Andrés María Ramírez
El campo mexicano se encuentra en crisis desde hace más de 30 años, si se consideran las condiciones que imperaban en él cuando se inició el proyecto Plan Puebla en 1967; aunque no en operación óptima, en ese entonces se daba una coordinación entre productores-instituciones del sector y centros de investigación y docencia (Díaz et al.,1999). Esa estructura se encuentra actualmente desarticulada bajo un modelo político neoliberal gestado desde la presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado y que continúa hoy en día con el Partido Acción Nacional en el poder, y que ha resultado en elevados niveles de pobreza en la población, con énfasis en la denominada población rural (Damián y Boltvinik, 2003) constituida por pequeños productores de subsistencia. De acuerdo con las metodologías de la CEPAL (1982), del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (2002), y de de Janvry (1995), en el municipio de Huamantla 80% de los productores se clasifican como de infrasubsistencia y 67% se ubica en la línea de pobreza alimentaria; su tipificación resalta la importancia de evaluar y aplicar las tecnologías de evaluación multicriterio para determinar la aptitud de las áreas con la mejor precisión posible, reduciendo la subjetividad del conocimiento experto en la metodología evaluada. La investigación desarrollada muestra la necesidad de vincular las estrategias de sobrevivencia de las unidades de producción y sus características socioeconómicas con las estratificaciones agroecológicas mediante los Sistemas de Información Geográfica y la evaluación multicriterio.
La evaluación multicriterio mediante el Proceso de Análisis Jerárquico (AHP) se fundamenta en el conocimiento experto para asignar la importancia relativa de los factores que se evalúan en matrices de comparación pareada. Este método es una herramienta auxiliar para la toma de decisiones que se usa extensivamente en actividades como la industria manufacturera y recientemente, en el entorno de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) para estratificar las áreas por su aptitud para un uso dado. Su implementación en el programa IDRISI se ha aprovechado en los últimos años para estratificar la aptitud de las tierras para especies forestales y agrícolas en México. Algunos autores señalan la debilidad del método al depender de un conocimiento subjetivo difícilmente medible y en teoría casi perfecto, que en actividades de producción agrícola bajo condiciones limitantes de suelo, clima y manejo, y en frecuentes ocasiones con insuficiente conocimiento experto disponible, obligan a buscar una mayor precisión y confiabilidad en los resultados obtenidos. Mediante el uso de información de productividad en maíz de temporal en la región oriente de Tlaxcala se obtuvo una función de producción para identificar los factores de suelo, clima y manejo que explican el rendimiento de maíz, con fines de sustituir el conocimiento experto por los efectos mencionados para desarrollar el AHP y, con el uso de IDRISI se elaboró el modelo cartográfico que estratifica las áreas por su aptitud para la producción de maíz. El procedimiento usado permite obtener mapas en que la aptitud se expresa en rendimientos, a partir de la función de producción obtenida.
Palabras claves: pobreza, pequeños productores de subsistencia, AHP, toma de decisiones, conocimiento experto.