Celestino Castaño Guillén
Tratan de superar la deficiencia de los ratios de los apartados anteriores que sólo utilizan un periodo.
3.6.3.1 Relación entre el PER y el crecimiento del beneficio por acción en los próximos años
La relación se obtiene a partir de la siguiente expresión:
(3.34)
Lo usan principalmente sectores en crecimiento, como bienes de lujo, sanidad y tecnología.
Desde el punto de vista contable, una empresa es rentable si hay beneficios, pero desde el punto de vista económico lo es sólo si el rendimiento de capital excede el costo del capital. Por tanto, para hacer crecer el PEG es necesario que Ke sea menor que el rendimiento del capital.
Las empresas que alcanzan el crecimiento en forma más eficiente, invirtiendo en proyectos con mayores rendimientos, tendrán PEG más altos. Para generar valor a los accionistas es necesario no solamente obtener beneficios, sino que se debe superar el coste de capital, por lo que existe una diferencia fundamental entre la rentabilidad contable y económica.
3.6.3.2 Relación del índice con el crecimiento del EBITDA en los próximos años
Este ratio se utiliza, sobre todo, en el sector sanitario, tecnológico y de telecomunicaciones y su expresión es la siguiente:
(3.35)
3.6.4 Aplicación del método de múltiplos en la valoración
Los múltiplos definidos en el apartado anterior no son aplicables a todas las empresas sin más. Es necesario determinar los que mejor se ajustan al negocio objeto de valoración y para ello es preciso entender los determinantes claves que influyen en el precio: la empresa objeto de valoración, las empresas comparables y el sector.
Si, por ejemplo, nuestra empresa tiene pérdidas no tiene sentido la aplicación de múltiplos que utilizan en la comparación la cuenta de resultados o si está más endeudada que las del sector tendrá más sentido utilizar el resultado de explotación que el resultado neto, etc.
En definitiva, lo más importante para la elección de los múltiplos es, además de utilizar el sentido común, hacer un buen estudio de las características y de la información financiera y de explotación de la empresa, de las compañías que integran el sector y del mercado.
Para O’Shea (2003) la valoración por múltiplos debe hacerse en las siguientes fases:
1. Identificación y selección de compañías. Se identifican las empresas cotizadas que operen en el mismo sector, analizando sus negocios y perfiles financieros con el fin de determinar si son o no comparables. Dentro de esta fase es necesario establecer los criterios de selección, para ello podemos tomar algunos de los siguientes aspectos:
a. Similitud sectorial.
b. Productos o servicios.
c. Mercado geográfico.
d. Tipo de negocio (producción, distribución, etc.)
e. Estructura del negocio (compañía Holding, régimen de franquicias, etc.).
f. Posicionamiento en el mercado.
g. Tamaño de la empresa.
h. Diversificación geográfica y de productos o servicios.
i. Perspectivas futuras.
j. Comparabilidad en cuanto a márgenes, rentabilidad, inversiones necesarias, etc.
k. Grado de liquidez de las acciones.
2. Cálculo de los múltiplos. Se trata de decidir que múltiplos serán empleados para nuestra valoración. No existe un único criterio sobre los múltiplos que se aplican para valorar una empresa, ya que dependerá de la información disponible, del grado de similitud de los negocios y del propio negocio. Antes de calcular los ratios es necesario tener una idea clara de la actividad de la empresa, conocer bien sus estados financieros y hacer los ajustes necesarios sobre las magnitudes financieras a fin de obtener un resultado razonable para nuestro propósito.
3. Valoración. Se calcula multiplicando cada múltiplo medio o múltiplo objeto por las magnitudes relevantes de la compañía.