Francisco José Calderón Vázquez
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP
(585 páginas, 2.06 Mb) pulsando aquí
El DTR como tal mecanismo de coordinación y gestión del desarrollo turístico rural en una zona determinada debe llegar donde no pueden hacerlo las empresas individualizadas, o sus asociaciones y donde tampoco podrían hacerlo las administraciones publicas, de ahí que su capacidad operativa se ciña fundamentalmente a la supervisión del desarrollo y gestión del distrito entendido mas como demarcación empresarial que territorial.
Por ello, su papel en los campos de la planificación y gestión deba ser relevante como en la formación, promoción e investigación del fenómeno turístico en el área rural. En este sentido, el DTR retoma y enriquece las tradicionales recomendaciones de Organismos Internacionales como la OMT, Comisión Europea, OCDE, etc., que sostienen la necesidad de crear una suerte de “Organismo Principal”, siguiendo la terminología de la Comisión Europea (2002) como órgano de coordinación y supervisión de la estrategia fruto del proceso planificador, si bien orientando sus contenidos y formato a lo empresarial.
V.2.1.- Consideraciones previas
Siguiendo con dichas recomendaciones, en el seno de dicha organización confluirían tanto la dimensión privada como la publica del fenómeno turístico, agrupando en su seno tanto a empresas y empresarios, como a las asociaciones representativas de los mismos, organizaciones turísticas, las instituciones territoriales y organismos públicos con competencia en la materia, como a representantes de la sociedad civil, etc.
El problema de estas configuraciones en gama es que precisamente su carácter “representativo” que tantas veces las convierte en “microparlamentos” que le restan operatividad, si bien la idea de los mencionados organismos internacionales no es otra que la creación de espacios de encuentro y debate sobre la problemática turística donde “todos” los implicados o afectados por el fenómeno turístico tengan voz, de manera que se genere un consenso natural sobre las decisiones a adoptar.
Por ello se adopta el formato de foro con una cierta dotación competencial en áreas de promoción, investigación planificación y gestión, nivel de competencias que varia en función de la casuística. Parece evidente en este tipo de construcciones la influencia de figuras como el Board o el council anglosajones por una parte y los “patronatos” y “consorcios” y organizaciones análogas de corte latino por otra.
Para la Comisión Europea (2002) el organismo gestor u “organización principal” debería aunar adecuadamente las virtudes de lo publico y lo privado en un ente individualizado, de modo que puedan llevar a cabo en condiciones de eficacia su labor en todos los campos considerados planificación, financiación publicidad y promoción; así como disponer de manos libres para la contratación de profesionales en turismo evitando innecesarias caídas de tensión en la calidad del trabajo a ejecutar.
Las recomendaciones de la comisión insisten en la necesidad de planear la dotación competencial con claridad desde el principio de manera para que todos los afectados puedan reconocer claramente ala institución naciente desde sus inicios evitando las tan comunes zonas grises o tierras de nadie que tantos problemas y retrasos pueden causar. En este sentido, es clásica la controversia sobre si el organismo principal debe intervenir directamente o si de be limitarse al fomento y apoyo del privado ciñéndose estrictamente a la financiación, formación y coordinación.
La idea cardinal del Distrito Turístico Rural es promover el crecimiento y la consolidación empresarial con la sostenibilidad el proceso de desarrollo turístico rural en este sentido es la operatividad su finalidad básica por lo que podría actuar bien complementando a las organizaciones existentes como una suerte de brazo armado, bien individualmente.