Juvencio Jaramillo Garza
Un factor más de importancia como componente del ROE es el costo de capital. (Brealey y Myers, 1996) lo describen como una tasa de referencia que mide el riesgo del mercado de las oportunidades para financiar las inversiones de las empresas. El costo de capital es el costo promedio ponderado que la empresa paga por financiar sus activos totales o valor de capitalización de la empresa de las diferentes fuentes de financiamiento. A su vez muestra la tasa interna de rendimiento mínima que se espera ganar en un proyecto con el propósito de pagar los costos de los recursos utilizados en dicho proyecto. En el caso que el costo de capital de los recursos es menor que la tasa interna de rendimiento, conviene invertir en el proyecto, en caso contrario, no se debe invertir en el proyecto.
El costo de capital es de gran importancia para la PYME, ya que de ello depende su crecimiento, teniendo como objetivo la generación de mayor valor para la empresa y para los dueños.
En cuanto al costo promedio ponderado de capital (CCPP), Pachas (2003) menciona que:
El costo promedio ponderado de capital, que describe el promedio de los costos de los financiamientos (recursos) provenientes de fuentes alternativas de endeudamiento y de aportación de capital que demandan las organizaciones empresariales para atender sus diversas necesidades en activos o para emprender nuevos negocios, constituye un parámetro fundamental en la gestión financiera. En el caso de ser considerado como tasa de descuento en la evaluación de las proyecciones de los beneficios esperados de nuevos productos o de Inversiones, su determinación errónea conduciría a decisiones perjudiciales, ya que tasas sobrestimadas rechazarían oportunidades rentables y frente a un mercado agresivamente competitivo en que describe márgenes cada vez reducidos, no se debe improvisar, porque conllevaría al deterioro del valor de la empresa.
El calcular de manera correcta el costo de capital permitirá a las PYMES tener un mejor panorama para seleccionar las fuentes de financiamiento de corto y largo plazo y así tener la probabilidad de generar una rentabilidad financiera positiva. Existen fuentes de financiamiento tanto de corto y largo plazo a las que pueden tener acceso las PYMES para realizar sus inversiones de proyectos.
En el corto plazo se encuentran las cuentas por pagar, pasivos acumulados, línea de crédito, convenio de crédito revolvente, documentos negociables, anticipo a clientes y préstamos privados. En largo plazo se encuentran los bonos, acciones preferentes y comunes, arrendamiento financiero, obligaciones convertibles y garantías, hipotecas y dividendos. Los administradores financieros de las empresas deberán hacer un uso prudente de dichas fuentes para generar una rentabilidad financiera para la empresa, sin embargo las PYMES tienen restricciones para tener acceso a estas fuentes de financiamiento.
En las PYMES mexicanas no es factible y usual el adquirir fondos vía la emisión de acciones y así poder tener acceso al mercado de capitales, lo cual es una alternativa para financiarse satisfactoriamente a un menor costo, para lo cual se necesitan desarrollar estrategias viables y así lograr una salida del círculo vicioso que presenta la insolvencia continua de créditos a corto plazo.
Las fuentes de financiamiento deben propiciar una mezcla de deuda y capital con un costo de capital óptimo que permita generar una rentabilidad financiera a la empresa.
Algunas razones a tomar en cuenta en el análisis financiero de las PYMES es cómo impacta el costo financiero a la creación o destrucción de valor de las empresas, lo cual es examinado con herramientas tales como el Valor Económico Agregado (EVA), el Rendimiento de Inversión sobre la Operación Neta Después de Impuestos (RIONDI) y el Generación Económica Operativa (GEO).
El costo de capital es un costo explícito que debe ser considerado para la generación de la rentabilidad financiera. El costo promedio ponderado de capital es la ponderación de la fuerza e impacto del costo de cada una de las fuentes de financiamiento en lo individual, dentro del costo integral de los recursos de la empresa. Se calcula tomando el costo real después de impuestos de las distintas fuentes de recursos con que cuenta la empresa, y el costo financiero de los pasivos financieros expresados por la tasa de interés del Sistema Financiero Mexicano.
La fórmula del costo promedio ponderado de capital es: (Deuda de terceros / Total de financiamientos) x (costo de la deuda) X (1 – tasa de impuestos) + (Capital propio / Total de financiamientos) x (costo del capital propio).
Es importante analizar en el costo de capital, el grado de riesgo comercial y financiero, la situación fiscal y en cuanto al mercado la oferta y demanda de las fuentes de financiamiento. El costo de capital es un factor importante en la elaboración de los presupuestos de corto y largo plazo de la empresa y en ese sentido cada uno de los componentes del presupuesto debe ser analizado por los administradores financieros de las PYMES.
Las inversiones de la empresa representadas por la composición de los activos tangibles e intangibles deben estar en armonía con la estructura de capital en la cual se planea la mezcla de deuda y capital para que de esta manera se maximice la rentabilidad financiera de la empresa y se minimice el riesgo de las inversiones; por ello debe existir un equilibrio entre el riesgo del negocio de la empresa y el rendimiento, de modo que se maximice el precio de las acciones y así generar una estructura de capital óptima para la empresa y tanto en el corto plazo como en el largo plazo tenga una rentabilidad financiera aceptable.
Kahle y Shastri (2005) mencionan en su investigación que las elecciones de deuda y capital afectan las operaciones de impuestos de las empresas de ahí que debe observarse cómo impactan a las utilidades de la misma. Las decisiones de elecciones entre pasivo (deuda) y capital reside en el nivel de riesgo (cuando se emplea financiamiento, existe mayor riesgo por tener una cantidad fija de intereses) y en el potencial de rendimiento (los intereses son deducibles de impuestos por lo que el rendimiento de capital en un nivel de utilidad de operación es mayor); cuando realiza este tipo de decisiones para efectuar una inversión, tomará decisiones sobre cuál debe ser la estructura financiera y así generar una rentabilidad financiera.
Las PYMES deben gestionar en forma prudente las siguientes variables para poder competir en un ambiente nacional e internacional y así generar elecciones de mezclas óptimas de deuda y de capital que den la probabilidad de crear una rentabilidad financiera positiva:
A) Variables de beneficios e impuestos. Los estudios de los beneficios de los impuestos de Kahle y Shastri (2005), se apoyan en los trabajos de DeAngelo y Masulis (1980), en los cuales encuentran una relación negativa entre el apalancamiento y el nivel del escudo de impuestos de no deuda, por lo cual concluyen sugiriendo que las empresas que tienen este tipo de beneficios de los impuestos deberán tener menos deuda, ya que ello les permite con ese escudo de impuestos hacer nuevas inversiones y no recurrir a financiamientos en forma excesiva lo cual beneficia en forma positiva a la rentabilidad financiera de la empresa.
B) Escudo de Impuestos de las operaciones de no deuda. Kahle y Shastri (2005) emplean la razón de depreciación a activos y la razón de pérdida operativa neta (para llevarla a la contabilidad) a activos, esto con el fin de medir el escudo de impuestos de las operaciones (investigación y desarrollo pueden ser usadas como variables de crecimiento de oportunidades, que pueden ser consideradas como escudos de impuestos de no deuda). Las depreciaciones son gastos virtuales que benefician en forma positiva a la rentabilidad financiera permitiendo oportunidades de crecimiento para la empresa y generando una rentabilidad financiera positiva para la misma.
C) Unicidad. La unicidad permite unir a los distintos componentes de la estructura de capital, del rendimiento y de los impuestos, así fusionados con el único propósito de generar una rentabilidad financiera positiva para la empresa. En este sentido Kahle y Shastri describen que la unicidad puede variar al cruzar industrias, usan dos dígitos del código SIC, que son las siglas de Standard Industrial Classification , para controlar los efectos de la industria, remitiéndose a los estudios de Bradley, Jarrell y Kim (1984) donde documentan que el apalancamiento varía al cruzar industrias, y así uniforman el control a través de otras variables.