VII.5.1. Recomendaciones

A partir de las consideraciones anteriormente efectuadas debemos proceder al encuadre definitivo de escenarios, en base a las tendencias dominantes anteriormente definidas, podemos considerar a partir de dichos resultados que la situación del turismo rural andaluza se encuadra fundamentalmente en el ESCENARIO N.º 1 “ISLAS AISLADAS” que recoge con bastante precisión el conjunto de tendencias observadas en el análisis de las variables.

Una precisión necesaria debería hacer referencia a que determinadas características, un pequeño grupo minoritario, podrían encajarse con mayor perfección en el ESCENARIO N.º 2 “ISLAS EN TRANSICIÓN” (dualismo empresarial incipiente, tendencias asociacionistas, continuismo en la creación de oferta como criterio rector básico del mecanismo subvencionador aunque existan elementos de disidencia, etc.)

Por ello como suele ser habitual en el análisis de escenarios aplicado a la situación real de un segmento productivo, la realidad supera los límites, situándose a caballo de los escenarios 1 y 2 en una proporción que podría oscilar entre el 75%-80% de contenidos encuadrados dentro del ESCENARIO N.º 1, y un 25-20% incluidos dentro del ESCENARIO Nº 2.

De cara a la aplicación del modelo teórico Distrito Turístico Rural, tal y como aparecía definido en la Parte II del presente trabajo de investigación, alfa y omega de nuestro trabajo, las consideraciones sobre su aplicabilidad no pueden ser positivas, al menos en un horizonte temporal inmediato, puesto que no existe en el momento actual el contexto adecuado ya sea en términos de contexto productivo, o de agente productor, o de actitudes pro-coooperatio de los emprendedores o de orientación del mecanismo subvencionador que posibilite una aplicación efectiva y con garantías de éxito del mismo en el contexto andaluz, por lo que los resultados del test de aplicación no pueden ser sino negativos, no pudiendo recomendarse la aplicación del mismo puesto que el entorno relacional que necesita el modelo teórico para poder ser un instrumento funcional de resolución y abordaje de problemas dista todavía de existir en tierras andaluzas.

Ello no significa que no comiencen a darse las condiciones necesarias para su potencial aplicación, lo que sucede es que éstas se dan de manera incipiente, de hecho la transición desde los posicionamientos primarios en la producción y primitivos en la configuración empresarial, casi por completo dominantes en la actualidad ya están evolucionando, lo que sucede es que esta transición es muy lenta por yuxtaposición de causas entre las que destacan el carácter atomizado y familiar del agente productor, la discontinuidad en los niveles productivos derivada de la fluctuación estacional reinante y el sesgo del mecanismo de fomento.

Por ello se debería dejar espacio a una mayor maduración del sector, que se producirá de forma paulatina, probablemente traumática en un horizonte temporal de aproximadamente 5-7 años.

Tales recomendaciones no son óbice para que el modelo teórico Distrito Turístico Rural no pueda ser aplicado de forma experimental en el contexto andaluz. Si bien, dicha aplicación que debería presentar necesariamente un carácter piloto, debe partir de una reorientación del presente modelo, debiendo tener muy en cuenta dos consideraciones básicas: por una parte y dado el acentuado carácter local-territorial de la producción turística rural andaluza el modelo DTR debe seguir en su aplicación un esquema de geo-referenciación cuyas características veremos posteriormente. Por otra parte la preponderancia dominante de la tipología de alojamientos casa rural en el panorama andaluz debe necesariamente ser afrontada a partir de la definición de un mecanismo de agregación de dichos establecimientos, de tales requerimientos nos ocuparemos en los siguientes sub apartados.