Tesis doctorales de Economía


LOS FACTORES DE LA ALTERNANCIA EN TLAXCALA. 1991-2001

Angélica Cazarín Martínez



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CAPITULO III. FACTORES POLÍTICOS DE LA ALTERNANCIA EN 41 MUNICIPIOS DEL ESTADO TLAXCALA 1991-2001

En nuestro país en la década de los 90, el contexto de las relaciones de poder entre gobernantes y gobernados, ha cambiando sustancialmente. Antes, era indudable el dominio ejercido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que a través del gobierno obtenía sin problema triunfos para su partido, tanto en elecciones locales como federales, hoy nos encontramos ante un fenómeno creciente de gobiernos de alternancia que modifica los lazos de poder conocidos hasta ahora.

En este capítulo se aborda con detalle el análisis de estadística básica de las elecciones de Ayuntamientos en el Estado de Tlaxcala durante la década de 1991 a 2001, específicamente, las elecciones de 1991, 1994, Extraordinaria de 1996, 1998 y 2001, haciendo énfasis en el aumento de la competencia y oposición con el aumento de gobiernos de alternancia.

Es innegable el nuevo escenario de alta competencia y alternancia que vive Tlaxcala y el país en general, sin embargo, este hecho tiene una connotación cultural que se manifiesta en nuevas conductas que impactan los procesos electorales y que están relacionadas con la opinión pública, y la participación frente a considerados de interés público. En este sentido las elecciones siguen siendo hasta hoy, el mecanismo legítimo para acceder al poder y consolidar tanto al sistema político como a sus líderes. En este sentido cuando hablamos de comportamiento electoral hacemos referencia como afirma Peschard (2000), a la conducta que vincula a la población con el poder, es decir a la sociedad con el Estado que se manifiesta a través del voto En cuanto esfera particular del comportamiento político, el comportamiento electoral se caracteriza por su naturaleza institucional y convencional, pues esta definido en tiempo y lugar por una serie de reglas establecidas y estandarizadas Los electores normalmente votamos en la circunscripción o distrito de nuestro domicilio y solo lo hacemos cuando y con la periodicidad que marcan las leyes electorales.

Para Nohlen (1981), solo en un sistema democrático representativo se cumplen con las elecciones la posibilidad de que los ciudadanos puedan elegir entre dos o más opciones (partidos políticos) y que su decisión sea tomada “libremente”. En este sentido, las elecciones libres y competitivas son una condición básica de un sistema democrático representativo. Como dice Duverger (1992), las elecciones son el procedimiento de designación de los gobernantes, es por ello que deben ser entendidas en su sentido mas amplio, como el acto directo o indirecto mediante el cual un grupo de individuos deciden quien va a ejercer la autoridad política, siendo entonces las elecciones un requisito fundamental para la democracia representativa en la medida en que ejercerán la autoridad, el poder político, son elegidos en una contienda, en donde existen reglas claras y definidas de competencia (Fernández: 2003), sin embargo, no debemos olvidar que aún y cuando las elecciones se dan en un marco de reglas constitucionales, estas pueden ser origen de tensiones y conflictos por la obtención del poder político y que inciden en la dinámica cultural de los grupos sociales en la arena política (Bourdieu:1999).

Por otra parte el concepto de alternancia, esta ligado al concepto de gobierno, porque la verdadera alternancia en el gobierno solo puede existir en sistemas democráticos representativos con multiplicidad de partidos políticos, ya sea de tipo bipartidista o multipartidario, con el requisito de que estos se encuentren en un plano de igualdad jurídica no discriminatoria, y donde haya un régimen electoral que efectivamente haga posible la rotación de los partidos políticos en el poder y en el que las elecciones sean periódicas y libres de fraude o coacción, sin embargo, y como afirma Gros Espiell (2000), la mera sustitución de personas, aunque su elección sea el resultado de elecciones libres, no constituye por si misma un principio de plena y verdadera alternancia en el gobierno, si no hay cambio del partido gubernamental, en el caso de coaliciones gubernamentales pluripartidistas. En este sentido las elecciones y la alternancia se convierten en requisitos fundamentales para que el poder político sea ejercido legítimamente, es así que para el caso de estudio (Tlaxcala) consideramos a la alternancia sólo como el cambio en el ejercicio de la autoridad política por un partido distinto al inmediato posterior, esto en el ámbito territorial de los municipios y no como una vía efectiva para la democratización.

Es por ello que para que exista alternancia en el gobierno debe existir como precondición un sistema electoral competitivo con opciones reales de elección. En nuestro país dichas condiciones se han venido construyendo cada vez más con mayor consistencia, el nacimiento de instituciones dedicadas específicamente a organizar, observar y fiscalizar los procesos electorales, tanto en el ámbito federal como local, las reformas a la legislación electoral, la ciudadanización de los órganos electorales, la cada vez mayor apertura a los medios, etc. , son piezas claves que fortalecen la democracia y competencia político electoral.

El Estado de Tlaxcala no es ajeno a la tendencia nacional de mayor competencia y alternancia. La década de los 90 para el Estado ha estado marcada por procesos políticos que expresan cambios en las formas de comportamiento electoral en la vida municipal. Las elecciones pueden considerarse como reflejo del cambio en las opiniones y concepciones de los ciudadanos en relación al contexto político, con lo que se aporta en la formación de un sentido de comunidad política o de interés compartido. Son un medio privilegiado para mantener, en países con cierto desarrollo, la legitimidad de una organización o Estado (Valdiviezo:1998)

En México hasta 1988, la mayor competencia se daba al interior del partido en el gobierno (PRI), fuera de este los partidos políticos considerados como de oposición, establecían una competencia muy limitada, a través de herramientas como la aprobación de reformas electorales que permitieron la manipulación de la fórmula electoral y de los requisitos para registrar a los partidos con derecho a participar en las elecciones, entre otras, significó que por mas de 70 años hubiese predominio casi absoluto del PRI y presencia marginal de los partidos de oposición en la arena electoral lo que hacía posible la existencia de un ciclo de competencia limitada (Méndez Irma, 2003).

Alvaro Arreola afirma que la historia del triunfo de fuerzas, organizaciones o partidos políticos opositores al partido gubernamental (PNR-PRM-PRI) en el terreno de la lucha electoral municipal era mínima, porque a lo largo varias décadas, se observo que para que el Estado mexicano reconociera que un municipio fuese gobernado por un partido opositor tuvieron que pasar diversos hechos que obligaron al Estado a ello, tales como la movilización social que ha sido firme y constante, la vigilancia de los comicios por parte de la ciudadanía inconforme, son ejemplos de lucha. Casos como el de San Luís Potosí en 1958 y 1982, Monclova en 1979 y 1982, San Julián en 1979 y 1982, Juchitán en 1981 y Durango y Chihuahua en 1983 dan muestra de ello…” (Arreola:1993).

Es por ello que hoy en día, las elecciones municipales constituyen una larga fase de triunfos tanto políticos como ciudadanos, donde una serie de factores que combinados lo hicieron viable, por eso no es nuevo hablar de la alta competencia y competitividad en las elecciones a nivel municipal.

El Estado de Tlaxcala, está ubicado en la región centro-oriental de la República Mexicana, actualmente cuenta con 60 municipios, aunque es importante mencionar que durante la década de estudio, específicamente en 1995 el Estado aumento de 44 a 6 municipios en un espacio de tres meses aproximadamente.

En la entidad se ha venido presentado cada vez con mayor frecuencia la existencia de gobiernos de alternancia, especialmente durante la década estudiada (1991 al 2001). Durante este periodo y de forma acumulada han sido 41 municipios con gobiernos de alternancia, sin embargo hay que resaltar que la alternancia se presenta ya en todos los niveles de gobierno en la entidad incluyendo la gubernatura.

Durante la década estudiada, los 41 municipios con gobiernos de alternancia, representan las dos terceras partes del total de los municipios en la entidad, 11 de los cuales son de los mayores en población y actividad económica, 16 de estos municipios se encuentran en la zona centro-sur del estado, ligados directamente con el vecino estado de Puebla; otro de ellos se encuentra estrechamente vinculados con el estado de México (Calpulalpan) y otro es uno de los más importantes del estado, incluso en historia (Huamantla), aunque debemos señalar que el municipio capital no ha sido gobernado nunca por un partido diferente al PRI.

En el estado de Tlaxcala la elección de 1994 se ve enmarcada por una serie de acontecimientos políticos que cambiaron el contexto social, económico, político y territorial de la entidad. En este sentido, es importante mencionar que el hecho de que en 1995 se de la creación de 16 nuevos municipios más en el estado, pasando como ya se dijo de 44 a 60 en apenas tres meses durante un proceso de municipalización en algunos aspectos hasta irregular. Este acontecimiento singular en el país, modificó sustancialmente el comportamiento electoral en la entidad provocando que los índices de índices de oposición aumentaran considerablemente.

En Tlaxcala, son 41 los municipios que en esta década han presentado alternancia, la distancia electoral entre el PRI y la oposición ha ido disminuyendo, incrementándose los niveles de competitividad, no importando si el municipio es de tipo rural o urbano.

El cuadro no.1 muestra de forma sintética como durante la década estudiada (1991 a 2001) los municipios gobernados por partidos distintos al PRI han aumentado, en 1991, la oposición sólo en 3 municipios alcanzaron triunfos, para 1994, aumentaron a 4, en la elección extraordinaria de 1996, de 16 municipios creados 5 fueron ganados por la oposición, en 1998, se da un salto importante y de 60 municipios, en 16 triunfa la oposición, ya para la elección de 2001, son 27 municipios donde alcanzaron triunfos partidos distintos al revolucionario institucional.

Después del PRI son dos los partidos de oposición que han cobrado fuerza en el estado: el PRD y el PAN, como segunda y tercera fuerza electoral respectivamente, aunque existen otros partidos de oposición que, dependiendo de cada entorno municipal, han cobrado fuerza en algún momento de la vida político electoral de su municipio, por lo que también resulta importante su análisis.

Antes de continuar con el análisis, es importante señalar que, para este trabajo, se ha clasificado a la alternancia en dos categorías principales, una como alternancia emergente, que ubica a aquel gobierno en donde el cambio del partido ha sido en una sola ocasión durante la década, es decir, el cambio de partido, persona o grupo en el gobierno sólo en un momento. En segundo lugar hemos clasificado a a aquellos gobiernos en donde el cambio de titular se ha presentado en más de una ocasión como alternancia consolidada, estos cambios del partido en el gobiernos local pueden involucrar a más de dos partidos políticos. (Valdiviezo, 2004, p. 52)

De acuerdo a lo anterior, el cuadro no. 2 esquematiza los resultados electorales en términos de gobiernos de alternancia emergente o consolidada para la entidad durante la década estudiada. Podemos observar en este cuadro como se presentan casos que en el mismo municipio, en distintos años electorales, consecutivamente, obtuvieron el triunfo uno o dos partidos distintos al PRI, por ejemplo: Calpulalpan, Santa Cruz Quiletla, Huactzinco, Tetlanohcan y Tepetitla.

Ahora bien, como se puede observar, el comportamiento electoral en Tlaxcala no ha sido ajeno a la tendencia nacional de mayor competencia, pues en esta década el estado se ha visto marcado por procesos electorales más competidos a nivel municipal. Como podemos observar el PAN ha ganado a lo largo de la década en 10 municipios, el PRD en 24, el PT en 12, el PVEM, en 2, y el PD y el PAS en 1, sólo en 1, y el PRI siempre se ha mantenido como oposición, Coaxomulco.

Después de la elección extraordinaria de 1996, se empieza a observar un despegue de la oposición en la entidad , pues de los 16 nuevos municipios que llevaron a cabo elecciones el 31.25% son ganados por la oposición, sin embargo, es a partir de la elección de 1998, que se presenta un aumento significativo de los gobiernos de alternancia, ya que el PAN pasa de 1 a 3 municipios ganados, el PRD de 2 a 8 municipios, del PT de 0 a 3 y el PVEM, de 0 a 2.

Resulta interesante entonces como en los municipios de nueva creación, desde su primera elección constitucional ya como municipios, presentan gobiernos de oposición, como los casos de San Francisco Tetlanohcan, La Magdalena Tlaltelulco, Santa Catarina Ayometla, Santa Apolonia Teacalco y Santa Ana Nopalucan.

De los 41 municipios estudiados, observamos casos muy particulares como el de Cuaxomulco, en donde a lo largo de la década ha sido gobernado por el PAN, Mazatecochco ha gobernando en tres periodos el PRD, por otra parte, en Nopalucan el PAN ha gobernado en dos periodos consecutivos, de los cuatro analizados, el mismo caso es Santa Apolonia Teacalco con el PT que ha gobernando en dos periodos consecutivos y Santa Catarina Ayometla con el PRD gobernando igualmente en dos periodos consecutivos. Existen además otros municipios que han presentado alternancia en los gobiernos como Calpulalpan en tres ocasiones y Tepetitla de Lardizabal, Santa Cruz Quiletla y San Juan Huactzinco en dos ocasiones.

Evidentemente es en las elecciones de 1998 y 2001, donde se aprecia un crecimiento importante de la alternancia en los gobiernos municipales.

Como se observa en el cuadro no.3, los resultados electorales de 1991 al 2001, muestran un aumento en la votación de los partidos de oposición, principalmente PRD y PAN, que se ubican como la segunda y tercera fuerza electoral en el estado.


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