David Flores Ruiz
5.2.1. La Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía
Andalucía es una región cuya situación geográfica, entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, y entre el continente europeo y africano, le confiere grandes valores de diversidad biológica y paisajística, considerándose como una de las regiones más ricas y mejor conservadas de Europa. Esta importante biodiversidad, el grado de conservación y la posibilidad de compatibilizar la conservación de la naturaleza, el aprovechamiento ordenado de los recursos naturales y el desarrollo socioeconómico de su población impulsaron en 1989, con la publicación de la Ley 2/1989, de 18 de julio, de Inventarios de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía , la creación de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía -RENPA-. No obstante, no es hasta abril de 2003 cuando se regula definitivamente la RENPA como un sistema integrado y unitario de los principales espacios y formaciones naturales y ecoculturales de la comunidad andaluza, creándose su Registro de carácter público y administrativo dependiente de la Consejería de Medioambiente.
Dicha Red se conforma en la actualidad como la red de carácter regional más importante de la Unión Europea, tanto en número de espacios protegidos como en superficie, estando constituida por un total de 150 espacios naturales protegidos , los cuales se reparten en las siguientes categorías: Parques Nacionales (2); Parques Naturales (24); Parques Periurbanos (21); Parajes Naturales (32); Paisajes Protegidos (2); Monumentos Naturales (37); Reservas Naturales (28) y Reservas Naturales Concertadas (4). Estas figuras legales se han incrementado a nivel Europeo con una nueva figura legal denominada Zonas de Importancia Comunitaria -ZIC-.
Además, sobre la mayoría de estos espacios naturales con alguna protección legal autonómica o estatal recaen las figuras de protección internacionales. En este sentido, en Andalucía se localizan ocho Reservas de la Biosfera, una veintena de sitios Ramsar y cuatro Zonas Espacialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo. Todas estas figuras de protección ocupan más del 19% del territorio andaluz .
Dada la gran diversidad de espacios naturales que se integran en la RENPA, tanto en tamaño como en tipos de ecosistemas, la administración autonómica ha pretendido adaptarse a los diferentes de sistemas naturales asignando distintos regímenes de protección en función de las características de cada uno de ellos. En el siguiente cuadro aparecen recogidas cada una de estas figuras de protección junto a la extensión de territorios ocupados por las mismas .
No obstante, a pesar de la heterogeneidad de espacios naturales protegidos, hoy en día, la RENPA, tal y como hemos apuntado, se configura como un sistema integrado y unitario de todos los espacios naturales ubicados en el territorio de la comunidad andaluza que gocen de un régimen de especial protección en virtud de la normativa autonómica, estatal, comunitaria o de convenios y normativas internacionales. Además, dicho sistema podrá integrarse, total o parcialmente, en otras redes similares de ámbito territorial superior, ya sean nacionales o internacionales.
Tal y como recoge la Ley 2/1989, considerando la interdependencia de la diversidad natural y cultural con las acciones de desarrollo que se pueden llevar a cabo en los territorios pertenecientes a la RENPA, la Consejería de Medioambiente trata de alcanzar un equilibrio óptimo en el binomio conservación-desarrollo que se traduzca en un desarrollo económico solidario, equilibrado y sostenible de los mismos. Por tanto, teniendo en cuenta estas relaciones, los objetivos de la RENPA, según la propia Consejería de Medioambiente, son:
- La coordinación de los sistemas generales de gestión de los espacios naturales protegidos.
- La promoción externa de los espacios naturales protegidos de forma homogénea y conjunta.
- La colaboración en programas estatales e internacionales de conservación de espacios naturales y de la vida silvestre.
- El intercambio de información con otras redes o sistemas de protección, así como aquellas organizaciones nacionales o internacionales relacionadas con la protección y conservación de la naturaleza.
- El fomento de los valores, actitudes y comportamiento de respeto a la naturaleza de los habitantes de los espacios naturales protegidos y, en general, de todos los andaluces.
- La promoción y desarrollo sostenible de los recursos naturales en función de sus valores y singularidades.
Teniendo en cuenta todo esto, a continuación resaltamos algunos de los rasgos más importantes que definen la filosofía de gestión que viene siguiendo la administración autonómica andaluza, y más concretamente la Consejería de Medioambiente, en sus espacios naturales protegidos, en general y en los Parques Naturales, en particular, para el cumplimiento de los objetivos anteriores :
- La amplitud y extensión de los espacios naturales protegidos andaluces y, especialmente, de los Parques Naturales, es una decisión intencionada que refleja la pretensión de plantear una intervención dirigida a compatibilizar conservación y desarrollo.
- El modelo de gestión de estos espacios está guiado por los principios de corresponsabilidad de las distintas administraciones y concurrencia de competencias a la hora de llevar a cabo la intervención pública, si bien el papel de la administración ambiental es decisivo a la hora de establecer el marco de planificación global de estos espacios naturales.
- Frente a una experiencia centrada principalmente en la imposición de prohibiciones y cautelas, este modelo de gestión incide, sobre todo, en plantear un marco de intervención regulador de actividades, compatibilizando intereses económicos privados y demandas generales de conservación y protección. Por otro lado, es un modelo abierto, puesto que facilita el acceso público a estos espacios e involucra tanto a la población local como a la regional a la hora de conservar estos espacios.
- Nos encontramos ante un modelo de gestión insertado en la estrategia territorial de la región al incorporar estos territorios al desarrollo regional mediante un modelo de incentivos que supere el modelo de subsidio o compensación.
- Se trata de un modelo de gestión no aplicable en exclusividad a los espacios naturales protegidos, pues debe ser una política con una aplicación sistemática en todo el territorio regional y, muy especialmente, en las áreas rurales.
Por consiguiente, a partir de todas estas consideraciones, podemos decir, como recoge Alba (2004:5), que actualmente los espacios protegidos contribuyen no sólo al mantenimiento de la diversidad sino también al equilibrio territorial, favoreciendo el desarrollo de zonas normalmente alejadas de los ejes de desarrollo industrial, pues tal declaración supone el surgimiento de un importante factor de diferenciación para las economías de tales zonas, convirtiendo, de esta forma, el valor intangible de los elementos medioambientales en un valor económico susceptible de explotación por la comunidad.
Esta política de conservación de los valores naturales a partir del análisis y manejo adecuado de las interrelaciones entre la actividad humana y la naturaleza de estos territorios se pone aún más en evidencia, como se recoge a continuación, en el caso de los parques naturales, pues sus características lo hacen muy idóneos para ello. Por tal motivo, en los siguientes epígrafes nos centraremos en el análisis de esta figura de protección, objeto del análisis empírico de esta tesis doctoral.