HACIA UN MODELO DE CRECIMIENTO
ORDENADO DE LOS CENTROS DE POBLACIÓN EN EL ESTADO DE TLAXCALA
Ramos Montalvo Vargas
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4.2 Índice de forma
Este importante índice es una adaptación personal y resulta de la “relación que existe entre el área de la subcuenca y la longitud del cauce principal, esta relación permite determinar si la cuenca presenta una forma circular o alargada. Para obtenerlo se divide la superficie de la subcuenca (A) entre el cuadrado de la longitud del cauce principal (L) si el valor obtenido es menor a cinco se considera como circular y si es mayor de seis se considera alargada” (Vega y Zaldívar, 2000:46). Sin embargo, se adecuó a los requerimientos de esta investigación, considerando centros de población y no subcuencas; calle principal y no cauce principal, porque para expresar la morfología de las zonas urbanas creemos que el mejor referente es la forma cuadrada u ortogonal.
Este índice es importante porque da un panorama de cómo crece el centro de población. Nótese por ejemplo, que las formas de las cabeceras son asimétricas en el mayor de los casos. Por tanto, entre menos irregular y con mayor área sea la forma urbana, se supondría un crecimiento más ordenado (ver Cuadro 23).
Cuadro 23. Área y poligonal de cabeceras municipales
Fuente: Elaboración propia
Se aprecia que entre menos lados, el polígono tiende a ser más uniforme y regular, incluso entre más área tiene la retícula urbana hay más posibilidades de que la poligonal sea mayor; por tanto, el supuesto es que entre mayor es el resultado del valor que se obtiene al dividir el área entre el número de lados, más posibilidades de ser un centro de población con regularidad en el crecimiento. Nanacamilpa y Teolocholco tienen mucha área urbana (más de tres km cuadrados entre ambos) y pocos lados en su morfología (28 y 35 respectivamente), lo que les da valores elevados; y aunque Quilehtla tiene menos lados, el área es reducida y la hace más irregular por la proporción en área y lados. En cambio Xaltocan, que tiene el valor más bajo con 4460.4, tiene el área más reducida y la segunda mayor cantidad de lados, lo que demuestra que es la cabecera con la mayor irregularidad en su morfología urbana.
Es importante el ejercicio anterior, porque la expresión geomorfológica, en cuanto síntesis paisajística, constituye uno de los principales parámetros sobre el cual es posible diseñar lineamientos de ordenación del territorio (Castro y Brignardello, 2005) y de forma particular, la posibilidad de fundamentar lo que se sugiere en este modelo.
Por otro lado, se analizó la forma de los centros de población y se trató de determinar mediante el empleo de SIG, los porcentajes de aproximación a la forma cuadrangular de las mallas urbanas y se encontró que por supuesto las más alargadas, tienen una complicación importante para alcanzar la regularidad de esa forma (ver Cuadro 24); en cambio, Nanacamilpa presentó el mayor porcentaje de aproximación con 57.58 %, aunque se vio severamente afectado por asentamientos en la zona sur que no fueron planeados, además de que la manera de encuadrar las formas urbanas se hizo verticalmente sin adecuación y ello le restó alineación y reducción del área faltante.
Cuadro 24. Aproximación a forma cuadrangular de las cabeceras municipales
Fuente: Elaboración propia
El ejercicio sirve para analizar la regularidad de las manchas urbanas; si bien es cierto, muchas de ellas se ven afectadas por la topografía, es todavía más necesario contar con un plan de ordenamiento y uso de suelo en estas condiciones tan demandantes de terreno para construcción, ya que se estimó que para el periodo 2001- 2006 la necesidad de vivienda nueva a nivel nacional fue de 4.2 millones de unidades; y de este total, 60% (2.5 millones) se requeriría para población con ingresos inferiores a tres salarios mínimos (citado en http://www.sedesol.gob.mx), lo que hace suponer que el terreno accidentado en muchos lugares no será limitante como ha sucedido en algunos centros de población aquí analizados.
Asimismo hay que precisar que la forma regular o tipo de traza regular expuesta por Yanes (1994), en la matriz de tipología urbana en centros históricos de Puebla y Tlaxcala, ofrece de forma magnífica una referencia de cómo se articula o desarticula el centro poblado para ser regular, semi-regular o irregular, según la distribución espacial de sus componentes, que básicamente son las trazas de calles y disposición de los cuadrantes o amanzanamientos urbanos, tan determinantes en el crecimiento urbano o planificación de nuevos asentamientos.
Podría pensarse que Nanacamilpa por ser el modelo de centro de población, estaría ubicado en un lugar plano debido a la mejor regularidad en su crecimiento; y por el contrario, está localizado en una zona de relieve accidentado en su mayor parte y aunque la pendiente no es severa, la mayor parte del territorio presenta esa condición (ver Figura 37).
Figura 37. Relieve en la cabecera de Nanacamilpa
Fuente: Elaboración propia
En cambio, en algunas zonas de Tepetitla, Nativitas y Teacalco su zona accidentada únicamente se presenta en cerros hacia donde se dirige la malla urbana y el resto del territorio es un valle destinado a cultivos temporales y de riego (ver Figura 38).
Figura 38. Relieve en las cabeceras de Tepetitla, Nativitas y Teacalco
Fuente: Elaboración propia
Los territorios de Quilehtla y Teolocholco no tienen mayor problema de relieve en la mayor parte de su territorio, lo único que les genera dificultad es la existencia de escorrentías y barrancas derivadas de la zona de La Malinche que arrastran arena y material orgánico que ocasionalmente afecta a los pobladores y por supuesto se convierte en un problema de protección del suelo por la erosión provocada.
Figura 39. Relieve en las cabeceras de Quilehtla y Teolocholco
Fuente: Elaboración propia
Finalmente se aprecia que Xaltocan igual está asentado en una zona con pendientes aunque poco accidentadas; sin embargo, está rodeado de zonas cercanas con una pendiente mayor. Estas consideraciones alcanzan relevancia, porque los atributos físicos o morfológicos, son definidos como los elementos necesarios para comprender el crecimiento y desarrollo de cualquier centro de población (Velásquez y Meléndez, 2004).
Figura 40. Relieve en la cabecera de Xaltocan
Fuente: Elaboración propia