I.9 Transición política y democracia

I.9.1 Democracia

Durante las últimas décadas, el mundo se vio inmerso en procesos de democratización que cambiaron el rostro político de regiones enteras. La sustitución de regímenes totalitarios, autoritarios y dictatoriales por otros de carácter democrático se multiplicaron, la democracia o las democracias con adjetivos proliferaron, de hecho, el término se utiliza para definir regímenes tan diversos como los de los Estados Unidos, Inglaterra o la Unión Soviética, si bien casi siempre adjetivado con términos como occidental, oriental; orgánica e inorgánica, liberal, directa o representativa.

Es preciso comenzar por definir el término democracia para dejar claro de qué estamos hablando y así no caer en confusiones innecesarias, la democracia se fundamenta en el consentimiento de los gobernados, reflejado en la opinión pública y en la voluntad popular; este consentimiento es el fundamento de la legitimidad de los poderes constituidos.

La democracia es una forma de gobierno la cual, en teoría, implica que el cambio de leyes, estructuras de gobierno, toma de decisiones de gobierno, reside en la ciudadanía, pues tanto el gobierno central como los seccionales son legitimados por la voluntad soberana, radicada en el pueblo, a través del voto (Castellano: 2006).

Ya sabemos que es la democracia, pero también debemos tener en cuenta que no es el único sistema político que existe, están el absolutismo, el anarquismo, el autoritarismo, el totalitarismo… todos estos y algunos más, son sistemas políticos, pero el que funciona en la actualidad en la mayoría del mundo es la democracia. De todos ellos la historia recoge ejemplos de países y grupos que los han llevado a cabo en mayor o menor grado. El totalitarismo obtuvo su apoyo por ejemplo en la Alemania nazi; el anarquismo aunque no alcanzó la importancia del comunismo, tuvo gran número de seguidores en Rusia y en los países latinos. En España, la Federación Anarquista Ibérica, desempeñó algún papel en la Guerra Civil; el autoritarismo se implantó en la España franquista con la Dictadura. Esta experiencia histórica hace que la democracia sea el sistema político triunfante. Es en el que los ciudadanos obtienen el mayor número de libertades y participación (Held:1996).

Si bien nos es tema de esta investigación ahondar en los distintos tipos de democracias, sólo atenderemos a la clasificación que atiende a la titularidad de la soberanía y de su ejercicio. Es decir la clásica distinción entre democracia directa y representativa, ubicando la discusión más amplia concretamente en la democracia representativa.

El modelo de democracia representativa remite a un sistema político en el que las decisiones son tomadas por los propios ciudadanos a través de representantes escogidos mediante elecciones libres, estas autoridades en teoría deben actuar en representación de los intereses de la ciudadanía, como bien indica el adjetivo representativa ( Arblaster:1992). Esta forma de gobierno es una de las variantes de la democracia donde el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica, es así que a este modelo lo conocemos como democracia representativa, siendo este el modelo vigente y relativamente más eficiente en la actualidad.

De ahora en adelante cuando se mencione la palabra democracia, estaremos haciendo alusión específicamente a este modelo de democracia representativa. De igual forma y para describir los procesos de democratización que vive el mundo hoy es necesario también tener claro el concepto de transición política el cual se describe con mayor detalle en el apartado siguiente.