CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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En orden a reducir la inflación y evitar el caos económico, a fines de 1988, se presentaba una disyuntiva a las burocracias política y gubernamental: se profundizaban las reformas y liberaban precios o se disminuía la extensión y aplicación de la reforma. En torno a su resolución se vislumbraban posiciones encontradas mismas que eran soportadas por diversos grupos en pugna por el poder. La autoridad gubernamental, encabezada por Zhao Ziyang, fuertemente comprometida con la reforma, se caracterizaba por una posición de zigzag. Durante los primeros años abogó por una aceleración en las medidas de las reformas y por una mayor liberalización en la estructura de precios. Sin embargo, dada la profundidad de la crisis y después de una serie de encuentros y negociaciones al interior de la cúpula del Partido Comunista, el gobierno al buscar una propuesta de consenso, modera sus propuestas y, aún bajo el mandato de Zhao, se aplica un “plan de austeridad” para enfrentar esos desequilibrios. Las medidas que componen este plan, aunque contraccionistas y de impasse en la aplicación de la reforma, no significaba que ésta se hubiese descartado, al contrario, se consideraba que la inflación era solo un problema de “ajuste de precios” que para ser resuelto de manera satisfactoria solo era necesario efectuar algunos recortes presupuestarios y moderar la inversión de gobierno para con ello reducir las presiones inflacionarias en un tiempo relativamente corto. Como parte de este plan se propuso la aplicación de un “programa de ajuste” cuyos objetivos: mejorar, rectificar y profundizar el medio ambiente económico y la reforma permitirían recuperar la estabilidad pérdida en un periodo de 2 años. Sin embargo, la inflación y la austeridad contribuyeron para que la atmósfera política se enrareciera y las posiciones se fuesen radicalizando. En torno a la propuesta gubernamental, la discusión se polarizaba entre el grupo conservador y los reformistas radicales. El grupo conservador, conformado principalmente por viejos cuadros revolucionarios fuertemente a la estructura del Partido Comunista, basados en el criterio de que la práctica era el único medio para verificar la verdad, cuestionaban la reforma en consideración de la crisis. Para ellos la introducción desordenada de los mecanismos de mercado había sido la principal causa del caos. Los reformistas radicales, muchos de ellos intelectuales y universitarios, con el respaldo que les significaba la caída de los sistemas económicos socialistas autoritarios en la Unión Soviética y en Europa del Este, consideraban que:
El desorden económico es causado no solo por una pobre administración sino también porque se carece de poder auto restrictivo en el sistema económico – dado que se carece de una reforma comprehensiva en lo económico, en lo legal y en la estructura política. El cambio que favorezca la creación de una nueva estructura que permita la creación de un nuevo sistema será sin duda un progreso importante para la investigación de la economía de China
Por lo que proponían, no solamente la profundización de la reforma y la aceleración en la liberalización de los precios para enfrentar la crisis, sino además consideraban que debería incluirse la apertura política como una parte fundamental en el programa de la reforma.