CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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Este periodo tiene como punto de referencia obligada el 14º Congreso del Partido Comunista dado que fue ese evento el que marcó la pauta del desarrollo institucional durante la década de 1990. El hecho de haberse adoptado formalmente un sistema de “economía socialista de mercado” denota el reconocimiento de una economía de mercado capitalista bajo condiciones socialistas, es decir, el establecimiento de las “reglas del juego” capitalista en un contexto donde se mantiene el liderazgo del Partido Comunista y persiste la dominancia de la propiedad pública de los medios de producción. Como se había mencionado en el apartado anterior en el 14º Congreso se había definido con claridad que el objetivo principal de la reforma económica iba a consistir en el establecimiento de una “economía de mercado socialista”. Con esta propuesta, además de hacer explícito el rol preponderante de las fuerzas del mercado en la asignación de recursos, se daba un cambio radical en la historia económica de la joven Republica: por primera vez después del triunfo de la revolución comunista, el debate entre planeación y mercado se había inclinado hacia el mercado. En la práctica se había validado la inoperancia de los viejos arreglos institucionales y se habían establecido las nuevas “reglas del juego” en la que operaría la economía y sobre las cuales no se podía dar marcha atrás.
Entre otras las principales acciones encaminadas a su consecución fueron las siguientes:
a. El reemplazo de un “sistema dual de precios” por un sistema basado en el mercado
Siendo el sistema dual de precios uno de los principales mecanismos del periodo de transición el virtual establecimiento de un sistema de precios de mercado y el desmantelamiento acelerado de los precios de los bienes que anteriormente se habían mantenido fuertemente protegidos por el Estado, introdujo una señal inequívoca y sin ambigüedades de la firmeza de estas nuevas transformaciones institucionales. Con ello la autoridad central daba pasos firmes para caminar hacia “fuera del plan”. El establecimiento de precios de mercado era, no obstante, no solamente el primer paso, sino el mas importante para una “racional” asignación de los recursos en el sector industrial.
b. El establecimiento de un nuevo balance entre centralización y descentralización
La nueva propuesta hace énfasis en un balance explícito entre centralización y descentralización sobre la base del mercado. Difiere de la reforma en cuanto que el buen funcionamiento de una economía de mercado unificado se opone a la “economía de ducado”, es decir, al hecho de que los gobiernos locales monopolicen su mercado, se protejan a sí mismos de la competencia y eviten la libre movilidad de los factores en la región. El nuevo sistema considera un medio ambiente de fuerte competencia regional con una mayor supervisión del centro en aspectos referentes a la macroeconomía, mientras tanto, la responsabilidad de las autoridades provinciales y locales se reduce a los aspectos micro.
c. Una economía de mercado socialista no presupone el fin del liderazgo del Partido Comunista
El establecimiento de una economía de mercado no significa necesariamente cambios en la estructura del gobierno ni lo priva de seguir jugando un rol altamente significativo en la economía. Dadas las circunstancias particulares de China, la preservación del liderazgo del PCCh, que fue una condición necesaria para el establecimiento de un nuevo consenso, no se contrapone a la nueva propuesta, al contrario, la complementa: “...el Estado regula al mercado, el mercado decide los precios y los precios la asignación de los recursos”. En una economía donde el mercado no está lo suficientemente desarrollado el Estado sigue jugando un rol clave en la regulación del mercado.
d. Una economía de mercado socialista no presupone una exclusiva forma de propiedad
La esencia de una economía de mercado socialista consiste en que la propiedad pública es la base de la economía, por lo tanto, hablar de una economía de mercado no significa necesariamente privatización y capitalización. Sin embargo, la economía de mercado socialista no va a tener a la propiedad pública como su único componente en ella puede coexistir diferentes tipos de propiedad y cada una de ellas jugar sus propios roles.
e. En el sector de la industria estatal la promoción de una mayor autonomía y el impulso a un sistema de empresas moderno
Las empresas estatales, que en una economía planificada estaban sujetas a las directrices y objetivos establecidos por el Estado, dada las nuevas condiciones, la connotación de “mercado” le va a significar que, si bien las empresas públicas son las que juegan el rol dominante, se van a desempeñar bajo la competencia que exige el mercado, por lo que estarán obligadas a mantener mecanismos económicos flexibles, y en ese sentido, establecer un sistema de empresas moderno que las haga más eficientes y competitivas. Exige que las empresas tengan la obtención de utilidades como su principal objetivo y de que asuman la total responsabilidad de las utilidades y pérdidas que resulten de su ejercicio.
f. La continuación y profundización del proceso de “apertura” al exterior en la búsqueda de una mayor integración a la economía mundial
A una economía de mercado les es inherente su integración a un sistema de mercado abierto y le induce a reforzar sus vínculos en el mercado doméstico y con el mercado internacional. En este sentido la adopción de este sistema es seguida rápidamente por iniciativas de nuevas políticas, tales como: La unificación del tipo de cambio, la promulgación de una nueva ley y mayor apertura en comercio exterior, modernización del sistema bancario, apertura del sector financiero a bancos del exterior, la vuelta a las negociaciones para el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio, etc. En este mismo sentido China se les exige jugar bajo reglas unificadas en el ámbito internacional por lo que son necesarias las reformas a su régimen legal, que tradicionalmente se había volcado responder a las necesidades internas, a uno que permita una mejor integración al entorno internacional.
g. La extensión de las “políticas preferenciales” hacia regiones del interior de China
Mientras las nuevas reglas del juego iban prevaleciendo se extendió la aplicación de las “políticas preferenciales” hacia regiones del interior de China. Además de las Zonas Económicas Especiales, de las Zonas de Desarrollo Tecnológico y Ciudades Abiertas Costeras, cuyo establecimiento se había originado desde principios de la década de 1980; a partir de 1992 se van a establecer 22 Ciudades Abiertas del Interior, 13 Ciudades Abiertas de Frontera, 13 Zonas de Cooperación Económica y 52 Zonas de Desarrollo de Alta Tecnología.