Leandro Sánchez Zepeda
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III.2.4. La imbricación del sector vitivinícola en el tejido Socioeconómico del Valle de Guadalupe
La comarca de Ensenada es la más extensa de México. Se ubica al noroeste del Estado de Baja California y abarca una superficie de 53.000 km2 (73,5 por ciento del total del Estado). Su población es de 371.000 habitantes (14,8 por ciento de la total de Baja California). Se trata de uno de los territorios con menor densidad demográfica del Estado y con una economía poco diversificada, lo que le convierten en un espacio con grandes dificultades a la hora de impulsar un desarrollo capaz de mantener estable o aumentar su población ante la proximidad de importantes núcleos receptores de emigrantes como Tijuana o Mexicali. La actividad económica preponderante en Ensenada es la agricultura y la pesca, seguida de una industria constituida principalmente por empresas maquiladoras y agroalimentarias. El cultivo más importante es el tomate pues supone cerca del 50 por ciento del valor de la producción agraria de la comarca. Le siguen a gran distancia la fresa y el pepino. La vid se ubica en el sexto lugar con una superficie cultivada que ronda las 4.000 hectáreas y que en 2003 aportó el 3,6 por ciento del valor de la producción agraria. Desde el punto de vista de las condiciones naturales del espacio físico de Ensenada es, sin duda, uno de los cultivos con mayor potencial de crecimiento y, por su vinculación agroindustrial y con las actividades de restauración propias del sector turístico, uno de los elementos claves para impulsar el desarrollo endógeno de este territorio (Cuadro III.12.).
El Valle de Guadalupe, zona donde se concentra el viñedo de Ensenada, comprende tres delegaciones municipales: El Porvenir, Francisco Zarco y San Antonio de las Minas. En conjunto abarcan una superficie de unas 11.000 hectáreas. En el año 2000 la población ascendió a 5.200 habitantes (350 pertenecientes a la comunidad indígena Kumiai).
La población económicamente activa (PEA) es de 1.630 personas y la inactiva de 1.000 (31,3 y el 19,2 por ciento de la población total, respectivamente). La actividad económica dominante es la agricultura, principalmente vid y olivo que han posibilitado la localización de industrias vínicas y aceiteras. En menor proporción se cultiva algarrobo, ciruelo, durazno (melocotón), chabacano (albaricoque), nogal, naranja, mandarina, membrillo y toronja (pomelo). En el Sauzal de Rodríguez (delegación municipal colindante al suroeste del Valle y ubicada en la costa del Pacífico), se localizan 21 pesqueras dedicadas al procesamiento de sardina, atún, langosta y macarela. Recientemente se han instalado nueve maquiladoras especializadas en la producción de componentes electrónicos, productos de plástico y cobertores aislantes para tablas de oleaje y avionetas.
Cuadro III.12. Principales cultivos del municipio de Ensenada (*)
* Incluye: Riego y temporal (secano). Ciclos: primavera-verano, otoño-invierno y perenes.
Nota: El porcentaje sobre el valor de los principales productos suma 86,6 por ciento, el resto incluye otros productos. T.C. 13.7 pesos x €
Fuente: Elaboración propia con datos de Gobierno del Estado de Baja California (2003): Secretaría de Fomento Agropecuario.
En definitiva, los rasgos socioeconómicos del Valle de Guadalupe y territorios colindantes son suficientes para plantear un desarrollo económico basado en los principios de las teorías del desarrollo endógeno pues al potencial de su vitivinicultura hay que añadir las posibilidades de integración con el entramado comarcal de comercios y servicios turísticos. Tal desarrollo tendría lugar en dos etapas. La primera consistiría en reorganizar los procesos productivos en pos de reducir costes, obtener economías de escala e impulsar la aparición de economías internas a la viticultura y bodegas. En paralelo se adoptarían medidas para mejorar el aprovechamiento de las economías externas del sector vitivinícola y para fomentar la aparición de otras nuevas en él y sectores adyacentes. La segunda perseguiría crear una “atmósfera” socio-institucional impulsora de la integración empresarial intersectorial en la comarca habida cuenta la reducida distancia entre Ensenada y el Valle de Guadalupe (38 km.); la variada oferta de los sectores restaurador, comercial y de servicios turísticos; y la existencia de lugares con atractivos históricos y/o naturales (Mapa III.6) .