LOS FACTORES DE LA ALTERNANCIA EN TLAXCALA. 1991-2001
Angélica Cazarín Martínez
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En esta clasificación encontramos a aquellos municipios que en su tendencia muestran un aumento casi o completamente constante en la participación electoral. Son 15 (ver Mapa # 1, al final del capítulo) y tienen el siguiente comportamiento:
Como podemos ver en el cuadro anterior, son sólo 15 municipios de los sesenta del estado los que muestran en el periodo de estudio esa característica.
En el cuadro # 9, nos damos cuenta que el aumento en la participación electoral en todos los municipios es similar, independientemente de que sean con alternancia o sin alternancia. El dato de 1996 lo tomamos con cautela, específicamente el de los municipios sin alternancia, por tratarse de elecciones extraordinarias y el comportamiento puede ser único, pues es primera elección y pudo estar influenciada, como se señaló, por la movilización ciudadana en demanda de tener el estatuto de municipio y el reflujo de tal movilización. Además de tratarse solamente de cuatro municipios.
Este dato es importante para el estudio, pues una de las hipótesis del proyecto de investigación sostiene que, a mayor participación electoral, es posible la presencia de la alternancia en los gobiernos locales, lo cual vemos en el cuadro anterior que no es así.
La gráfica anterior es elocuente al mostrarnos el comportamiento de unos y otros municipios. No hay diferencia, salvo en el caso de la elección de 1996, que ya se refirió anteriormente.
III.4..2.2 Municipios en donde la participación electoral tiene tendencia a la baja.
Al igual que la clasificación anterior, encontramos también pocos municipios, son cinco (ver Mapa # 2, al final del capítulo), la clasificación menor. Además, prácticamente se dividen a la mitad, entre los que son de alternancia y los que no lo son.
Al encontrar en esta clasificación tanto municipios con alternancia como municipios sin alternancia, nos surge la misma reflexión que en la clasificación anterior, esto es, no hay relación entre la disminución de la participación electoral y la alternancia, pues incluso los municipios que encontramos en este cuadro son tanto de los principales como de los nuevos, tanto urbanos e industriales, como rurales.
Las tendencias, como lo observamos en el cuadro # 11, son muy parecidas y, las diferencias, no son de tal magnitud como para suponer una explicación distinta.
Gráficamente, vemos que la tendencia a disminuir la participación es clara, sin comportamientos anormales, tanto en unos como en otros municipios, con la excepción de las elecciones de 1996, primeras elecciones en 16 municipios y que, en este caso, no clasificaron para ser considerados como municipios sin alternancia.