamiento de la balanza comercial 1993-2007. La balanza comercial ha tenido un comportamiento menos aceptable que el comportamiento de la inversión extranjera. Los 15 períodos analizados únicamente en tres se ha generado superávit en la balanza comercial.
Como se evidencia en la tabla 1.2 y en la figura 1. 2, la balanza comercial mexicana es deficitaria.
C) Captación de divisas. Otro aspecto importante de la apertura comercial es que la captación de ingresos de divisas ha mejorado. El comportamiento y su evolución desde 1995 a 2007 a nivel país se muestran en la tabla 1.3.
De acuerdo a los datos del (INEGI), de la tabla 1.3, actualmente, los ingresos totales de las divisas se ha incrementado en cada uno de los últimos trece años, lo cual es un logro positivo. En esta misma tabla, se puede apreciar el movimiento que han tenido los ingresos por divisas en México, en donde en el año 2007, se captó ingresos por divisas por $301,320.9 millones de dólares, superior a la obtenida en 1995, de $86,242.1 millones de dólares, lo que equivale a un incremento de un 249.39%.
La figura 1.3, contiene los ingresos por divisas de 1995 a 2007, en donde se aprecia un comportamiento en pleno crecimiento. La figura 1.3, representa gráficamente los datos contenidos en la tabla 1.3.