Belén Blázquez Vilaplana
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El proyecto que presenta el PSOE para estas elecciones, con tintes progresistas, se basa en una serie de ideas motoras. Estas aparecen en el Manifiesto Electoral que encabeza el Programa y vienen condicionadas por el papel de España como país europeo y con peso en la escena internacional. Lo cual va a ser el eje en el cual se articulen todos los objetivos secundarios, comparando siempre la situación española con la de otros países del entorno europeo y los logros que en cada una de las materias se habían alcanzado. A saber:
1. Fortalecer la economía y los recursos de España.
2. Solidaridad y cohesión.
3. Impulso democrático.
4. España en la Unión Europea y en el Mundo.
Ya por el encabezamiento del último objetivo, se vislumbra que todo gira alrededor de lo conseguido por y para Europa, por un país como España considerado una potencia media regional762.
Importante por la participación españolaen las Operaciones llevadas a cabo en Centroamérica: La ONUSAL en El Salvador y la ONUCA en Nicaragua. Para más información véase el capítulo 5.
Pero, además, se menciona como objetivo secundario dentro de los proyectos de progreso del partido, el mirar más allá de Europa. Así afirmaban: aspiramos a consolidar el papel de primera fila que nuestro país ha alcanzado en los últimos años dentro de la comunidad internacional. Se tratará de seguir impulsando una política de paz, de promoción de los derechos humanos, de solidaridad y de cooperación (...) esta mayor presencia de España en el mundo tendrá sus ejes principales en el ámbito Mediterráneo y en la consolidación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones763. En este momento, ya se habían realizado dos Cumbres Iberoamericanas764. Las cuales, como ya se mencionó en el capítulo anterior, son la concreción de la idea que durante años había rondado en los distintos gobiernos españoles de identidad cultural y nacional de los países de las dos orillas del Atlántico. Aparece, además, una referencia explícita a América Latina al tratar el tema de la cultura y la nueva imagen de España en el exterior: colaboraremos con instituciones y proyectos culturales, en relación con América Latina765.
Siguiendo la tendencia apreciada en los Programas presentados en las elecciones anteriores, el último punto es el que se refiere a “La Política Exterior en un mundo en cambio: La política exterior: los derechos humanos, la paz y la cooperación”. Dedicándosele en este caso 6 páginas y estando encabezada, al igual que ocurre con los otros apartados del Programa, por un pequeño texto. En el cual se recogen las propuestas de los socialistas sobre la idea que tenían y defendían sobre la temática tratada. En este caso particular se menciona que: La política exterior española está asentada sobre bases sólidas y tiene un rumbo claro. Esto es así porque los grandes pasos que se han ido dando en los últimos años, y las prioridades que se han fijado, recogen un amplio consenso de las fuerzas políticas representadas en el Parlamento. Queremos reiterar la disponibilidad del PSOE a continuar en esta línea de diálogo, información y comunicación, en el convencimiento de que ese es el mejor camino para servir los intereses de España766.
Sitúan su actuación en el contexto de la desaparición del conflicto Este / Oeste y del resurgimiento de los fronterizos, de las nacionalidades y del desarrollo versus subdesarrollo. Su propuesta en política exterior se centra en tres áreas geográficas: Europa, América767 y el Mediterráneo.
Al referir el impulso al desarrollo de la PESC, se menciona en el punto 7, la necesidad de potenciar las relaciones de la CE tanto con Centroamérica como con los países de América del Sur, en la línea impulsada por nuestro país. Es fundamental porque condicionan la política de la CE a la que ha realizado el Gobierno socialista durante estos años. Aunque luego los hechos demostrarían que la realidad es la inversa y es España la que deberá orientar su política exterior de acuerdo a las directrices de la Comunidad. Y ello, aunque aún no sea un tema que forme parte del llamado pilar de integración sino del de cooperación y, por tanto, materia que hasta ese momento seguía siendo propia de cada Estado. La PESC aún estaba comenzando a perfilarse.
Así mismo, al exponer las líneas de acción para una seguridad europea, se recuerda el aporte español a la consecución de la paz y la estabilidad a través de misiones humanitarias y de la prevención y control de conflictos. Por ejemplo, con la participación de tropas, barcos y aviones en el Norte de Iraq, Nicaragua, El Salvador, Angola o la antigua Yugoslavia. Lo que, además, es valorado de manera favorable por los españoles768.
La Vocación Iberoamericana queda establecida en cinco objetivos para los próximos años769:
1. Construir la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
2. Contribuir al desarrollo de los países iberoamericanos.
3. Potenciar las relaciones con la CEE.
4. Contribuir al apoyo a los procesos de reconciliación nacional y pacificación en Centroamérica, en estrecha colaboración con Naciones Unidas. Atendiendo a preservar los objetivos conseguidos en Nicaragua y El Salvador y contribuyendo a otros, como era el caso de Guatemala.
5. Colaborar para la recuperación de la democracia en Perú y la normalización de la situación en Cuba.
Además, cuando exponen su política exterior con relación a Estados Unidos, mencionan explícitamente el trabajo conjunto realizado con este país para conseguir acabar con la guerra en El Salvador770. Finalmente, vuelve a aparecer Centroamérica, cuando en el apartado referido a Cuestiones Globales se enumeran las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz efectuadas por España en el seno de las Naciones Unidas.