Celestino Castaño Guillén
En España, la industria de la alimentación, con una producción bruta valorada en 77.447 millones de euros, representaba en 2006 el 17% de la producción industrial total, lo que supuso un descenso del 1,6%, una vez descontada la inflación, respecto del año anterior. La industria cárnica representa aproximadamente una cuarta parte de la industria alimentaria.
En 2006 el empleo del sector de la alimentación ascendió por término medio a 486.000 personas, lo que en términos relativos representa el 15% del sector industrial. Está compuesto por un gran número de pequeñas y medianas empresas, contando con 31.847 establecimientos industriales, de los que algo más 6.000 contaban con más de 10 empleados.
En noviembre de 2006, las exportaciones alcanzaban 13.536 millones de euros, registrando un incremento del 0,23% respecto del año anterior, frente a una disminución de las importaciones 3,21%, que se situaban en 15.976 millones de euros.
La tabla siguiente muestra una visión global del sector de la alimentación en España, con datos absolutos y relativos sobre el total, así como su evolución temporal entre los años 2002 y 2005, también de forma absoluta y relativa.
Observamos que la mayor participación relativa corresponde a las industrias cárnicas (19,7% y 20,6%) y a los lácteos (10,9% y 10,7%). Por otra parte, el mayor crecimiento entre 2002 y 2005 lo registran las conservas de verduras y hortalizas (36,4%), aunque las carnes mantuvieron también un importante crecimiento (24,7%).
Dentro del conjunto de subsectores encargados de la elaboración, transformación, preparación, conservación y envasado de los alimentos de consumo humano y animal, cabe destacar los productos amparados por las figuras de calidad (Denominaciones de Origen (D.O.), Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (E.T.G.)), distinguidos por su mayor calidad y garantía, basadas en una rigurosa y mayor vigilancia a través de controles sanitarios realizados periódicamente desde el inicio de su producción hasta que llegan al consumidor final.
Las normas de calidad anteriores son garantes de un gran número de productos pertenecientes a casi todos los subsectores relacionados en la Tabla 69. Esta tesis se centra dentro del subsector cárnico, en la carne de porcino, que además ha de proceder del cerdo ibérico, criado en la dehesa, alimentado con bellotas en la última parte de su vida y, además, sacrificado en Extremadura.