Belén Blázquez Vilaplana
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En este apartado de la investigación, nos adentraremos en unos años determinantes para la política exterior española. En estos, no sólo España pasaba a ser miembro de pleno derecho de la CEE desde el primer día de enero de 1986, sino que también se llevaría a cabo el solicitado referéndum sobre la pertenencia o no a la OTAN o, mejor dicho, sobre las condiciones de permanencia en la misma.
Además, se establecerían relaciones diplomáticas con Israel y se prepararían las bases para cerrar definitivamente la llamada transición en política exterior. No se entrará a analizar ninguno de estos hechos con detenimiento, pero deben de tenerse en consideración para entender dónde estuvieron los focos de atención del Gobierno español en este período, sobre todo, por las implicaciones que el primero de estos acontecimientos tendría en el modo y lugar de abordar los problemas centroamericanos. Sobre este particular, expone Calvo Sotelo en sus memorias, que ante una llamada de González para informarle de la firma de los acuerdos que cerraban la entrada de España en la Comunidad, le dijo: “Presidente, cuántas vueltas da la política. Hace tres años ibas tú con frecuencia a América Central y me reprochabas mi exagerado europeísmo; ahora me invitas a cenar contigo para celebrar la entrada de España en el Mercado Común, y yo voy, camino de unas elecciones en El Salvador. Así son las cosas de la oposición y del poder1339”.
De todo ello, se concluye que las acciones hacia Nicaragua y El Salvador fueran mucho menos significativas que en años anteriores, aunque ello no quiere decir que dejaran de plantearse. Pero tal y como veremos, el Presidente del Gobierno español colocó en un segundo lugar los intereses centroamericanos a los que tanto tiempo y esfuerzo había dedicado, según acabamos de exponer.
Apareciendo con mayor protagonismo otros actores en la escena, sobre todo, el ministro de Asuntos Exteriores y el de Defensa, este último cuando comiencen a llevarse a cabo las Operaciones para el Mantenimiento para la Paz. Todo ello, tiene una clara repercusión en el reflejo que estos temas tuvieron en los medios de comunicación españoles, en concreto, y en relación con los objetivos de esta investigación, en la prensa escrita.
Además, no debe olvidarse que en relación con la problemática centroamericana, se entra en la recta final. Desde 1986 el proceso negociador para lograr la paz alcanza un ritmo endiablado que terminará con la aceptación de diversas propuestas de cese de hostilidades1340. Aunque como ya se ha expuesto al comienzo de este capítulo, no se van a exponer todos y cada uno los pasos seguidos por los países centroamericanos para lograr la paz, hay que tenerlo en cuenta para entender el rumbo que siguieron algunas de las actividades del Presidente del gobierno español.