CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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Fue este un periodo contrastante. El establecimiento de una economía de mercado y el impulso decidido a sus instituciones permitió un crecimiento inigualable de la economía y del sector industrial: el PIB tuvo un crecimiento del 13.2% para el año de 1992 y del 13.4% para 1993, mientras tanto, el crecimiento industrial fue del 27.5% para 1992 y por arriba del 20% para 1993. Sin embargo, a la par que se generaban tendencias crecientes en los indicadores de crecimiento económico, a partir de 1992, se fueron presentando desequilibrios en el desarrollo de la infraestructura y en las industrias básicas, amén del desorden en el sector financiero, que empujaban a la economía a altos niveles de inflación. Para junio de 1993 la tasa de inflación en las grandes ciudades se había incrementado a un nivel récord del 22% y de 21.7% para el año de 1994 .
Gráfica VII. 1
Fuente: Chinese State Statistical Bureau, Chinese Statistical Yearbook, Beijing, 1996
Bajo tales circunstancias era inevitable la aplicación de un programa de austeridad que restaurase el equilibrio macroeconómico y rectificara el desorden en el sistema financiero, y aunque un programa de esta naturaleza dificultaba la nueva orientación hacia el mercado y estimulaba el retorno a viejas propuestas, la determinación del gobierno fue clara, el programa de austeridad de ninguna manera significaba una reversión a la reforma ni era el intento por sujetar la economía a un recontrol administrativo. Una de las medidas más importantes, que asumió la autoridad gubernamental encabezadas por Zhu Rongji, para enfrentar la inflación consistió en el establecimiento de un nuevo marco regulatorio para el sistema bancario congruente con las nuevas reformas. A diferencia de 1989 en que se buscaba resolver los problemas nuevos con los viejos esquemas, durante este periodo se implementaron medidas en el contexto de las políticas económicas orientadas hacia el mercado. La más importante tarea en esta fase consistió en mejorar el medio ambiente institucional -legal y regulatorio- a fin de permitir a los actores desempeñarse con reglas del juego claras, para con ello enfrentar el desorden en las conductas de los actores económicos, generar confianza y reducir las distorsiones en la economía. El hecho de que se haya reducido la inflación a 8.3% para el año de 1996 es una muestra de que esas políticas jugaron un rol altamente significativo y de que, a diferencia de la crisis habida en 1989-90 en que se había puesto en duda la reforma y se retornaba a la aplicación de viejas estructuras institucionales, la congruencia de las acciones con la promesa de “construir una economía de mercado socialista” había impactado positivamente la conducta de los actores políticos y económicos con ello se había superado la gran prueba a que las nuevas medidas habían sido enfrentadas.