Tesis doctorales de Economía


DISTRITO TURÍSTICO RURAL UN MODELO TEÓRICO DESDE LA PERSPECTIVA DE LA OFERTA. ESPECIAL REFERENCIA AL CASO ANDALUZ

Francisco José Calderón Vázquez

 

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III.2.3.4.- Referencia a experiencias de calidad en el turismo rural europeo

Como se ha constatado suficientemente en capítulos anteriores, la evidencia empírica de tantas localizaciones y destinos turísticos muestra que la calidad constituye sin lugar a dudas el elemento diferenciador entre competidores turísticos en nuestros días, por lo que es un factor, o “el factor” para la generación de una actividad turística sólida y generadora de valor añadido para la economía local. En nuestros días, el difícil y ultra competitivo mercado turístico impone a las diferentes destinaciones una exigencia sine qua non de calidad en el sentido de garantizar al turista un nivel de satisfacción lo más alto posible, no ya sólo a nivel de alojamiento y servicios básicos sino de conjunto de servicios, de globalidad de servicios proporcionados durante la totalidad de su estancia. Ello significa una dimensión funcional de la calidad, junto a una dimensión territorial de la calidad en el sentido de valorización y gestión y estado de los recursos turísticos.

Por tanto parece existir una relación directamente proporcional entre calidad del Turismo Rural y desarrollo turístico del territorio, en el sentido de que a mayores niveles de calidad, es decir a mayores niveles de satisfacción del cliente, mayor cualificación del destino como destinación de excelencia y por tanto mayor desarrollo turístico. Esta concepción globalista de la calidad turística implica la involucración de los distintos planos y agentes que coinciden en el territorio, comenzando por la propia población local, los agentes propiamente turísticos (operadores, prestadores de servicios, operarios, agencias de viaje, transportistas, etc.) empresarios, sindicatos, asociaciones, y terminando por las propias administraciones publicas. Por ello la calidad turística en áreas rurales presenta un componente estructural “info-formativo” que puede dividirse en dos aspectos básicos:

• Calidad de la acogida: implica al conjunto de la población local: su “actitud” frente al turismo su receptividad al mismo la comprensión del desafío que supone afrontar un programa de desarrollo turístico y la aceptación o cuando menos la no beligerancia frente al constituyen hitos puntos esenciales del desarrollo turístico de un territorio. En este primer nivel, la estimulación de conductas sociales pro-turísticas se establece a partir de un programa de acciones de información y de sensibilización adaptadas a la cultura y “modus vivendi “ del territorio

• Calidad de Servicio los servicios de hospedaje y de restauración significan lo esencial del valor comercial del producto turístico. Por tanto es decisivo una prestación impecable de los mismos lo que requiere una parte una formación profesional intensiva orientada a la cobertura de las necesidades formativas existentes y por otra un formación profesional progresiva en el sentido de que debe implementarse a través de una óptica de continuidad hasta conseguir un seguimiento individualizado del alumnado. Además debe extenderse hacia la necesaria asistencia técnica de cara a asegurar la efectiva consecución de metas y objetivos, evitando simultáneamente la desconexión entre acciones individualizadas de los agentes y el plan general de desarrollo turístico A nivel empírico, al interno de la demarcación eurocomunitaria la temática de la calidad en el turismo rural ha sido una constante tanto en el diseño como enlos contenidos de la Iniciativa Comunitaria LEADER (Programas LEADER I, LEADER II y LEADER +) y de manera sustancial en las actividades del Grupo de Trabajo LEADER sobre el Turismo, al interno del programa LEADER I. Los trabajos realizados comenzaron a tomar forma en el Seminario de Bertiz (Navarra, España), en abril de 1994, una de cuyas decisiones más interesantes fue validar la proposición de trabajo del Comité de Dirección del Grupo sobre definición de un marco de orientación para la aplicación de planes calidad por los grupos de acción local (GAL).

Dicho texto, objeto de un denso debate dentro de la Red LEADER, fue incorporando nuevas consideraciones para su mejora en los seminarios de South Pembrokeshire (Reino Unido) en junio de 1994 y en Pieriki (Grecia) en septiembre de 1994. El texto final proporciona un marco general para la elaboración de una "carta de calidad" para el Turismo Rural que como tal base genérica deberá ser convenientemente adaptada, a la diversidad de situaciones locales y de marcos jurídicos nacionales y regionales. Sin embargo, el texto se ha demostrado como una herramienta importante en el contexto de LEADER II para identificar a las zonas LEADER como destinaciones de excelencia del turismo en espacio rural.

De los distintos informes presentados se desprenden una conclusión de interés: “la eficacia de una gestión de calidad está condicionada por la adhesión de los prestadores de servicios, que son los primeros agentes de la calidad” (AEIDL, 1997) Para que ello pueda producirse es fundamental promover espacios de consenso en torno al turismo empezando por los propios prestadores de servicios.

Por ello y ante el carácter generalmente atomizado de emprendedores y emprendimientos hay que promover la generación de instrumentos de debate, decisión, interlocución y respuesta colectiva, por tanto lo primero es reunir y aglutinar a todos los agentes turísticos para desarrollar planes de calidad territorial. Se trata de generar consenso “respecto a los objetivos de calidad, a los planes de acción para alcanzarlos y a los dispositivos de control para aplicarlos en un cierto período de tiempo”Los agentes deben comprometerse a facilitar la aplicación de tales planes, adoptando las previsiones necesarias en su proyecto LEADER, con respecto a los medios de asistencia técnica y de formación que faciliten la adhesión del conjunto de operadores turísticos a los objetivos de calidad y los pongan en condición de alcanzarlos. Sólo en la medida en que este objetivo de calidad sea tomado en cuenta en un número significativo de zonas LEADER, la creación de redes de cooperación en el sector del turismo y la puesta en práctica de acciones concertadas tomarán todo su sentido.

Posiblemente sea la experiencia de la Red LEADER “Cartas de Calidad en el Turismo Rural” la más innovadora y sugestiva a nivel europeo de las no muy numerosas existentes, podrían citarse el programa BIORED del LEADER II, y el Proyecto CADISPA como referentes mas destacados a nivel comunitario y el proyecto ALSUR a nivel de Comunidad Autonómica de Andalucía. En las Cartas de Calidad se promueve una aproximación territorial y a la vez empresarial a los problemas de la Calidad en el Turismo rural, desde una perspectiva de sencillez y operatividad; dirigiéndose simultáneamente a un contexto eurocomunitario, con las dificultades que ello conlleva a niveles de adaptabilidad de los contenidos a los distintos contextos nacionales y regionales. Por ello el documento adopta el formato de “marco general de actuaciones” recomendando la adopción de determinadas políticas y líneas de actuación, líneas directrices dirigidas a la elaboración de una "carta de calidad local" adaptada al contexto jurídico nacional y regional en cuestión y a las situación propia de dicho territorio. El texto comunitario establece los ejes de actuación a partir de los cuales se definen toda una serie de políticas, objetivos y acciones a desarrollar por las zonas rurales europeas que pretendan la creación de una carta de calidad zonal para el turismo rural. Siguiendo a AEIDL (1997) los siguientes serían tanto los ejes como sus contenidos básicos en una visión esquematica, un mayor desarrollo de los mismos se recoge en el Anexo Nº 2:

EJE nº 1: “El aprovechamiento de los recursos turísticos del territorio”: El potencial turístico de un territorio se asienta en primer lugar en su capital natural, en la calidad de sus paisajes, en sus emplazamientos y monumentos, en la vivacidad de su cultura local. Es en este ámbito en donde pueden intervenir más directamente las políticas públicas de aprovechamiento turístico, participando en la imagen de la zona y contribuyendo a la notoriedad del destino

EJE nº 2: “La mejora de los servicios de alojamiento y restauración”: Se trata de la primera prestación turística que debe ser llevada a un volumen de oferta suficiente y a un nivel de calidad incontestable. Esta debe ser coherente con la imagen de autenticidad, de hospitalidad que sustenta al turismo en espacio rural y no copiar los modos de consumo urbanos, garantizando una calidad de servicio. Es fundamental la creación de una estructura de cooperación adecuada en la que se concilien los diversos sectores del alojamiento y del servicio de restaurante.

EJE nº 3: “La organización de la oferta de tiempo libre y animación”: Las zonas rurales deben distinguirse por su capacidad para aplicar en su territorio, actividades de animación y de tiempo libre que refuercen su atractivo, su vocación de turismo de exploración, su imagen de destinaciones turísticas originales.

EJE nº 4: “La acogida + información turística Ser una zona de acogida turística significa también la posibilidad de ofrecer en el territorio un dispositivo de acogida profesional, una red de emplazamientos identificados capaz de responder a las expectativas de información de los turistas.

EJE nº 5: “La promoción turística y la capacidad receptiva de las zonas rurales La elección de un destino en vez de otro significa que el cliente ha sido receptivos a un mensaje, que ha sido seducidos por una imagen, y que ha recibido una oferta diversificada de acogida y de tiempo de ocio, ello implica un nivel de confianza suficiente como para poder comprar un producto con toda seguridad. Una política de promoción turística y la organización de una capacidad receptiva que haga presentes a las zonas rurales en el mercado son el resultado de un proyecto de desarrollo turístico.

EJE nº 6: “Garantizar la calidad turística global al cliente” El cliente debe tener la seguridad de una calidad óptima de todas las prestaciones de servicios y de todas las características del territorio de acogida que han sido puestas en evidencia en la política de promoción y de venta. La piedra angular de una política de desarrollo rural a largo plazo se asienta en la puesta en práctica y el control en el tiempo de los planes locales de calidad turística.


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