Francisco José Calderón Vázquez
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP
(585 páginas, 2.06 Mb) pulsando aquí
Una consecuencia fundamental del cambio de percepción con respecto al turismo en los últimos anos ha sido la generación de todo un aparato metodológico, econométrico y estadístico destinado ex professo al análisis e interpretación del fenómeno turístico, dotando con ello a la comunidad turística internacional de un marco teórico y conceptual común que sirva como “lingua franca” para la medida y calibración de los efectos del hecho turístico a escala internacional. Hito fundamental de este proceso ha sido la Conferencia Mundial sobre la Medición del Impacto Económico del Turismo, celebrada en Niza en junio de 1999, y en la posterior publicación del documento metodológico de la Cuenta Satélite del Turismo (Naciones Unidas et al., 2001).
Tradicionalmente la mesura de los efectos económicos del turismo se ha venido realizando mediante diferentes aplicaciones metodologiítas, siguiendo a Hernández Martín (2003) podrían distinguirse tres grandes direcciones: A) modelos keynesianos; B) modelos sustentados en el análisis imput-output; C) modelos de equilibrio general computable.
Los métodos de inspiración keynesiana parten del establecimiento de una relación entre la inyección exógena que supone el consumo turístico como tal gasto en relación con los impactos totales sobre los distintos agregados macroeconómicos; su fundamentacion teórica se halla en el modelo keynesiano de demanda agregada en una economía abierta. La aplicación a la dinámica turística de tales esquemas ha generado una serie de modelos de entre los cuales destacan como referentes los diseñados por Archer y Owen (1971) y Milne (1987). Para Hernández Martín (2003) tanto la nula apreciación de las relaciones intersectoriales como los problemas constatados para la realización de comparaciones internacionales (puesto que la metodología utilizada para su cálculo puede diferir notablemente de unas zonas a otras) significan limitaciones fundamentales del modelo que han provocado que su aplicación solo se realice en situaciones carentes de soporte input-output.
La segunda dirección para la estimación de la influencia turística en la economía se fundamenta en el análisis input-output, basado en un modelo de equilibrio general, que posibilita una visión panorámica del conjunto de relaciones intersectoriales que se generan al interno de la economía. Asimismo la naturaleza del modelo input-output permite analizar el influjo del gasto turístico en sus tres esferas de actuación: efectos directos, indirectos e inducidos. Por otra parte el enfoque insumo-producto podría considerarse hasta cierto punto como un modelo neutral dado que los juicios de valor sobre el funcionamiento de la economía son muy reducidos y evidentes. (Fletcher, 1989)La utilización del modelo input-output presenta ciertas carencias por cuanto que la actualización de las tablas, suele ser deficiente puesto que la complejidad de su elaboración implica retrasos de cierta entidad que perjudican su empleo como instrumento a disposición del analista.
La tercera dirección esta constituida por los modelos de equilibrio general computable que consisten básicamente en la elaboración de escenarios de simulación de los impactos potenciales del turismo sobre el conjunto del sistema económico en relación a determinadas variables de cambio (en el volumen del flujo turístico, en el volumen del consumo-gasto turístico, en los tipos impositivos y en las modalidades de imposición, etc.). La estimación de los efectos derivados del consumo turístico mediante el empleo de esquemas de equilibrio general muestra generalmente cifras más bajas que las obtenidas a través de los modelos input-output, puesto que en los primeros es posible la reasignación intersectorial de recursos y, por ello, los efectos de desplazamiento. A este resultado llegan, por ejemplo, Zhou et al. (1997) tras comparar las estimaciones obtenidas a través de ambas metodologías (Hernández Martín, 2003).
En su aplicación a la dinámica turística el esquema del equilibrio general parte del empleo de las tablas input-output como material de construcción para la configuración de la matriz de contabilidad social, que supera algunas de las carencias del modelo input-output mediante la “endogeneizacion del comportamiento de hogares, empresas y sector público, y permitir la flexibilidad de los precios”. (Hernández Martín, 2003).
Este modus actuandi posibilita captar los efectos de desplazamiento que puede ejercer el sector turístico sobre otras actividades. Ejemplos de estos modelos serían los desarrollados por Adams y Parmenter (1995) para el caso de Australia, Zhou et al. (1997) para Hawai, West (1993) para Queensland (Australia), Wagner (1997), para la región brasileña de Guaraqueçaba, así como los trabajos realizados para el caso de España, (Blake, 2000 y Uriel y Monfort, 2001). La aplicación del esquema del equilibrio general ha seguido una trayectoria creciente a partir de la década de los 90, abarcando campos temáticos como la estimación del efecto de la liberalización comercial, la integración económica o la calibración del impacto del turismo. (Hernández Martín, 2003).
La aparición de la metodología de las Cuentas Satélite del Turismo (Naciones Unidas et al., 2001) ha significado una contribución de importancia de cara a establecer una efectiva metodología común para la valoración de los efectos económicos del turismo, aunque sean las propias fuentes metodologiítas las primeras en reconocer que la Cuenta Satélite del Turismo (CST) es en esencia un intento de ofrecer a la comunidad internacional un marco sistemático e integrado de información sobre la oferta y la demanda turística y no tanto un método de estimación de la aportación del turismo a las macromagnitudes como el PIB, VAB, etc,. El método previsto por la CST para la medición de la contribución del turismo al valor añadido y el PIB, se plantea por la Organización Mundial del Turismo en el documento complementario anexo de la Cuenta Satélite del Turismo, donde se establecen las vías de cálculo y sus limitaciones operativas, señalándose las ventajas del modelo input-output sobre la propia metodología planteada por la Cuenta Satélite del Turismo (OMT, 2000). A efectos estimatorios la base del cálculo del V. A. turístico y el PIB turístico en la Cuenta Satélite del Turismo se basa en la denominada ratio turística al valor añadido por las consideradas actividades características del turismo. Lo que en definitiva no es sino una simplificación de los métodos tradicionales, por cuanto que solo se consideran los efectos directos (Hernández Martín, 2003).
La finalidad básica de la Cuenta Satélite del Turismo (CST) es formular una propuesta que logre dar respuesta a las dificultades de identificar al turismo, y a su peculiar carácter transversal a otros sectores de la economía, dentro del marco de las cuentas nacionales. (Ibáñez y Ball, 2002)Una característica distintiva del turismo, que lo diferencia de las demás industrias incluidas dentro del núcleo de cuentas nacionales, radica en que la determinación de que un bien sea o no turístico, no se corresponde a la naturaleza y características del producto o servicio ofrecido, sino que lo que hace que un bien o servicio sea o no turístico es la circunstancia del consumidor, la subjetividad de quien consume dicho bien o servicio. así los consumos y gastos realizados por los “turistas” generan un consumo adicional, extraordinario en relación al realizado ordinariamente por sus habitantes, demanda adicional que constituye el soporte primario para la medición de las impactos económicos generados por el turismo, impacto que se origina a partir de los consumos y actividades de gasto llevadas a cabo por una tipología particular de consumidores cuyo “hecho diferencial” radica en la circunstancia de encontrarse fuera de su entorno habitual.
Siguiendo a Ibáñez y Ball, (2002) una CST esta basada basa en la existencia de un equilibrio general entre oferta y demanda de bienes y servicios al interior de la economía, donde deben analizarse detalladamente todos los componentes de la demanda de bienes y servicios que podrían estar asociados al turismo dentro de una economía, analizando la forma en que dichos bienes y servicios confrontan con la Oferta dentro de la misma economía de compilación.