3.4.2. Segunda fase: 1971- 1976

3.4.2.1 Política de las 4 modernizaciones

A principio de 1970 era ya manifiesto el impacto negativo que la Revolución Cultural había tenido no solamente sobre el bienestar de la población, sino también en la fortaleza política e ideológica del liderazgo Maoísta que empezó a mostrar signos de resquebrajamiento a partir del intento golpista de Lin Biao. Por lo que un replanteamiento de la política y de las medidas económicas se tornaba urgente. El Premier Zhou Enlai, fue el artífice de esa propuesta, misma que dirigió sobre dos vertientes fundamentales:

1) La primera consistió en apoyarse en los viejos cuadros para la aplicación de una política “menos radical”, situación que lo llevó a promover la rehabilitación de líderes connotados, identificados con la línea moderada al interior del Partido, incluso contrarios a la visión “izquierdista” del liderazgo Maoísta (Deng Xiaoping entre otros).

2) En un segundo momento impulsó el desarrollo industrial de China adoptando la política de las 4 modernizaciones y de “puertas abiertas”. La primera de ellas pretendía impulsar la modernización agrícola, la industria, la ciencia y la tecnología y la defensa nacional; la política de “puertas abiertas” se basaba en una ofensiva diplomática con al finalidad de establecer vínculos con otros países fuera del bloque socialista.

Ambas políticas: de las 4 modernizaciones y de Puertas abiertas eran complementarias dado que los objetivos de modernización solo serían posibles si se importaba tecnología de las principales potencias industriales de occidente y ésta se facilitaría si se estrechaban vínculos diplomáticos y de comercio con las naciones industrializadas de occidente que, según el análisis teórico del maoísmo, habían dejado de ser la contradicción fundamental.

En el contexto de estas políticas, a partir de 1972:

- Se inicia una dinámica importadora de plantas y equipo industrial proveniente de esos países, sobre todo en fertilizantes químicos y fibras artificiales Para 1972, 1973 y 1974 se habían establecido contratos por 60 millones, 1.3 mil millones y de 850 millones de dólares respectivamente. .

- La industria pesada recupera su preeminencia, perdida en el “periodo de ajuste” y durante la primera fase en la aplicación de la Revolución Cultural, para recibir en la práctica, una atención privilegiada durante estos años como se observa en la gráfica III.2.

Gráfica III.2

Fuente: Chinese State Statistical Bureau, Chinese Statistical Yearbook, Beijing, 1994, p. 25

- El Estado, gracias a los altos niveles de acumulación, tuvo la posibilidad de destinar una gran cantidad de recursos hacia la modernización industrial. A partir de 1970 se muestran incrementos significativos en dicha inversión y ya para 1975 prácticamente se había duplicado los niveles de inversión en capital de construcción para las empresas propiedad del Estado con relación al año de 1969

- Se intensifica la inversión en las provincias que habían sido incluidas en el “tercer frente”. La participación del Estado en inversión de capital para esta región tuvo un incrementó del 30.6% durante el Primer Plan Quinquenal a un 52.7% en el Tercer Plan Quinquenal. El objetivo de esa inversión estaba dirigido a lograr una mayor autonomía y auto- dependencia industrial y con ello evitar los desajustes propios que se suscitarían ante una eventual intervención armada. Al decir de las autoridades:

Varias localidades deben empeñarse en construir sistemas industriales independientes. Donde las condiciones lo permitan se deben establecer zonas de coordinación, para que las provincias sean relativamente independientes con variados sistemas industriales (...) cuando las circunstancias lo permitan se debe alentar la cooperación entre unidades cercanas para la producción industrial

- Se aplica una política de autosuficiencia industrial lo que lleva a un incremento en los costos de producción debido a los altos niveles de ineficiencia y al bajo rendimiento en la productividad del capital y del trabajo.

- Se implementaron medidas limitadas de descentralización administrativa entre el gobierno central y los gobiernos locales con los objetivos de: Lograr una mayor autosuficiencia, para que en caso de una invasión, o ante una eventual guerra, se tomen las mejores y más rápidas decisiones y no se genere desabasto en bienes de consumo y pertrechos militares; alcanzar los objetivos de crecimiento industrial mediante un mayor control de los gobiernos de las provincias sobre las empresas propiedad del Estado y la concesión de una mayor autoridad a los gobiernos locales en la toma de decisiones con respecto a políticas de inversión.