B.5.3. La participación española en Centroamérica: la ONUCA y la ONUSAL.

Aunque España ingresa en la ONU en 1955, no es sino en la década de los 80 cuando el Secretario General de la ONU en aquellos momentos, el peruano Pérez de Cuéllar, solicitó al Gobierno español la contribución militar como observadores de la organización1475, en ese caso en concreto en Namibia1476.

Siendo concretamente en 19881477 cuando una delegación española presidida por el Embajador en misión especial Máximo Cajal1478, acuerda en la sede de Nueva York, el apoyo directo del Gobierno español a estas Operaciones. Creándose para ello un cuerpo de trabajo con miembros del Ministerio de la Presidencia, del de Asuntos Exteriores y del de Defensa.

Estas permitían concretar uno de los principios reflejados en la Constitución española del 78. En este sentido y, en palabras del Rey Don Juan Carlos, el papel de España en el actual concierto internacional era el que marcaba la Constitución: contribuir al fortalecimiento de las relaciones pacíficas y la eficaz colaboración entre los pueblos del mundo. Ese debe ser nuestra principal aportación al orden internacional que ahora emerge y a la que pienso dedicarme con especial entrega y vocación. Así mismo afirmó que con las Operaciones auspiciadas por la ONU en la que había participación española, se ha ampliado la proyección exterior de nuestra patria, algo verdaderamente enriquecedor y que merece la gratitud y el afecto de todos1479 .

Estas OMP se coordinan entre el Ministerio de AAEE, el cual se encarga de la parte política, y el de Defensa, cuya función se centra en los aspectos logísticos y operativos. En el de Exteriores, el departamento responsable es la Dirección General de Organismos y Conferencias Internacionales y, en concreto, la Subdirección dedicada a las Naciones Unidas, mientras que en Defensa es la Dirección General de Política de Defensa, a través de la Subdirección General de Asuntos Internacionales. La actuación de las Fuerzas Armadas españolas en las OMP ha sido desde sus comienzos de: Observación; Verificación de un proceso de desmovilización; Apoyo a la acción política; Apoyo logístico; Apoyo a la ayuda humanitaria y Establecimientos de la paz. Las divisiones son un poco ilusorias pues una misma misión puede ir evolucionando y adscribirse en distintos epígrafes.

Los citados ministerios, Asuntos Exteriores y Defensa, elaboraron en aquellos primeros momentos una serie de criterios generales de actuación de los contingentes militares españoles que pudieran ser requeridos en futuras OMP. Estos criterios elaborados a partir de los Informes que se redactaron tras los contactos con países que ya habían participado en este tipo de operaciones, tales como Finlandia, Noruega o Dinamarca, podían ser de dos clases según afectasen a condiciones internacionales o bien a criterios nacionalistas1480.

Con referencia al ámbito internacional, las condiciones para una posible actuación de fuerzas españolas serían:

1. Que la operación sea auspiciada por las Naciones Unidas, y, por tanto, sometida al Consejo de Seguridad y dirigidas por el Secretario General de la misma.

2. Que se cuente con un mandato claro, fruto de una resolución del Consejo de Seguridad.

3. Que exista el consentimiento y plena cooperación de las partes, tanto en la operación en sí como en la participación española.

4. Que se cuente con financiación apropiada y aprobada por la Asamblea General, en formas de cuotas obligatorias, a sufragar por todos los Estados miembros de acuerdo al baremo establecido por la ONU.

5. Que sea, en principio, de duración prefijada.Con relación al ámbito nacional, las directrices requeridas serían: 1. Que exista una petición del Secretario General invitando a España 2. Que sea compatible con la seguridad nacional, en cuanto a efectivos y medios empleados.

3. Que se tengan en cuenta las características de la situación política y militar en la zona, los intereses de la política exterior española en la región o en el país en cuestión y otros elementos tales como la distancia y las posibilidades de transporte al área de actuación.

4. Que los participantes sean profesionales y voluntarios en cuanto a su participación1481.

Desde 1989, cuando España participara por vez primera en la UNTAG1482, para supervisar el proceso de independencia de la colonia africana, se han llevando a cabo con participación española las siguientes Operaciones durante los años del gobierno socialista1483:

1. UNTAG - Grupo de Asistencia a la Transición en Namibia. Desde el 1 de abril de 1989 hasta el 21 de marzo de 1990. Resolución 632/89 del Consejo de Seguridad.

2. UNAVEM I -Misión de Verificación en Angola. Desde el 1 de enero de 1989 hasta octubre de 1991. Resolución 628/88 del Consejo de Seguridad.

3. ONUCA - Observadores de Naciones Unidas en Centroamérica. Primera misión mandada por un militar español. Desde el 2 de diciembre de 1989 hasta diciembre de 1991. Resolución 644/89 (ampliada por las resoluciones 650/90 y 653/90) del Consejo de Seguridad.

4. ONUVEH -Misión de verificación en Haití. Desde noviembre de 1990 hasta enero de 1991. Resolución 452/90 del Consejo de Seguridad.

5. UNAVEM II - Misión de verificación en Angola II. Desde octubre de 1991 hasta diciembre de 1993. Resolución 696/91 del Consejo de Seguridad.

6. ONUSAL -Grupo de Observadores en El Salvador- Primera intervención de fuerzas de seguridad española junto con militares. El mando militar de la misión era español.

Desde julio de 1991 hasta abril de 1995. Resolución 693/91 del Consejo de Seguridad.

7. UNPROFOR -Fuerza de Protección de Naciones Unidas-. Donde la aportación española ha sido mayor. Desde noviembre de 1992 hasta diciembre de 1995. Resoluciones 743/91; 776/92; 982/95 y 876/96 del Consejo de Seguridad.

8. ONUMOZ - Misión de Naciones Unidas en Mozambique. Desde marzo del 93 hasta las elecciones de octubre de 1994. Prorrogada hasta enero del 95; Resolución 797/92 del Consejo de Seguridad.

9. MINUGUA - Guatemala; Desde agosto de 1994. Se encuentra actualmente en curso. Resolución 1095/97 del Consejo de Seguridad.

Además, han realizado numerosas labores humanitarias, tales como la ayuda al pueblo Kurdo1484, con la organización de campos de refugiados y el auxilio a los exiliados en el norte de Iraq en su huida hacia Turquía por la represión del Ejército de Sadam Hussein. También en Ruanda (UNAMIR) con apoyo logístico.