David Flores Ruiz
El método Delphi puede ser definido como un método de estructuración de un proceso de comunicación grupal que es efectivo a la hora de permitir a un grupo de individuos, como un todo, tratar un problema complejo (Landeta, 1999: 32). No obstante, las características básicas de esa estructuración, que definen a esta técnica y la diferencia de otras técnicas grupales, son: el mantenimiento del anonimato de los participantes, la retroacción o feedback controlado y la respuesta estadística del grupo.
En este sentido, el método Delphi es aplicable en casos en los que se deba contrastar y combinar argumentos y opiniones individuales para llegar a decisiones no asumibles unilateralmente. Consiste en recoger las opiniones de los expertos de forma anónima mediante cuestionario, analizar éstas y volver a remitirles un nuevo cuestionario, que contenga una previa explotación de los resultados de la primera información recabada, para que puedan modificar su opinión si lo estiman conveniente. El procedimiento se repite en rondas sucesivas -habitualmente dos- hasta llegar a la convergencia de respuestas sobre la ocurrencia de una serie de sucesos. La idea fundamental de este método es que el conocimiento “grupal” es mejor al de un solo experto en áreas donde la información escasa no se encuentra disponible , siendo sus grados más sobresalientes, tal y como hemos recogido anteriormente: el anonimato, la “retroalimentación”, la respuesta “grupal” y la tendencia al consenso (Kaynak y Macaulay, 1984).
En definitiva, se trata de una técnica prospectiva de obtención de información cualitativa o subjetiva, pero relativamente precisa en contextos de información imperfecta, fruto de combinar el conocimiento y experiencia de expertos en diversos campos, de una forma que tiende hacia el consenso de opiniones de futuros efectos específicos, cuantificando estadísticamente sus opiniones mediante medidas como la mediana, media, cuartiles, etc. Por tanto, las previsiones se fundan más en la experiencia y, por tanto, en expectativas personales, que en teorías científicamente contrastadas. En este caso, el proceso será bueno cuando los tópicos a investigar lleven a juicios subjetivos, más que a técnicas analíticas precisas (Monfort, 1999).
Originalmente, el método Delphi fue concebido en el centro de investigación norteamericano The Rand Corporation a partir de finales de los años cuarenta. El primer experimento asimilable a la metodología Delphi tuvo lugar aproximadamente en 1948, orientándose hacia las predicciones de los resultados de carreras de caballos. Sin embargo, un trabajo decisivo para el soporte científico de la técnica fue el llevado a cabo por Kaplan et al (1949), el cual demostró de forma experimental la superioridad de la previsión de grupo sobre la individual, si bien los experimentos no demostraron la superioridad de los métodos interactivos sobre las medias de las previsiones individuales sin interacción.
La primera utilización dada a conocer de la técnica Delphi con todas sus características fue la realizada por Dalkey y Helmer (1959, en Landeta [1999: 36]) con fines militares. En ella se solicitaba a un panel de siete expertos en guerra nuclear sobre el número de bombas atómicas que serían necesarias para reducir la producción armamentística norteamericana hasta unos determinados niveles ante un eventual ataque soviético.
Por su parte, la aplicación de este método con fines civiles surge a raíz de la desclasificación del método Delphi por las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos a inicios de los sesenta. A partir de este momento su utilización se extendió rápidamente, en primer lugar, hacia la previsión tecnológica a largo plazo y, posteriormente, hacia otros campos como la educación, el transporte, la sanidad, etc., teniendo también una especial incidencia en el turismo. Así pues, para el caso del turismo, destacan los trabajos de: Turoff (1971); Taylor (1976); Moeller et al (1977); D`Amore (1976 y 1977); Archer (1980); Kaynak y Macaulay (1984); Richey et al (1985); Green et al (1990); Lloyd et al (2000), Monfort (1999), Garrigós (2002) y Pulido (2005), entre otros (Pulido, 2005), lo cual viene a demostrar la importancia que ha tenido esta metodología en el análisis de la actividad turística.
Entre las ventajas del método Delphi podemos destacar las siguientes (Pulido, 2005: 391): 1) elimina la influencia que puedan tener distintos individuos en la interacción personal, permitiendo integrar de manera sistemática las opiniones de un grupo; 2) está libre de los posibles sesgos y desventajas que las reuniones grupales; 3) reduce la presión del grupo y asegura que todas las opiniones están representadas en la respuesta final; 4) resuelve los problemas asociados a las discusión abierta en grupo -presión, efecto de la opinión mayoritaria, etc.-; 5) no precisa la constitución formal del grupo, lo que incide en una mayor rapidez, economicidad y que puedan participar expertos de lugares físicamente alejados; 6) la respuesta escrita de los expertos obliga a reflexionar y pensar en toda la complejidad del problema; 7) la conducta del grupo es preactiva, puesto que los que responden no pueden reaccionar ante las ideas expresadas por otros; 8) el error de predicción de un conjunto de expertos en un tema es siempre menor que la media de las opiniones individuales de las personas que lo integran, pues se aprovechan las ventajas del trabajo en grupo y del trabajo individual; 9) es la base de un procedimiento bien definido y estructurado que puede ser definido cuantitativamente; 10) las ventajas de su aplicación al turismo vienen explicadas por la posibilidad que ofrece de recoger distintas experiencias, tanto a nivel sectorial como a nivel publico, empresarial y educacional.
Por su parte, entre las desventajas de este método encontramos (Pulido, 2005: 392): 1) las opiniones de los auténticos expertos podrían diluirse dentro de las respuestas del grupo; 2) los resultados a veces se encuentran afectados por la forma de confeccionar las preguntas, la manera en que los coordinadores del estudio interpretan las contestaciones, por el sesgo que pueden representar las no respuestas ; 3) si el objeto de estudio se refiere a un campo de acción muy limitado resultará difícil mantener el anonimato de los expertos, pues durante la investigación pueden ponerse en contracto entre ellos; 4) los expertos pueden, en algún momento, no prestar toda la colaboración necesaria, reservándose alguna información; 5) la dificultad que entraña realizar una predicción de eventos futuros proviene de tendencia al pesimismo o, por el contrario, a que los expertos promuevan resultados al alza excesivamente distante de la realidad. Ello conlleva que el método, a menudo, resulte más fidedigno para predicciones agregadas y tendencias, que para desarrollos desagregados.
Una vez expuestas las diferentes características del método Delphi y argumentada, en parte, su idoneidad para determinar los factores explicativos del desarrollo turístico sostenible y competitivo de los parques naturales andaluces de montaña, en el siguiente apartado profundizamos en la aplicación de esta metodología a la investigación que nos hemos propuesto.