8.3. CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN

A continuación recogemos las conclusiones a las que hemos llegado en cada una de las partes en que se puede dividir esta tesis doctoral.

8.3.1. Sobre el análisis de la competencia en la actividad turística

En esta primera parte de la tesis doctoral nos hemos aproximado a los diferentes enfoques de análisis de la competencia en la actividad turística, en general, y entre destinos turísticos, en particular. Ello nos ha permitido encuadrar el marco teórico sobre el que elaborar nuestra investigación empírica, la cual descansa en el enfoque estratégico territorial de análisis de la competencia siguiendo el modelo metodológico del “diamante” que propone Porter. Esta elección no es más que consecuencia de las conclusiones a las que hemos llegado con la elaboración de los dos capítulos que integran esta primera parte de la tesis:

- Dadas las características propias de la actividad turística -importancia de los recursos naturales y culturales, de las infraestructuras, de una abundante mano de obra, etc.-, el análisis de la competencia en esta actividad económica se ha basado históricamente en la teoría neoclásica del comercio internacional, fundamentada en la ventaja comparativa y, por tanto, en un enfoque macroeconómico y estático, en el cual las empresas turísticas han tenido un papel pasivo. Este enfoque comienza a cambiar en la década de los ochenta a partir de la intensificación de la competencia en la actividad turística, tanto entre empresas como entre destinos turísticos, haciéndose necesario profundizar y ampliar el conjunto de factores explicativos de su competitividad.

- Esta forma de analizar la competencia en la actividad turística ha llevado a la administración pública española a implementar una política turística, hasta la década de los ochenta, caracterizada por la construcción de infraestructuras, la puesta en valor del patrimonio, la contención de los precios y la promoción de esta actividad en el extranjero, todo ello con recursos muy escasos y obviando el apoyo al tejido empresarial.

- La intensificación de la competencia, en general, y en la actividad turística, en particular, hace que a partir de la década de los ochenta pasemos de un análisis macroeconómico, a corto plazo, a un enfoque estratégico, a largo plazo, basado en la ventaja competitiva, en el que se toman como unidades de análisis, tanto el sector, la empresa como el territorio. De tal forma que la competitividad de cada una de estas unidades va a depender de un amplio número de factores, así como de las interrelaciones que se establezcan entre cada uno de ellos.

- No obstante, el territorio, entendido éste como destino turístico, se configura como la mejor unidad de análisis a la hora de analizar la competencia en la actividad turística bajo el enfoque estratégico, pues permite integrar el resto de unidades de análisis -sector y empresa-, así como el enfoque macroeconómico -país-. De tal forma que la competitividad de los destinos turísticos es el resultado de las interrelaciones que se establecen entre un amplio número de factores, los cuales se pueden agrupar en: “efecto país”, “efecto sector”, “efecto empresa” y “efecto territorio”. Bajo este enfoque los agentes del destino turístico, en general, y sus empresas turísticas, en particular, así como los turistas que lo visitan, se convierten en responsables del éxito competitivo de éste.

- España comienza a aplicar esta nueva forma de entender, analizar y abordar la competencia entre destinos turísticos a partir de finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando entramos en lo que podemos denominar etapa de planificación estratégica de la política turística española. En este sentido, a principios de los noventa comienzan a llevarse a cabo algunas actuaciones dirigidas a mejorar el “efecto empresa”, el “efecto sector” y el “efecto territorio” en los destinos turísticos, tales como: cualificación de los recursos humanos, innovaciones tecnológicas, apoyo y asistencia técnica a las empresas turísticas, fomento del asociacionismo, creación de centrales de reservas, segmentación de los mercados, apoyo a la investigación, etc.

- Uno de los modelos teóricos que mejor recoge este enfoque estratégico y territorial de análisis de la competencia es el modelo de Porter del “diamante” de competitividad, el cual ha sido aplicado en numerosas ocasiones al análisis de la competitividad de los destinos turísticos, si bien no a los espacios naturales protegidos, considerados éstos también como destinos turísticos. No obstante, bajo este mismo enfoque, en la última década se han elaborado diferentes modelos adaptados exclusivamente al análisis competitivo de los destinos turísticos.