7.5.2.1. Desempeño de las empresas industriales no estatales

Entre los principales indicadores que permiten visualizar el avance incontenible de las empresas del sector no estatal se pudiesen considerar:

• La participación del sector no estatal en Valor de la Producción Industrial de ser 48.5% para 1992 se incrementó a un 71.2% para el año de 1996 y a un 79.2% para el año 2000.

Gráfica VII. 2

Fuente: China Statistical Bureau, Chinese Statistical Yearbook 1997. 1998 y China Statistical Abstract, 2001

• De las empresas que conforman este sector las empresas propiedad de extranjeros y las empresas privadas tuvieron el crecimiento más acelerado. Las empresas propiedad de extranjeros pasó de una participación del 4.4% en 1990 al 22.9%, para 1998, mientras tanto, las industrias privadas de participar con el 5.4% en 1990 se incrementó al 17.1% para 1998. Las empresas colectivas, a pesar de disponer de una mayor participación en el total nacional (del 35.6% para 1990 y 38.4% para 1998) su dinámica de crecimiento fue menos acelerada como se observa en la tabla VII. 1.

Tabla VII. 1 Participación porcentual en la producción industrial de empresas según tipo de propiedad

Fuente: China Statistical Bureau, The Statistical Survey of China, Beijing, 1997, 1999

• Con respecto a la generación de fuentes empleos, las empresas manufactureras del sector no industrial incrementaron su participación de un 34% para el año de 1986 a un 43% para el año de 1998. Con respecto al empleo total para el año de 1989, las empresas no estatales contabilizaban el 10.2% mientras las empresas estatales contabilizaban el 18.3%. Para el año 2000 la participación en el empleo total de las empresas no estatales se había incrementado a 13.5% mientras la participación del sector estatal había decrecido al 11.4%. Sin embargo la participación en la generación de empleos no fue homogénea dentro de este sector: mientras las empresas colectivas decrecían en su participación, de 6.3% en el año de 1989 a un 2.11% para el año 2000, las empresas privadas, individuales y extranjeras la incrementaban al pasar de 3.9% para 1989 a un 11.4% durante el mismo periodo. Basándose en esa tendencia, es de esperar una mayor participación de las empresas privadas, individuales y extranjeras en el empleo total para los próximos años.

• El sector de la industria no estatal va a dominar la industria ligera y va a generar cerca de las tres cuartas partes de las exportaciones totales y va a producir casi el 80% de la producción industrial en las provincias costeras. De hecho la preeminencia del sector no estatal en estas provincias es una de las principales fuentes de dinamismo en esa región. De este sector destaca el crecimiento de las exportaciones de las Empresas de Poblados y Villas cuya participación se incrementó de un 16.9% en 1988 a un 46.3% para el año de 1997. Por su lado, para el año de 1999, las empresas propiedad de extranjeros contabilizan el 48% del comercio externo total, que comprende el 46% de las exportaciones y un 52% de las importaciones.

Si bien con estos indicadores se constata un mayor avance del sector de la industria no estatal con respecto a las empresas estatales, e incluso del sector privado con relación a las empresas de propiedad pública, surge la interrogante de cómo fue esto posible, dado que solo se habían aplicado mecanismos de política industrial indirectos a fin de favorecer a estas empresas industriales, no habiéndose reforzado su estatus jurídico-legal, ni mucho menos, se había establecido una clara definición en sus derechos de propiedad. El hecho de que este sector industrial haya tenido un alto desempeño a pesar de haber carecido de un apoyo explícito mediante la aplicación de una política industrial directa y de que no se hayan establecido arreglos institucionales formales ex profeso, entre otras, se puede considerar por las razones siguientes:

• La experiencia vivida por China durante la reforma y la post-reforma ha dejado de manifiesto que la práctica institucional antecede a la formalidad de la misma, es decir, antes de que la autoridad sancione una práctica esta se experimenta, después de ser sancionado como verdadera, de intensificarse y extenderse en su aplicación se le otorga un soporte legal. Este hecho alienta a los diversos actores económicos a que actúen como si se hubiesen formalizado de facto los nuevos mecanismos de propiedad.

• El “pragmatismo” que caracteriza el quehacer de la autoridad gubernamental les llevó a implementar primero los mecanismos de mercado y posteriormente, cuando esos cambios crearon sus propias exigencias, se impulsó el establecimiento de una estructura formal que soportara dichos cambios. Conforme se va ampliando la economía de mercado se van tornando más complejas las relaciones entre los diversos actores por lo que se va a demandar un sistema jurídico legal que de mayor certidumbre a los vínculos que se establecen entre ellos. Sin embargo, desde antes de que ese soporte jurídico se formalice las relaciones que se establecen presuponen como válida esa práctica.

• En virtud de los mecanismos de descentralización el sector industrial no estatal se fortaleció, fundamentalmente en las zonas rurales, motivo por el cual se estrecharon los vínculos entre industria y gobierno local. Los intereses comunes de los empresarios de empresas públicas y privadas y los funcionarios de los gobiernos locales jugaron un papel más importante que el establecimiento de políticas dirigidas por la autoridad central o por la presencia de un régimen jurídico que de soporte a la existencia de dichas empresas.

• El hecho de que la mayoría de las empresas de este sector esté conformada por micro y pequeñas empresas permite que su funcionamiento dependa mas de mecanismos informales y de una red de vínculos personales y locales que las políticas establecidas por la autoridad central o de regímenes jurídicos más complejos. Por lo tanto la inexistencia de arreglos formales no es impedimento para la proliferación de estas industrias.

Sin embargo, por su naturaleza institucional, las empresas industriales que conforman este sector no son homogéneas y aunque disponen de características comunes no responden con la misma intensidad a los criterios anteriormente descritos. Conforme se avance en la intensificación del mercado y sus “reglas del juego” se extiendan mayormente se requerirá de un soporte formal institucional que regule las interacciones entre los diversos actores económicos y políticos. Lo anterior nos lleva a efectuar un análisis particular de cada tipo de empresas para visualizar el impacto tenido en ellas como consecuencia de la aplicación de estos arreglos institucionales.