CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
José Salvador Meza Lora
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Este periodo viene a ser un “parteaguas” en el desenvolvimiento económico e institucional seguido por china desde los inicios en la aplicación de la reforma. El avance en el establecimiento de instituciones de mercado se había mostrado eficaz para el logro de un crecimiento económico y posibilitado una mejora en el nivel de vida de la población, sin embargo, contrastaban con los viejos arreglos que persistían y gozaban aún de una gran influencia en las esferas económica y política. Conforme las instituciones de mercado ampliaban su marco de acción y extendían sus efectos sobre el conjunto de la economía, las viejas instituciones se iban conformando como una camisa de fuerza que impedía su acción, razón por lo cual se tornaba inevitable el conflicto entre las viejas y las nuevas instituciones, y por ende, el antagonismo entre las burocracias políticas que estaban atrás de esas visiones. Este antagonismo quedó de manifiesto en virtud de las altas tasas de inflación que sacudieron a la China de principios de la década de 1990 y que amenazaban con desestabilizar la economía y dar término a la fase de estabilidad alcanzada durante la reforma.
Debido a una serie de factores políticos, tanto internos como externos, y los problemas asociados con el crecimiento económico y la modernización, esta tercera etapa, que va de fines del año de 1989 al inicio de 1992, se caracteriza por un debilitamiento en el avance y profundización de los “arreglos institucionales” propios de la reforma, y como consecuencia, el agravamiento en las fricciones entre el plan y el mercado. A inicios de este periodo la crisis económica tornaba con profundizarse, amén de las persistentes exigencias políticas de los grupos radicales que amenazaba con desbordar los límites establecidos por el Partido Comunista Chino. Estas circunstancias pusieron entre la “espada y la pared” al liderazgo reformista y fortaleció las dirigencias de quienes propugnaban por revaluar la reforma, hacerla más lenta o, en su caso, dar marcha atrás. La represión en la plaza de Tanianmen, fue la expresión más fehaciente de la debilidad del gobierno de la reforma e hizo patente su incapacidad de lograr un nuevo consenso que evitara rupturas mas profundas al interior del Partido. Por lo que llegó al poder un grupo político de tendencias más conservadoras, y con ellos, se hizo inevitable la revisión de la reforma y el establecimiento de nuevos arreglos que tenían por finalidad revertir el camino de la crisis, revisar el grado de avance de la reforma y rectificar el rumbo hacia la consecución del socialismo. Es en esa lógica se aplicaron políticas que buscaban evitar el caos y fortalecer los mecanismos de planificación y recentralización. Sin embargo, los avances durante la reforma habían sido incuestionables. El establecimiento de instituciones de mercado le había dado un impulso innegable a la economía y habían hecho posible elevar los niveles de vida de la población, sobre todo, en las localidades rurales y en las provincias ubicadas en la costa este de China. Mantener esos avances, en un contexto de medidas más conservadoras, significaba un enorme reto que había de enfrentar la nueva dirigencia. Las instituciones propias de la reforma y la organización económica, sobre todo en las localidades y provincias, se encontraban muy fortalecidas y era difícil dar marcha atrás, so pena de caer en crisis más profundas y propiciar mayores niveles de desempleo, déficit fiscal y presupuestal, caída de la productividad y de la producción industrial, etc. El nuevo gobierno, se mostró, en la práctica, incapaz de revertir el esquema institucional de la reforma y de resolver los problemas más acuciante de crecimiento y bienestar social. Paradójicamente, fue esta incapacidad, lo que a la postre, fortaleció lo que pretendían revertir. A fines del periodo se privilegiaron las instituciones de mercado y se establecieron “reglas” donde se daba al “mercado” una participación más consistente y segura.