CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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El éxito de la economía china posterior durante este periodo encuentra su explicación en las transformaciones que se fueron dando en la estructura institucional que propicio un medio ambiente adecuado para fomentar las relaciones económicas. Las políticas adoptadas gozaban de la credibilidad, tanto de empresarios privados como extranjeros, brindaba por un sistema político caracterizado por una continuidad política y sin rupturas. El crecimiento tenido por los diversos sectores de la economía viene a demostrar la importancia de este sector y deja ver la importancia tenida en el avance tenido por los otros sectores. En la gráfica VII. 4 se muestra un sector industrial con una tasa de crecimiento en su participación en el PIB del 17.1% durante casi todo el periodo de la reforma del 17.1% y del 33.1% y 7.9% para los periodos de 1991-95 y 1996-2000 respectivamente
Gráfica VII. 6
Fuente: State Statistical Bureau, China Statistical Yearbook, Beijing, 2001, pp. 49 y 282
La incorporación de China a los mercados internacionales no era una experiencia nueva, ya antes, la región del este, la más importante y próspera desde el punto de vista industrial, había gozado de políticas de excepción y experimentado transformaciones institucionales profundas con una fuerte orientación hacia el exterior, lo que le había permitido atraer inversión extranjera directa y posibilitar el establecimiento de empresas industriales con capital extranjero las que, no solamente habían incrementado los niveles de participación en empleos, sino que el comercio había crecido con pasos agigantados. La experiencia habida por las empresas industriales de esas provincias, y de aquellas donde se habían aplicado políticas similares, dejaban ver una clara lección: para un acrecentamiento de los flujos de inversión y un mayor acercamiento a los mercados internacionales era necesario modificar las viejas estructuras de un socialismo rígido y efectuar transformaciones institucionales de fondo basadas en el mercado. A inicios de la década de 1990, con motivo de su viaje al sur de China, Deng Xiaoping había señalado la necesidad de acelerar la reforma y de profundizar en las políticas de apertura. Ambas estrategias no estaban divorciadas una de la otra, antes bien, las transformaciones institucionales internas, que rompían de tajo con el viejo sistema de planeación central, planteaban establecer un sistema orientado hacia el mercado lo que presupone de facto una mayor integración de la economía china a los mercados internacionales. Desde esta óptica, la transformación del sector industrial en un contexto de “economía de mercado” no era posible hacerlo con las puertas cerradas ni de manera aislada con relación a las necesarias transformaciones que se fueron sucediendo en otros sectores de la economía. A la par que se generaban cambios en el sector industrial, el sector comercial y financiero hacían lo suyo a fin de responder con prontitud al nuevo medio ambiente económico y dar cumplimiento a los objetivos propuestos en el “Esbozo de objetivos de largo plazo para el año 2010”. La descentralización económica y administrativa de las empresas, la emergencia de la propiedad privada y extranjera en el sector industrial, el establecimiento de nuevas reglas del juego, la necesidad de crecientes vínculos con el exterior, etc. exigían cambios de política comercial, promovían mecanismos de liberalización en el mercado (de bienes, servicios, factores y capitales) e introducía una estructura de incentivos ad hoc que estimulaba a los agentes económicos internos y externos a participar en la economía internacional. Con estas políticas se buscaba aprovechar las ventajas comparativas disponibles e integrar a China a los mercados internacionales con la finalidad de atraer recursos para inversión y favorecer los vínculos de comercio. Para ello, sin embargo, un requisito era indispensable: que las empresas industriales de china jugaran con las mismas reglas del juego establecidas para las empresas de aquellos países con quienes se buscaba establecer vínculos. De ahí la firme intención del gobierno chino que a la par que se aplicaban las transformaciones institucionales en su interior se promovía la incorporación a organismos internacionales, es el caso, de su adhesión a la Cooperación Económica de Asia Pacífico(APEC) y, mas adelante, a la Organización Mundial de Comercio (GATT-OMC). En congruencia con ese objetivo sistemáticamente durante la década de 1990 se fueron reduciendo con una gran rapidez las barreras arancelarias, al grado de que para fines de esa década China se contaba entre los países en desarrollo con la protección arancelaria más baja y solo el 4% de las importaciones estaba regido por cuotas y licencias de importación.
Gráfica VII. 7
Fuentes: Yin Xianshuo, Progress and results and China’s Foreign Trade Reform, Shanxi Economic Publishing House, 1998, pp. 94-94. “WTO Membership Promote China reform of Tax System”, China Economic News, Vol. 21, October 30, 2000, p. 1
La apertura al exterior, las decisiones de acelerar las reformas económicas, la actitud asumida con respecto a los mecanismos de propiedad, el considerar que la propiedad privada debería estar en igualdad con la propiedad pública, el adelgazamiento de la empresas industriales de propiedad estatal, la privatización de empresas públicas, la apertura formal a la inversión privada y extranjera en sectores antaño exclusivos para el Estado, etc. son todas ellas medidas que permiten un ajuste de las reglas internas con las exigidas por los organismos internacionales, y en el mismo sentido es una muestra, a los gobiernos y empresas del exterior, de lo irreversible en la aplicación de las nuevas reglas del juego en la economía en China. De tal suerte, que para la autoridad gubernamental, el éxito de las transformaciones habidas estará en función directa de esos vínculos. En una conferencia conjunta entre el Presidente de los USA, Bill Clinton y el Premier Zhu Rongji, este último declaraba: “... al darse la competencia (entre los miembros de la OMC) se promoverá un desarrollo más rápido y saludable de la economía nacional de China”.