HACIA UN MODELO DE CRECIMIENTO
ORDENADO DE LOS CENTROS DE POBLACIÓN EN EL ESTADO DE TLAXCALA
Ramos Montalvo Vargas
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3.4.2 La cobertura de obras públicas en las cabeceras municipales
Al preguntar a las autoridades, cómo se daba este fenómeno en sus cabeceras y 71 % indicó que primero la gente edifica y después se otorgan los servicios; 29 % restante opinó lo contrario pero no implica necesariamente que la autoridad incorpore servicios en zonas donde no existen edificaciones; sino que hay coberturas para vecinos que lo demandan sin haber la totalidad de área construida y cuando ocurre la edificación al existir los servicios, se está frente a ese supuesto donde primero se incorporan los servicios y luego se construye (ver Figura 20). No debe confundir el hecho de que alguna autoridad en Tlaxcala primero dote de servicios una zona y luego edifiquen los habitantes (caso difícil de suceder); sin embargo, sí pueden existir parcialidades por coincidencia o conveniencia, pero a diferencia de países desarrollados, en México todavía no se aprecia en la cotidianidad o como parte de una planificación efectiva de servicios públicos.
Figura 20. Lo primero que sucede en las cabeceras municipales
Fuente: Elaboración propia
Por lo anterior, conocer el lugar más adecuado para inducir el crecimiento de los centros poblados es fundamental para evaluar costos y beneficios tanto sociales como financieros. Tratándose de costos visto desde este ángulo de investigación, implica erogar el mínimo de inversión en la dotación de servicios y para lograrlo el gobierno municipal debe tener perfectamente identificadas cada una de las redes de servicios y los gastos de mantenimiento necesarios. Por otro lado, analizado desde los beneficios, serían sobre todo sociales y la posibilidad de contribuir al desarrollo urbano; sin embargo, si lo que se busca es evitar conflictos en los nuevos asentamientos, asumir el costo social con una cobertura irracional y sin fundamentos de crecimiento ordenado y ante todo previsible, puede ser una salida normal para la mayoría de los gobiernos. La imposibilidad de controlar los reclamos sociales ante la demanda indiscriminada de servicios, obliga a los gobiernos a relegar el interés social y costos futuros a posteriores administraciones en la permanente dotación y mantenimiento a los asentamientos donde podían evitarse por falta de voluntad y decisión política.
