CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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Durante este periodo se aprecia la coexistencia de dos cadenas de mando en la actividad productiva, estrictamente ligadas a la dirigencia del Partido Comunista: una de ellas corresponde al sistema sectorial, cuya estructura es vertical y jerárquica. Tiene como responsabilidad aplicar las diversas políticas económicas de arriba hacia abajo a través de sus diversos órganos de gobierno establecidos a varios niveles. Este mecanismo permite un rígido control desde el centro hacia las localidades dada la presencia de órganos administrativos duplicados en cada uno de los diversos niveles de administración. A la par de este sistema sectorial, el sistema regional (gobiernos locales), comprende una estructura administrativa cuya responsabilidad estriba en gobernar a las diversas localidades. Entre los gobiernos, unidades o empresas locales no se establecen vínculos directos, éstos son solo casuales, no institucionales, por lo tanto, insuficientes e inefectivos. Su interacción corre a través de canales verticales cuya coordinación se establece a un alto nivel de jurisdicción de la que se forman parte. Esta forma de organización va a generar una serie de patrones institucionales, que aunque no son intencionados, serán reproducidos por el sistema mismo e influyen en el desempeño industrial:
- Una constante, durante el periodo previo a la instauración de las reformas en China, tiene que ver las continuas transformaciones en las “reglas del juego” que caracterizan los vínculos entre los gobiernos central y regional, así como, sus previsibles impactos en el desempeño de las empresas e industrias rurales. Los procesos de centralización, descentralización y re-centralización van a fortalecer o debilitar a determinados grupos políticos y, a la vez, van a impactar a los diversos sectores industriales.
- Las empresas de la misma industria en la misma área geográfica pueden estar bajo jurisdicciones de gobierno a diferentes niveles. Por ejemplo una industria particular en una localidad puede haber tenido empresas que pertenecen respectivamente al ministerio central, gobierno provincial, la municipalidad, la prefectura, el condado. Esta diferente subordinación jurisdiccional puede generar un potencial conflicto de intereses, y hacer por lo tanto, la coordinación de su producción ineficiente o imposible.
- Al estar las empresas locales bajo un liderazgo dual (entre los gobiernos locales y el sistema sectorial del cual forman parte) puede conducir a desajustes en la aplicación de políticas si los propósitos divergen o se contraponen unos con los otros
- La dependencia de las empresas propiedad del Estado con respecto al mando central en el sistema sectorial impide el establecimiento de vínculos económicos entre las empresas y las regiones, aun y cuando esas interrelaciones tengan sentido económico. Esta situación impide se establezca una complementariedad entre las diversas empresas y regiones, obstruyendo una asignación eficiente de los recursos y generando mayores desperdicios.
- En este sistema, al carecer los gobiernos locales de libertad y autonomía en la propuesta y aplicación de políticas industriales para la región, no permite aprovechar al máximo las ventajas comparativas de las que se disponen.
- El control del Partido sobre el gobierno, lleva a priorizar el control político sobre la eficiencia y el desempeño económico, lo que propicia desviaciones e ineficiencias en la dirección de la economía y en la toma de decisiones . Por ejemplo, los puestos de dirección se asignan desde arriba de la pirámide jerárquica con un criterio político más que por la formación, preparación y/o experiencia profesional , por otro lado, los funcionarios no pueden actuar libremente por temor a contravenir los objetivos ideológicos propuestos.
- En virtud de que las decisiones de política económica provienen de la dirigencia partidista, se imponen con frecuencia excesivos y ambiciosos planes a la Comisión de Planeación del Estado, lo que obliga a los administradores a cumplir ciertas metas y los desincentiva a ir más allá de los objetivos propuestos y/o les induce a falsear la información para no contravenir las metas y objetivos propuestos por el partido.
- La fusión tripartita (Partido, Estado y Empresas), a diversos niveles, permite un control riguroso de la dirigencia del Partido sobre las otras dos instancias, posibilitando con ello, una aplicación vertical de las decisiones y una mayor agilización de los mecanismos para su implementación. Sin embargo, el hecho de que el Partido no esté diseñado para administrar a un País, o a una empresa de negocios en particular, puede conducir a una confusión general con respecto a los derechos y responsabilidades que se establecen entre el Partido y el Estado o entre el Partido y las empresas; y al volverse difusas y poco claras las reglas del juego predominantes da lugar a tensiones permanentes, una baja eficiencia, genera situaciones de arbitrariedad e irracionalidad en la economía .